Opinión

Las elecciones colombianas y Venezuela

La migración masiva de venezolanos que bien sea que atraviesan Colombia para seguir con rumbo a otros países, o bien que decidan asentarse en territorio colombiano, le genera al Estado colombiano problemas de diverso orden. Mientras la crisis sea el signo característico de Venezuela seguirá el éxodo

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Estamos, como se suele decir en el argot hípico, en la recta final de la carrera presidencial colombiana. Este 19 de junio se escogerá un nuevo presidente y, sean quien salga electo, Colombia iniciará una nueva era política. Las relaciones con Venezuela, desde Bogotá, entrarán en una nueva etapa también.

La segunda vuelta está bastante reñida, según lo que muestran las encuestas. En muchos casos los sondeos muestran prácticamente un empate técnico entre el ex guerrillero del M-19 y quien tuvo un corto y polémico paso como alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y el ex alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, un empresario metido en política con un discurso antisistema y promesas de combatir la corrupción a rajatabla.

Dado que ni Petro ni Hernández han estado vinculados a los dos partidos políticos clásicos de Colombia, liberales y conservadores, se cierra un ciclo en el país vecino, puesto que durante 60 años estos dos partidos se alternaron en el poder y modelaron las instituciones públicas. Los colombianos han optado por un cambio a fondo y de esa forma estarán escogiendo entre dos candidatos que no están vinculados con el pasado político.

Otro ciclo que llega a su fin, en Colombia, es el uribismo. Durante las últimas dos décadas Álvaro Uribe fue el tótem de la política colombiana. No sólo fue presidente en dos períodos, sino que logró cambiar la constitución para incluir la reelección inmediata que no existía; puso en la presidencia a quien era su delfín Juan Manuel Santos, aunque éste luego se independizó en sus decisiones, y, finalmente, Uribe logró llevar a la presidencia a una figura de segundo nivel, como lo fue al momento de ser elegido presidente, hablamos del actual mandatario Iván Duque.

Se espera el restablecimiento de las relaciones

El nuevo ciclo político que se inicia en Colombia tendrá repercusiones de diverso tipo en Venezuela. La más inmediata, sea que gane uno u otro, será el restablecimiento de relaciones plenas con el régimen de Nicolás Maduro.

En el marco de la política de “presión máxima” que en su momento delineó la Casa Blanca, a inicios de 2019, el gobierno de Duque se alineó con Washington lo cual le llevó a estar estrechamente comprometido con “el interinato” de Juan Guaidó.

La ruptura total de relaciones fue la respuesta de Maduro. Además de las relaciones diplomáticas, que ya habían sufrido serios embates, desde 2019 se rompieron también las relaciones consulares, lo cual ha tenido un grave impacto para los colombianos en Venezuela y los venezolanos en Colombia

El restablecimiento pleno de relaciones entre Caracas y Bogotá, una cosa a la que apuesta ahora Maduro en su afán por romper el aislamiento internacional, en el caso de Petro esto podría estar dado más por sus afinidades y simpatías históricas con el chavismo. En el caso de Hernández su discurso es más autárquico, se centrará en resolver los temas de Colombia y por tanto Venezuela no es una prioridad para él y que sean los venezolanos quienes se peleen o no con el chavismo.

¿Qué pasará con los venezolanos en Colombia?

Un tema espinoso es la presencia de unos dos millones de venezolanos en Colombia. Duque no sólo tuvo una política amplia y generosa de acogida para los migrantes, sino que también logró canalizar recursos de la comunidad internacional para su atención. Logró regularizar la presencia de la mitad de esos compatriotas.

La migración masiva de venezolanos que bien sea que atraviesan Colombia para seguir con rumbo a otros países, o bien que decidan asentarse en territorio colombiano, le genera al Estado colombiano problemas de diverso orden. Mientras la crisis sea el signo característico de Venezuela seguirá el éxodo.

Ni Petro ni Hernández han hablado abiertamente en la campaña sobre cómo abordarán esta compleja situación, desde la presidencia. Pero será, sin duda, un tema ineludible para el próximo mandatario colombiano.

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