En la formación y desarrollo del partido han participado líderes políticos regionales que pertenecieron a esas corrientes políticas de la reivindicación social, con un pensamiento de avanzada que quieren hacer de Venezuela un país de progreso en paz y democracia
La democracia es consustancial con los partidos políticos, y a su vez los partidos políticos, son consustanciales con un pensamiento político, con un ideal, con un planteamiento filosófico
Ya los venezolanos llevamos varios años tratando de definir el nuevo rumbo que tomará nuestra nación, luego de haber logrado la proeza histórica de haberle puesto la tapa al infierno del militarismo en 1958
La desazón y la angustia que invade a la mayoría de los venezolanos en los últimos meses ha aumentado, las causas son las de siempre. Es aquello que el Dr. Manuel Barroso denominó “locus de control externo”; siempre buscamos la razón de lo malo que nos sucede en otras personas, sin descartar que, además, siempre esperamos que sea otro quien venga a resolvernos nuestros problemas.
Los líderes son intérpretes de lo que siente la gente; esa es la creencia, el deber ser, o al menos lo que muchos suponemos. No es nada nuevo decir que la acción política no es sino el contacto y la compenetración con la gente. Especialmente con los más humildes, con todos aquellos que por cualquier razón se hacen vulnerables, se quedan rezagados o no tienen los medios o la capacidad para ser escuchados, como también lo son otros sectores de la sociedad con mayor capacidad de desarrollo y presencia.
Durante los primero 25 años de nuestra era democrática, en Venezuela prácticamente no se hablaba de crisis; se discutía en todos los ámbitos, sobre el futuro del liderazgo político en los principales partidos, de nuevas figuras que comenzaban a descollar, y nacían nuevas iniciativas políticas; en el mundo empresarial continuamente se creaban nuevas empresas, había nuevos desarrollos inmobiliarios, turísticos e industriales en todo el país, y continuaban creciendo las oportunidades y los programas educativos y de investigación, tanto en el sector público como en el privado.
Se podría pensar que la historia de la Venezuela libre e independiente, nació de las conspiraciones de hombres, que por diversas razones querían la separación del dominio español. Conspiraciones que si bien tuvieron su éxito, como lo fue el nacimiento de la Primera República, también tuvieron fracaso, al no poder mantenerse en el poder.
El debate sobre la vigencia de las democracias liberales, como los analistas le han dado en llamar recientemente a las democracias occidentales, es abundante y promete seguir creciendo. La razón fundamental son los sorpresivos giros electorales que en diferentes partes del mundo que se han venido dando en los últimos años en varios países. En unos, por la aparición de nuevos actores en el juego político, como en Inglaterra, Francia, El Salvador, México, Paraguay o Estados Unidos, y en otros porque el modelo político pareciera no avanzar, como en España, República Dominicana, Uruguay o Bolivia.
Sobre el liderazgo hay muchas tesis y enfoques. El profesor Ronald Heifetz, de la Harvard Kennedy School, ha desarrollado junto a un grupo de investigadores la tesis del Liderazgo Adaptativo, y lo define como aquel en el cual alguien decide asumir el riesgo de conducir a un grupo de personas para que asuman el reto del cambio y adaptación a una nueva realidad, de forma tal que en ese camino se logre un aprendizaje que le permita al grupo crecer, fortalecerse y posicionarse ante una nueva realidad.
Nunca dejaremos de preguntarnos por qué Venezuela perdió el rumbo cuando en la ruta de su “proyecto nacional”, orientado por un claro sentido de progreso democrático, social y económico, de repente despertamos de una borrachera de bonanza, en medio de un país poseído por el autoritarismo de otras épocas que creíamos ya superadas.
Los acontecimientos políticos de los últimos años han confrontado a los venezolanos a diferentes concepciones de la vida, nos ha puesto a todos frente a un espejo donde aparecen reflejadas las miserias y las virtudes de nuestra sociedad, nuestras debilidades, nuestros olvidos y nuestras fortalezas.
Luego de la secuencia de gobiernos que entre Páez y Soublette transcurrieron de 1830 a 1847, el presidente llanero aún teniendo a mano ciudadanos ilustres en quien depositar su confianza para designar el próximo presidente, lo hizo en quien pensaba sería sumiso a sus deseos y no implicaba riesgos para su gloria. El sucesor, como muchos otros que juran lealtad al dedo supremo, resultó ser una calamidad para Páez y especialmente para Venezuela.
A finales del año 2013 los miembros de las Dirección Nacional de Voluntad Popular, nos reunimos en la casa de Leopoldo López para discutir sobre la situación política del país y las características del gobierno. El debate fue largo e intenso, con argumentos y explicaciones de jurídicas, académica e históricas. El centro de la discusión era la democracia en Venezuela y la situación de los venezolanos.
Hasta hace poco era común escuchar a propios y extraños, expresar su disconformidad por la actitud de los venezolanos frente a un régimen que nos hace padecer penurias de todo tipo, especialmente a la gente humilde que es la gran mayoría del país. ¿Qué pasa? ¿Por qué no reacciona la gente? Algunos afirmaban que éramos unos cobardes, otros aseguraban que nos conformamos con migajas, otros plantean que somos un pueblo sin valores, y otros terminaban haciendo comparaciones odiosas con otros pueblos latinoamericanos supuestamente más bravíos y dignos que el venezolano.
El orden republicano, la virtud ciudadana y el concepto de lo colectivo: En nuestra opinión, la formación de la República venezolana, ha pasado por tres grandes etapas, en el camino por alcanzar la legitimidad social y política dentro del orden republicano liberal.
Entender a Venezuela como sociedad y como República, sin duda pasa por entender las diferentes etapas de su devenir social, a los hombres que han formado parte de su historia y de su acontecer político. Innumerables generaciones de venezolanos recibieron durante siglos, la influencia de costumbres y preceptos políticos, ideológicos, religiosos, raciales y sociales, que han sido determinantes en la formación y evolución de la idiosincrasia política y social, clave para la formación de la república venezolana.