Venezuela

Opinión|El reto adaptativo

Sobre el liderazgo hay muchas tesis y enfoques. El profesor Ronald Heifetz, de la Harvard Kennedy School, ha desarrollado junto a un grupo de investigadores la tesis del Liderazgo Adaptativo, y lo define como aquel en el cual alguien decide asumir el riesgo de conducir a un grupo de personas para que asuman el reto del cambio y adaptación a una nueva realidad, de forma tal que en ese camino se logre un aprendizaje que le permita al grupo crecer, fortalecerse y posicionarse ante una nueva realidad.

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Según esta tesis, es líder quien asume ese difícil reto y hace el ejercicio de conducir a una persona o a un colectivo a una nueva realidad y no morir en el intento. Para ello, el líder debe valerse todos los recursos a su alcance para persuadir a la gente de que lo acompañe en esa ruta.

El proceso sociopolítico de Venezuela en los últimos 30 años ha girado en torno a dos elementos. Por una parte el cambio que en todos los órdenes de la vida nacional hemos vivido; y por la otra, la capacidad del liderazgo nacional para conducir a los venezolanos durante esa fase de absoluta transformación. Este período de nuestra vida política, social y económica perfectamente pudiéramos dividirlo en tres etapas: la del fin del modelo político del 58 durante los años 90; la del autoritarismo y la destrucción de las instituciones democráticas; y por último, la que hoy pareciera ser la del fin del proyecto militarista y de transición hacia una nueva era sociopolítica nacional.

En cualquiera de esas etapas los venezolanos siempre hemos discutido sobre el papel de nuestros líderes, especialmente de los políticos. El trasfondo del debate siempre estuvo en descifrar si quienes tomaron el riesgo de conducirnos serían capaces de enfrentar las dificultades y conducirnos a un nuevo destino de democracia y prosperidad; obviamente no lo lograron, y hoy estamos un destino diferente en el que vemos a diario el angustioso derrumbe de un país y de una sociedad.

Así pues, en los últimos 30 años el liderazgo venezolano, en todas sus facetas, no fue capaz de conducir a los venezolanos a un nuevo destino. El reto de cambiar para adaptarse y lograr la transformación social y política no se logró en casi ningún orden de la vida venezolana.

En nuestro subconsciente, todos sabemos que a ese destino jamás podremos llegar si no hay un cambio colectivo, pero necesariamente conducido por un liderazgo que asuma el reto de pensar en el país y no el poder. Es la única fórmula para poder entusiasmar a los venezolanos alrededor de una nueva visión de país que logre movilizarlos para cambiar la actual situación. Aunque se diga fácil, la tarea es muy compleja, pues la situación en la que queda la nación luego de esta inolvidable experiencia militarista dificulta con creces la misión.

En el caso venezolano estamos ante un reto de transformación en casi todos los órdenes y ante realidades absolutamente inéditas, como por ejemplo el fenómeno social que representará en los próximo años la diáspora que hoy vivimos; cómo será el comportamiento de esos venezolanos y lo efectos de este fenómeno en 5, 10 o 15 años nadie lo sabe, pero es un reto que habrá que atender y no será con las fórmulas y métodos políticos y económicos de hoy.

Las generaciones que van de 1928 a 1958 asumieron el reto de transformar a Venezuela y la llevaron de un país analfabeta y castrado políticamente a la Venezuela de las grandes universidades y la democracia más relevante del hemisferio durante mas de 30 años. Lamentablemente en los años 90, quienes intentaron asumir el reto de transformar las viejas estructuras de poder no pudieron lograrlo.

Todo ejercicio de liderazgo en busca de la transformación social requiere de que primero identifiquemos cuál es el reto adaptativo, el reto de transformación y el reto de aprendizaje que tenemos que asumir para poder ser distintos cuando lleguemos a esa Venezuela diferente que todos anhelamos. Es un reto no solo para los políticos, es para quienes manejan la opinión pública, sino también para los gremios de profesionales, los rectores, los capitanes de empresa y los trabajadores.

El reto adaptativo venezolano es el reto de la transformación de su liderazgo con todas sus complejidades y asumiendo todos los riesgos; es un reto donde no caben los cálculos de conveniencia, sino el compromiso de transformarnos en una sociedad de ciudadanos honestos y solidarios, de empresas competitivas de primer mundo, de partidos democráticos y de instituciones modernas y sólidas. No se trata solo de conquistar el poder o recuperar a nuestras empresas, se tratar de reinventar a Venezuela y conducir a su gente a una nueva realidad que todos debemos construir.

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