Siempre hay venezolanos despalomados que viven felices sin enterarse de las noticias. El primer día del año chino de la rata, un martes, amanecen con la sorpresa de que a sus saldos bancarios les han eliminado tres ceros. Los cajeros automáticos empiezan a vomitar bolívares fuertes de color pastel y con animalitos en peligro de extinción, pero lo que más asombra, visto a la distancia, es que dan billetes de 20. Se molestan los que trabajan con el menudeo porque, ¡qué improvisación!, todavía no aparecen las nuevas monedas de que van de 0,1 céntimos (¿qué es un céntimo? ¿qué es un átomo?) a un bolívar, pero tampoco es que nadie se está reventando la cabeza contra las paredes: el viejo efectivo conservará su valor incluso hasta el 31 de diciembre de 2011. Take It Easy.
De los mismos creadores de La última Navidad feliz, llega El último enero sin Caracas ni Magallanes: el de 2008. Los dos equipos más populares han quedado eliminados, una verdadera catástrofe financiera para la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, y eso que entonces todavía va público a los estadios.
Entonces clasifican cinco para un round robin y Zulia también queda fuera. Entre el desconsolado chalequeo mutuo, fanáticos caraquistas y magallaneros se tienen que contentar con ver cómo sus estrellas se desperdigan como refuerzos de otros equipos: uno al que en la temporada que viene bautizarán “El Hacha” por una canción de Franco y Oscarcito, José Castillo (lo toman los Caribes), Álex Cabrera (Tiburones), Marco Scutaro (Cardenales) o Edgardo Alfonzo (Tigres).
Dos canillas por persona
El barril de petróleo anda rondando los 100 dólares, pero igual los economistas, esos aguafiestas de costumbre, pronostican que el bolívar no tardará mucho en volverse débil aunque lo relancen papeado. El Banco Central de Venezuela publica el miércoles 2 de enero (¿¡qué!?) que la inflación de 2007 ha sido un monumental 22,5%. El cupo de compras por Internet (¿¡ah!?) con dólar preferencial a 2,15 bolívares acaba de ser castrado de 2.600 a 400 dólares. Se prohíben las tarjetas prepagadas en el exterior. El índice de escasez, que a principios de año anda en 30%, termina el mes coqueteando con 50%. Los productos regulados más críticos son harina de trigo (algunas panaderías empiezan a racionar a dos canillas por persona: suena familiar), pollo (regulado a Bs 4,55 el kilo, pero cuando se consigue en Quinta Crespo lo venden hasta por 9 bolívares), leche, azúcar, café, arroz y aceite. La gente se queja porque dos kilos de papa cuestan 14 bolívares. ¿A dónde iremos a parar? El sueldo mínimo es de 614 bolívares. La canasta alimentaria básica se calcula a fin de mes en Bs 1.160, casi el doble.
Puras Joyitas
El presidente, que es Hugo Chávez, todavía anda como enloquecido y sin saber qué hacer después de la derrota en el referéndum constitucional del 2 de diciembre de 2007. Decreta una amnistía general que beneficia, entre otros, a Enrique Mendoza por el caso de la toma de VTV, pero no a los policías detenidos por el 11 de abril de 2002. En su primer Aló Presidente de 2008 se muestra apocalíptico: dice que los motores de su revolución están fundidos, así con todas las letras, y que renuncia a esos vapores de la fantasía de quedarse en Miraflores más allá de 2013.
Ese enero hace un montón de cambios en el gabinete que, en vez de caras nuevas, más bien son como los refuerzos del beisbol: Ramón Carrizales de Vivienda a la Vicepresidencia; Ramón Rodríguez Chacín de la Vicepresidencia a Relaciones Interiores; Andrés Izarra por Willian Lara en Comunicación; Rafael Isea a Finanzas por Rodrigo Cabezas; Haiman El Troudi por uno que parecía vitalicio en Planificación: Jorge Giordani; Socorro Hernández, una de las futuras obstetras del aborto del referéndum revocatorio de 2016, pasa a Telecomunicaciones sin dejar de ser presidenta de la CANTV. La película venezolana que está en cartelera parece retratar los enroques ministeriales: Puras Joyitas.
Por cierto, las entradas de cine acaban de subir a 15 bolívares.
Cuando le toca presentar su informe anual ante la ratificada presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, Chávez ya está un poco más repuesto. El presidente, que nunca da puntada sin hilo, ahora asoma que meterá la reelección ilimitada mediante una “pequeña” enmienda constitucional, algo en lo que se saldrá con la suya, aunque lamentablemente para él, la vida no es ilimitada. Confronta a los diputados de la Asamblea íntegramente chavista, como si la culpa fuera de ellos: “¿Por qué desapareció la leche?” ¿Por qué seguimos consumiendo alimentos importados?”.
Como suele ocurrir, le echa la culpa de la crisis no a su política de controles (el ministro Haiman El Troudi, que siempre piensa tan positivo, llega a hablar de desmontarlos) sino a un tercero: al contrabando de extracción vía Colombia. Las relaciones con el país vecino, cuyo presidente es Álvaro Uribe, empiezan el año tensas, y eso que Rodríguez Chacín participa cual Rambo en negociaciones secretas para la liberación de rehenes de las FARC como Clara Rojas. Comunicados van y acusaciones vienen del despacho del canciller venezolano Nicolás Maduro. Todavía no en enero, pero sí en marzo, la frontera se pone al rojo vivo cuando Chávez ordena una movilización de tropas. Por poco la pega Adriana Azzi, que había pronosticado una incursión del ejército venezolano en países vecinos. En el campo del amor, la bruja también vaticina un romance entre la recién electa Cristina Kirchner y Chávez.
Carlos Hernández botao
Volvamos a los deportes, por el amor de Dios. Como es costumbre, los primeros que salen como chapa de cerveza de Caracas y Magallanes son los managers: en los Leones se va el ex cátcher Carlos Hernández, luego de un motín de jugadores que encabeza el también careta Henry Blanco, y para la 2008-2009 le sustituirá Frank Kremblas (también hay un enroque en la presidencia del club: Luis Ávila por Ariel Pratt). En los Navegantes el botado es Alfredo Pedrique, con breve interinato de Clemente Álvarez, y llegará Nick Leyva.
El entrenador César Farías se prepara para su debut como sustituto de Richard Páez al frente de la Vinotinto con un amistoso ante Haití en febrero. El pitcher zurdo Johan Santana firma por 137 millones de dólares con los Mets. El voleibol clasifica a sus dos equipos en los Juegos Olímpicos de Beijing. ¿Eso todavía se juega aquí?
Han pasado solo 9 años, pero hasta en las canchas y diamantes, 2008 parece un año demasiado lejano: Miguel Cabrera, que acaba de ser cambiado a los Tigres de Detroit y en marzo firmará una extensión de contrato por 152 millones de dólares, se mete completa la postemporada en Venezuela sin que nadie le ponga un parao y se corona campeón como tercera base de sus otros Tigres, los de Aragua que dirige el mánager Buddy Bailey, que ganan su cuarta corona en cinco años.
