En su intervención, Rodríguez, quien apareció en público por primera vez desde la muerte del concejal Fernando Albán, señaló que Oswaldo Gabriel Castillo, «alias El Capi», de 25 años de edad, habría sido otro de los vinculados en el caso. El militar fue entrenado en la región colombiana de Chinácota, pero escapó del lugar porque querían matarlo, siempre según la versión oficial.
Albán, un militante del partido Primero Justicia fue encarcelado sin que se cumplieran los procedimientos judiciales -según sus abogados-. Fue detenido en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, el viernes 5 de octubre, cuando regresaba al país procedente de Nueva York. Estuvo desaparecido durante varias horas hasta que ese fin de semana sus allegados supieron que estaba en la sede de la policía política Sebin.
El lunes siguiente murió. Según el gobierno, Albán se lanzó voluntariamente desde el piso 10 de la sede de la policía política. Pero según los líderes opositores, en realidad fue asesinado durante intensas torturas y su cuerpo fue lanzado al vacío para esconder las evidencias.
Rodríguez no hizo comentarios sobre el caso Albán.
Varios analistas políticos han destacado las ironías de la historia, pues el padre del hoy ministro fue asesinado el 25 de julio de 1976 por la policía política de entonces, cuando estaba detenido, en un caso que fue presentado inicialmente a la opinión pública como un suicidio, pero después se comprobó que fue un asesinato y los responsables serían encarcelados.
Hoy el ministro ahondó en la versión oficial que culpa a Borges -también de Primero Justicia y uno de los líderes más conspicuos de la oposición organizada- de lo que el chavismo califica como un atentado contra Maduro, el día que estallaron los drones.
«El Capi» se enteró de que el financista de la operación era Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional y en condición de refugiado en Colombia.
“Todos señalan a julio Borges como el autor intelectual”, dijo Rodríguez sobre los sospechosos detenidos y sometidos a interrogatorio.
El representante de la cartera de Comunicación y jefe del sistema de propaganda de Maduro, mostró un video en el que un hombre al que identifica como Castillo confiesa ser miembro de «la resistencia activa», participando en las manifestaciones de los años 2014, 2016 y 2017 contra el gobierno chavista de Maduro.
Esto, a juicio del ministro, forma parte de un proceso que calificó como la “colombianización de la extrema derecha”, con la violencia –expresó- como su bandera.
Dijo que la planificación de asesinatos motivados por «racismo y xenofobia», y el entrenamiento para perpetrar atentados entraron dentro de las características reveladas por Rodríguez sobre el tema.
“Aparece de manera muy clara el involucramiento de elementos de la extrema derecha” en esta serie de acciones, dijo.
Por su parte, la oposición ha repetido que la acción no es más que un montaje gubernamental con la firme intención de ejercer mano dura y desmedida contra la disidencia en medio de una feroz crisis económica y social, alimentando la lista de presos y perseguidos por razones políticas.
Asimismo, mencionó a un hombre a quien identificó como Rafael Ernesto Díaz Cuello, coronel retirado de la aviación, al que acusó de pasar información confidencial y estratégica a Colombia. El ministro divulgó un audio como prueba de la situación.
