Salud

Alzheimer y terror a perder la cabeza: esto te conviene saber sobre la demencia

El Alzheimer es la forma más común de la demencia en el mundo de hoy. Según expertos, 10 años antes de que aparezca ya habrá alguna alteración en el cerebro antes de comenzar un declive irreversible. Es mejor tratar de entenderlo mejor.

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El Alzheimer es una epidemia mundial si escapatoria

Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, establecido por la OMS en 1994 para llamar la atención sobre esta epidemia de salud mental que es hoy la principal causa de demencia en personas mayores y afecta a entre 7% y 8% en promedio a los mayores de 60 años.

«La demencia es un síndrome, generalmente de carácter crónico o progresivo, que provoca deterioro de la función cognitiva (la capacidad de procesar el pensamiento) más allá de lo que cabría esperar de las consecuencias habituales del envejecimiento biológico. Afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones precedido, de cambios en el estado de ánimo, el control emocional, el comportamiento o la motivación. La demencia es el resultado de una serie de enfermedades y lesiones que afectan principal o secundariamente al cerebro, como la enfermedad de Alzheimer o el ictus», señala la OMS.

«La demencia roba a millones de personas sus recuerdos, su independencia y su dignidad, pero también nos arrebata a los demás a las personas que conocemos y amamos»

Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud.

A pesar de todos los avances de la ciencia y la tecnología todavía es muy poco lo que se puede hacer contra el Alzheimer, un mal implacable que se lleva gradualmente la esencia y la personalidad de quien la padece, hasta dejarla convertida en poco más que un ser vacío de memorias, afectos, recuerdos, afectos e interacción hasta con las personas alguna vez más queridas.

«La enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un 60% y un 70% de los casos» de demencia en el mundo.

La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares.

«El crecimiento de la población y la mejora de la longevidad, probablemente combinados con un aumento de la prevalencia de los factores de riesgo, ha provocado un aumento espectacular del número de muertes causadas por la demencia en los últimos 20 años. La demencia y sus subtipos clínicos incluyendo la enfermedad de Alzheimer, se han convertido en la séptima causa de muerte entre todas las enfermedades», con 1,639 millones de muertes en 2019.

Alzheimer, una epidemia mundial
La edad es un factor de riesgo, pero no toda persona mayor tiene por qué sufrir esta demencia.

Cómo saber si vamos en ese camino

Informes de expertos citados por la OMS observan que la demencia afecta a cada persona de manera diferente, «dependiendo del impacto de la enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar a padecerla. Los signos y síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en tres etapas»:

Etapa temprana:a menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Tendencia al olvido;
  • Pérdida de la noción del tiempo;
  • Desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.

Etapa intermedia:a medida que la demencia evoluciona hacia la etapa intermedia, los signos y síntomas se vuelven más evidentes y más limitadores. En esta etapa las personas afectadas:

  • Empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas;
  • Se encuentran desubicadas en su propio hogar;
  • Tienen cada vez más dificultades para comunicarse;
  • Empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal;
  • Sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las mismas preguntas.

Etapa tardía:en la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la inactividad son casi totales. Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes. Los síntomas incluyen:

  • Una creciente desubicación en el tiempo y en el espacio;
  • Dificultades para reconocer a familiares y amigos;
  • Una necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal;
  • Dificultades para caminar;
  • Alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.

Estrategias de prevención

  • Se ha descubierto que el prevenir enfermedades concurrentes como cardiovasculares, diabetes, colesterol, problemas del corazón, también protege y disminuye la posibilidad de desarrollar alguna forma demencia, señala el doctor Aquiles Salas, uno de los principales especialistas sobre el tema en Venezuela.
  • «Es un problema de salud que no se genera los 65 años, se genera desde atrás, fisiopatológicamente antes de eso viene el proceso de desarrollo de la enfermedad», explica Salas.
  • Hay otros factores que deben contemplarse en la prevención: el ser humano a medida que envejece en etapas alrededor de los 60 años, cuando se jubila, deja de hacer actividades habituales, se aísla y ese factor también es desencadenante. Eso se asocia a problemas emocionales como la depresión, la ansiedad y otros factores que influyen en las carencias que sufre estas personas.
  • Es necesario el estímulo a la socialización, a mantenerse activos, a evitar el estrés y la depresión, conjuntamente con ejercitarse, a través del ejercicio físico y la recreación.
  • En los hogares o en sus hogares sustitutos a estas personas se les debe dar estimulación cognitiva, apoyo emocional, sociabilidad, buena alimentación, ejercicio físico y recreación.

Factores de riesgo y prevención

«Aunque la edad es el principal factor de riesgo de demencia, la enfermedad no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Además, la demencia no afecta exclusivamente a personas mayores. La demencia de inicio temprano (aparición de los síntomas antes de los 65 años) representa hasta un 9% de los casos. Los estudios demuestran que se puede reducir el riesgo de padecer demencia haciendo ejercicio con regularidad, no fumando, evitando el uso nocivo del alcohol, controlando el peso, tomando una alimentación saludable y manteniendo una tensión arterial y unas concentraciones sanguíneas adecuadas de colesterol y glucosa. Otros factores de riesgo potencialmente modificables son la depresión, el bajo nivel educativo, el aislamiento social y la inactividad cognitiva», señala la OMS.

Dónde encontrar ayuda e información:

Fundación Alzheimer Venezuela.

Organización Mundial de la Salud

Alzheimer’s Asociation

Clínica Mayo

Para saber más.

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