Venezuela

Maduro pide ayuda a la ONU para comprar medicinas

El presidente de la República, Nicolás Maduro, solicitó a la subsecretaria de la Organización de Naciones Unidas, Jessica Faieta, apoyo "para seguir avanzado en la regulaización permanente en el tema de medicamentos para los hospitales, luego de la tremenda guerra económica que nos han metido".

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Foto: Denis Balibouse/Pool Photo via AP

Así lo manifestó durante un acto en Caracas y en compañía de los ministros Elías Jaua  y Érika Farías, en donde reveló que en el informe anual de desarrollo de la ONU, Venezuela se mantuvo en el lugar número 71 de 188 países que se mencionan. «Por encima de países como México, Brasil, Colombia, Perú, que son países de economía poderosa», dijo y se mostró satisfecho por «el esfuerzo» que el Gobierno ha realizado en políticas sociales.

Exhortó a su tren ministerial a cumplir con las recomendaciones que el ente mundial sugirió a Venezuela tras conocerse la publicación de ese informe.

«Le he pedido apoyo a Naciones Unidas para atender heridas económicas y sociales que golpean a nuestro pueblo por la guerra económica y la caída de los precios del petróleo y a pesar de que hemos recuperado algo, sigue bajo (…) fue la recomendación para regularizar el tema de los medicamentos. Naciones Unidas tiene los planes más avanzados y completos en el mundo para recuperar la capacidad productiva farmacéutica y orientarla a las necesidades del pueblo», destacó.

Dijo también que la subsecretaria Jessica Faieta «quedó encantada» con la misión Barrio Adentro y puntualizó que «nos dio opiniones muy bonitas».

Aseguró que la alta funcionaria recorrió el país «y vio los programas sociales», al tiempo que dijo que ella «está clara en que tenemos muchos desafíos por delante».

Manifestó su confianza en la ONU y en los programas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para «seguir avanzando en el motor número dos, el motor farmacéutico». Hizo hincapié en su «anhelo» para que pronto se implemente el llamado «CLAP Farmacéutico» en las comunidades para que las medicinas puedan llegar a tiempo y sin problemas.

Esta no es la primera vez que el Gobierno nacional acuerda con el ente mundial para subsanar el tema de las medicinas. El pasado 8 de diciembre, la canciller Delcy Rodríguez indicó que se había solicitado a la ONU la adquisición de medicamentos para mejorar la distribución de los mismos en todo el país. En esa oportunidad, el diputado a la Asamblea Nacional, José Manuel Olivares, aplaudió la medida tomada por las autoridades para paliar la escasez de medicamentos, que en ese momento era uno de los puntos que se trataban en el diálogo nacional entre el Gobierno y la oposición para salir de la crisis.

Sin embargo, la crisis de salud se ha agravado en Venezuela desde hace varios años. La creación de la misión Barrio Adentro por parte del expresidente, Hugo Chávez, intentó arreglar la situación pero no funcionó. Múltiples han sido las denuncias de que en las comunidades humildes de que los módulos comunitarios no funcionan. Incluso, como ese plan era en concordancia con el sistema médico cubano, también se ha alertado acerca de la deserción de los profesionales de la salud de ese país, que constituían una misión en Venezuela.

El tema del acceso a las divisas ha sido otro factor que ha ayudado a que la salud del venezolano se deteriore, ya que las empresas farmacéuticas no han podido importar las medicinas necesarias, hecho que en su oportunidad fue denunciado por Gobierno al afirmar que dichas compañías extranjeras tenían disparidad en las cifras, entre el contenido importado, versus el cobro de las medicinas y las «ganancias» que le quedaban a las farmacéuticas por haber contado con el dólar preferencial a través del Cencoex.

El entonces secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad, Jesús Torrealba, afirmó en diciembre de 2016 que el Gobierno había destruido el sistema de salud «en tan solo cuatro años» y recogió el sentir de un sector de la comunidad médica de que los boletines epidemiológicos «están bloqueados», por lo que no se pueden tomar medidas acertadas para combatir las enfermedades que resurgen en Venezuela.

Enfermedades como el VIH, cáncer; padecimiento en los riñones, se han desatado en el país por falta de medicamentos, por lo que pacientes y médicos se han unido en protestas en toda Venezuela para exigir una mejor atención en los hospitales públicos, que además están azotados por la inseguridad y la falta de mantenimiento elementos que hacen complicada la situación.

Además, males como la difteria, malaria, tuberculosis, mal de chagas, entre otras, que se habían considerado erradicadas en el país, han vuelto a resurgir por un déficit en las políticas sanitarias del país.

El grave estado de salud ha llevado, incluso a mujeres embarazadas, a viajar a otros países para poder dar a luz.

Además, los hospitales y clínicas se están quedando sin profesionales que asistan las dolencias en Venezuela. Temas como la inseguridad y la baja remuneración a los trabajos, han hecho también que los médicos emigren para buscar una mejor calidad de vida.

Sin embargo, el diputado Héctor Rodríguez hizo recientemente un señalamiento en el que decía que «la salud no debe convertirse en un negocio», justificando así la red gubernamental de Barrio Adentro.  Sin embargo, las clínicas privadas son consideradas por muchas personas las más adecuadas para recibir atención médica. Por ende, deben cobrar por sus servicios. El drama de muchos venezolanos vuelve a ser el mismo: bajo poder adquisitivo, altos costos y falta de dólares preferenciales para poder traer suministros y medicinas. La mayoría de los centros de salud privados se manejan a través de los seguros, pero seis de cada 10 venezolanos no cuenta con uno.

En ese sentido, la alimentación también ha decaído y afectado gravemente la salud de todos los venezolanos. En la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi), se reveló que más del 70% de los ciudadanos en 2016 había perdido ocho kilos en promedio.

A pesar de estas cifras, la FAO ha premiado en dos oportunidades al Gobierno por las políticas implementadas para paliar el hambre y la pobreza extrema del país, hecho que fue rechazado por varias ONG’s al considerar que los datos habrían sido manipulados.

Recientemente comenzaron a aparecer en las farmacias varios medicamentos de alta demanda como los antihipertensivos. Sin embargo, los mismos vinieron con un precio muy alto, haciéndolos casi inaccesible al grueso de la población, hecho que hasta el mismo expresidente del Indepabis, Eduardo Samán, calificó de «exorbitantes».

Otro detalle a mencionar con los medicamentos, es que la organización Cáritas, perteneciente a la Iglesia Católica, había intercedido para enviar ayuda humanitaria a Venezuela. La misma llegó al Puerto de La Guaira y de esas instalaciones no había podido salir «por no contar con permiso». Se intercedió en varias oportunidades sin éxito. Sin embargo, cuando las medicinas estaban a punto de vencerse, el Seniat entró en acción al afirmar que esos containers habían «quedado en abandono legal».

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