Economía

Consecomercio: Amenazas y apatía no solucionan la escasez

Para Consecomercio inquieta la indiferencia con la que el gobierno asume su responsabilidad de crear condiciones para que se recupere la producción nacional, se importen insumos y materias primas.

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El grave problema de escasez de alimentos, medicinas, insumos, materias primas, repuestos y servicios públicos de calidad, incluyendo la educación y la seguridad, pareciera preocuparle solo a la ciudadanía que la vive a diario.

Preocupa «a los trabajadores, que no saben cómo participar en la solución, y los empresarios, que desconocen si su voluntad de servirle a la sociedad tiene o no sentido en un ambiente para la participación en el que se le excluye o ignora», refiere una nota de prensa del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios.

Consecomercio lamentó que el panorama económico del primer trimestre de 2016 haya sido negativo y espera ofrecer resultados positivos a mediados de año, aunque resaltó que eso depende principalmente de la actuación del gobierno.

«Para el máximo organismo gremial de los comerciantes y los expendedores de servicios, definitivamente, lo que más le inquieta es la indiferencia con la que el gobierno asume su responsabilidad de crear condiciones para que se recupere la producción nacional y se importen insumos, materias primas y maquinarias», agrega el texto.

Consecomercio resaltó que el gobierno «todo lo supedita a reuniones, amenazas y apatía. Y ese trío de condiciones, sin duda alguna, no soluciona el grave problema de escasez. Además tampoco son útiles ni funcionales para lo que necesita el país: producir más; abastecer las redes comerciales formales y satisfacer las necesidades de 30 millones de venezolanos».

Para el gremio el tiempo apremia pues destacó que se necesitan respuestas efectivas y eficientes. No efectistas.

«Esa no es una ocurrencia institucional del empresariado organizado, es el resumen sectorial del sentimiento general que transmiten los consumidores de todo el país a los comerciantes ante los mostradores de sus negocios, indistintamente de los productos que ellos vendan o los servicios que presten», apuntó.

La respuesta que requiere la economía y quienes la hacen posible en su mayor proporción, es decir, los trabajadores y los empresarios, es que el gobierno se sume a la decisión de producir. «Y eso pasa, desde luego, por la imperiosa necesidad de concluir la implementación del proceso de ajustes que ha venido aplicando de manera desarticulada e improvisada, y el cual incluye la progresiva erradicación de los controles de cambio y de precios», detalló.

Aseguró que no es posible superar la crisis si el gobierno insiste en mantener su ya desenfrenado ritmo de gastos y de financiarlo con devaluaciones, impuestos, endeudamientos.

«Venezuela no siempre ha tenido problemas de ingresos para garantizarle condiciones de bienestar social y de prosperidad a su población. Los impedimentos para que eso haya sucedido han sido la indisciplina administrativa gubernamental, la corrupción y la subestimación de la necesaria participación de la empresa privada, en condición de aliada productiva y no de una intencional expresión dependiente del estatismo, del centralismo y del populismo», enfatizó.

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