Martínez ha sido asesor corporativo por más de 20 años en el campo de desarrollo de proyectos, planificación estratégica y manejo de relaciones institucionales mediante planes de mercadotecnia y comunicación efectiva. También fue ancla de diferentes gobiernos democráticos y de directivos de corporaciones nacionales y multinacionales.
Asimismo, venía prestando consultoría a varias compañías y organizaciones de alcance global cuando fue invitada a encargarse del desarrollo de negocios de la corporación americana y de mercadeo bajo criterios de ciudadanía.
«Inicialmente, hice un levantamiento de información de la compañía y en ese momento localicé varios factores críticos que se estaban dando en la misma y que justificaban mi intervención. Presenté mi reporte y así obtuve la oportunidad», explicó a El Estímulo Valentina Martínez, quien en este momento tiene un permiso de para desarrollar sus habilidades en materia de negocio en Estados Unidos.
Egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Martínez es especialista en Derecho Mercantil, con un magíster en Finanzas y Negociación Internacional de la Universitá degli Studi di Padova, en Italia. También cuenta con un magíster en Derecho Internacional y además es locutora profesional certificada de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Una venezolana que desafía las barreras de la seguridad internacional
Las mujeres en el área de seguridad internacional no son muchas. Las estadísticas mundiales indican que solo el 10% de las mujeres están involucradas en este negocio. Valentina Martínez es una de ellas.
Asegura que no tenía experiencia en el área de seguridad internacional. Había trabajado para distintas áreas como estratega de mercadeo en diferentes compañías, pero nunca para una de seguridad internacional.
«Trabajé para la banca, casa de bolsa, seguros y empresas agropecuarias, entre otras, pero el área de seguridad era algo desconocido para mi», resaltó Martínez.
A través de su bagaje profesional, la venezolana creó diferentes estrategias de negocio a nivel mundial para que Brijot Millimeter Weave Technologies se convirtiera en una de las compañías tecnológicas de ondas milimétricas más importante de Estados Unidos.
Martínez explica que los detectores que ellos desarrollan se diferencian por las ondas milimétricas, las cuales se encuentran dentro de las ondas microondas localizadas en el espectro electromagnético. Son ondas mas pequeñas que, con una gran penetración y gran alcance, permiten traspasar los tejidos de la ropa. La tecnología es llamada pasiva porque no irradia a las personas, sino que son captadas por las ondas milimétricas producidas por el cuerpo humano.
Brijot Millimeter Weave Technologies es una compañía especialista en seguridad internacional y protección de la sociedad contra los actos terroristas y criminales. El pasado 13 de mayo Brijot dio a conocer la obtención de la patente sobre la invención de un dispositivo manual portátil para la detección multimaterial de objetos amenazantes a la vida, así como de sustancias ilícitas y mercaderías de tráfico ilegal.
La patente se la otorgó la Agencia Federal de Marcas y Patentes de Estados Unidos y Valentina Martínez una de las personas involucradas en el proyecto.
La compañía está apostando por ofrecer soluciones de seguridad viables que no perjudiquen la salud de los individuos y no invadan su intimidad personal.
«Nosotros proponemos una solución porque desarrollamos un sistema de onda milimétrica pasiva. Trabajamos con la energía y el calor que irradian las personas que es capturada por nuestros equipos. Si algo bloquea esa energía natural, el dispositivo va a registrarlo», explicó Martínez.
El dispositivo desarrollado por la empresa es de detección multimaterial, basado en un software que permite que el equipo pueda detectar materiales no exclusivamente metálicos como polvo, piedra y líquido.
«Hoy en día hay muchas armas blancas que están hechas de cerámica u otros materiales, y los dispositivos tradicionales no pueden detectarlos», comentó Martínez.
Soluciones humanizadas
Para la compañía era importante desarrollar dispositivos que cumplieran con las mejores practicas en materia de derechos humanos. Desde del punto de vista social, se estaban desarrollando diferentes leyes en Estados Unidos que defendían el derecho humano a la privacidad. Con este detector se puede llegar a sustituir el cateo manual y avanzar en el derecho a la privacidad.
“Mi principal reto es replantear la empresa y la marca como prestadora de soluciones humanizadas en materia de seguridad crítica, más allá de la simple fabricación y venta de equipos de seguridad”, comentó Martínez.
Otro de los puntos importantes al momento de concebir la dispositivo fue la salud. Miles de estudios han demostrado que los detectores de metales tradicionales basados en rayos x, retrodispersión y ondas activas afectan la integridad del ser humano. Esta nuevo dispositivo trabaja con la energía del cuerpo sin riesgos para la salud y sin invadir el espacio personal.
Los ataques terroristas también influyeron en el desarrollo de este dispositivo multimaterial. Martínez afirmó que algunas compañías o negocios no pueden costear un escáner de cuerpo completo de mayores dimensiones y casos ocurridos frecuentemente han demostrado que estos lugares no quedan exentos riesgo. Por dicha razón la compañía desarrolló este producto móvil de dimensiones reducidas y accesible, que detecta cualquier tipo de material potencialmente peligroso para la vida humana.
«Este tipo de amenazas es cada vez más frecuente y lo que se quiere evitar es la muerte de más personas inocentes», indicó Martínez.
Asimismo, la experta afirmó que la prioridad de la empresa es el respeto a la vida, a la salud y a la intimidad. Por eso crean soluciones humanizadas que sean consonas con su propósito.
«Nos vemos como una organización humanizada, que respeta el derecho humano a la vida, a la salud y a la privacidad. Esto se convirtió en una bandera de identidad para la empresa. No somos una empresa de seguridad robotizada», comentó.
Cabe destacar que este aparato está abierto a «todo público». Sin embargo tiene ciertas restricciones, debido a que la empresa está bajo la jurisdicción del Departamento de Comercio.
Las personas que adquieran el dispositivo deben tener varias regulaciones para evitar que el mismo caiga en las manos equivocadas.
Las células terroristas son la mayor amenaza
Valentina Martínez enumeró algunas de las mayores amenazas en material de seguridad internacional en el mundo. Aseguró que actualmente las células terroristas son una de las mayores amenazas, al igual que la posesión de armas, que se sitúa como uno de los problemas más graves en Estados Unidos y el mundo. Adicionalmente, Martínez resaltó que hay un peligro silente aupado por toda la información generadora de violencia que se transmite a través de las redes sociales, las cuales se están gestando a muy temprana edad.
Sin embargo, para el ciudadano común los peligros más presentes en una sociedad son muchísimos. Las amenazas pueden venir de distintas formas.
Martínez aseguró que Venezuela es uno de los países donde este tipo de tecnología debería estar implementada.
«Como venezolana yo quiero que en país la gente tenga paz mental al sentirse protegido, seguro. Es un país con gran apetito para este tipo de soluciones, tiene una inmensa necesidad. Es un proyecto en el que estamos trabajando a través del inminente tema de reconstrucción del país donde la responsabilidad social empresarial jugará un rol determinante. Yo como venezolana me atrevo a decir que, distando del caso del terrorismo como célula institucionalizada, en Venezuela la delincuencia desbordada nos coloca en posición de mayor incidencia de siniestro por día que hace evidente y necesaria la implementación de equipos de seguridad como el nuestro en Venezuela, en combinación integrada con otras medidas y tecnologías de seguridad», comentó.
«Hay que ser venezolano para entender que vivimos en constante terror. El venezolano merece paz»
Una trayectoria exitosa
La venezolana nacida en Caracas tiene una trayectoria académica y profesional muy larga. Ha trabajado para corporaciones ubicadas en Venezuela, Canadá, México, Panamá, Barbados, Aruba, Curazao, Colombia, Italia y varias naciones del continente asiático.
Actualmente, Martínez está desarrollando un proyecto de ciudadanía corporativa diseñado para Brijot Millimeter Weave Technologies y que plantea hacer un balance efectivo entre la seguridad, la salud y la privacidad de las personas mediante la aplicación de estrategias tecnológicas menos invasivas en países que no pueden realizar un gasto en seguridad nacional en equipos altamente especializados.
El objetivo es trasladar este producto a países con índices de criminalidad altos con el fin de llevar seguridad a entornos que necesitan estabilidad, pero no pueden costearla.
La venezolana reconoció que le satisface participar en la patentabilidad de una invención que se relaciona con sus valores tanto personales como profesionales. Asimismo, defiende la perseverancia de los derechos fundamentales a la salud y a la vida.
Cuando Valentina se enfrentó al reto de desarrollar el modelo de negocio de esta empresa, entendió que los consumidores estaban adquiriendo algo intangible y no simplemente un equipo detector. El último beneficiario del producto en realidad recibe algo imponderable, la paz.
Esto la llevó a pensar no solo como corporación, sino como usuario y cliente cotidiano, y se dio cuenta de la cantidad de miedos que puede tener un ciudadano de a pie, habitante de un mundo cada vez más violento y más distorsionado.
“Esto me hizo entender que estaba en la empresa correcta, donde se me daba la oportunidad de lograr un balance entre el interés económico, propio de todo emprendimiento, y el beneficio social”, finalizó Valentina Martínez.