Besitos de coco, dulces migrantes mestizos
Todos sus ingredientes vienen de otras tierras y eran cultivados en Venezuela por mano de obra africana
Todos sus ingredientes vienen de otras tierras y eran cultivados en Venezuela por mano de obra africana
Fruto del mestizaje de ingredientes y culturas, los besitos de coco forman parte del acervo culinario del Caribe. Algunos autores ubican su nacimiento en Puerto Rico y el cálido mar se encargó de trasladar la receta a otros fogones de la región.
Todos coinciden en afirmar que la receta de los besitos de coco es posterior al tiempo de los primeros encuentros de culturas en suelo americano. Su preparación requiere de ingredientes llegados de otras tierras.
En primer lugar, el coco, que cuenta con un discutido origen perdido en la bruma de los siglos. Hay quienes afirman que fueron los intrépidos navegantes portugueses quienes lo vieron por vez primera en las lejanas tierras del sur de Asia y le dieron nombre por las tres marcas circulares que les recordaron a un “coco”. De allí debe haber pasado a las costas bañadas por el mar Caribe.
El trigo, segundo elemento de esta dulce ecuación, con certeza llagó en las carabelas de los hispanos que intentaron aclimatar el cereal de sus añoranzas en estas tierras calientes, con más o menos éxito, pero siempre bajo el interés y escrutinio de consumidores y gobernantes. Folios y folios de reuniones de cabildo reafirman la importancia del dorado trigo y su no menos apetecido producto: harina.
Luego es necesario contar con el papelón, hijo oscuro de los ingenios donde se procesaba, y aun se procesa, la caña de azúcar que se extendió rápidamente por la cuenca caribeña después de su ingreso desde las Islas Canarias.
Su laborioso cultivo requirió de abundante mano de obra, de hombres y mujeres alejados de sus tierras africanas y que desarrollaron una rica cultura culinaria en la región. Entre su herencia están los besitos de coco, integrantes de los recetarios de casi todos los países con salida al Caribe, donde los africanos encadenados para aumentar la producción de los fértiles suelos de la región.
La desaparición de pregoneros y pulperías hizo a los besitos de coco, al igual que otras dulces tentaciones criollas, menos populares, pero en zonas del estado Miranda, como Barlovento, enclave afrodescendiente por excelencia, siguen grupos de mujeres compartiendo saberes y sabores ancestrales en cada bocado dulce.
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