La frase, que fue publicada por el diario Folha de São Paulo, supuestamente hace referencia a la destitución en junio de 2012 del entonces presidente paraguayo Fernando Lugo a través de un juicio político en el Senado.
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores enviado a The Associated Press señaló que llamó al embajador José Felicio «a quien se le expresó la sorpresa y desagrado por las expresiones publicadas en dicho medio de prensa y atribuidas a la mandataria brasileña». Añadió que:
«Asimismo, se le ha requerido solicite a su gobierno las aclaraciones debidas sobre la veracidad de las mismas».
El documento agregó que «en Paraguay el Estado de derecho y las instituciones del sistema democrático, representativo y republicano están plenamente vigentes, sólidas y son respetadas» y que en el juicio político a Lugo el Senado obró dentro del marco jurídico establecido en la constitución «respetándose en todo momento el debido proceso».
Tras la destitución de Lugo asumió el entonces vicepresidente Federico Franco quien completó su periodo de gobierno hasta agosto de 2013, fecha en que entregó el mando al actual mandatario Horacio Cartes.