Venezuela

De la Ciudad Universitaria y Los Miserables

“Ciudad Universitaria – La Construcción de lo imposible” y el musical “Los Miserables”; un mismo momento para reseñar dos épocas y dos temas

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“Ciudad Universitaria – La Construcción de lo imposible” y el musical “Los Miserables”; un mismo momento para reseñar dos épocas y dos temas
Archivo El Estímulo

La pasada semana se presentaron en Caracas el documental de Cinesa “Ciudad Universitaria – La Construcción de lo imposible” y el musical “Los Miserables”; un mismo momento para reseñar dos épocas y dos temas. Ambas cosas hablan de dos imposibles, convertidos en realidad para los venezolanos.

Carlos Oteyza y todo el equipo de Cinesa, en su incansable labor por presentar a los venezolanos el legado de los grandes hombres de Venezuela y sus logros, nos presentaron un documental sobre la concepción y realización de la Ciudad Universitaria de Caracas a lo largo de más de 40 años; una conquista entre dictaduras, golpes y democracia, que hoy a pesar del abandono gubernamental sigue siendo aliento para miles de jóvenes. Ver en un resumen cinematográfico a un conjunto de venezolanos, que a pesar de los avatares de nuestra historia, pasan por encima de las diferencias y logran obras transcendentes para el país, resulta emocionante. Pero realmente no se trata solo de la obra arquitectónica, se trata de un grupo de venezolanos que más allá de la contingencia política, lograron unir a los mejores para alcanzar un sueño de grandeza.

Cualquiera que visite por ejemplo, la Facultad de Arquitectura de la UCV, se sorprende de cómo fueron concebidos esos espacios en la Venezuela de los años 50, y se da cuenta de la dimensión, la fe, la visión de grandeza y el amor por hacer de nuestro país el primero de América. Muchos venezolanos de primera línea, orígenes y tendencias sociales y políticas, se supieron poner de acuerdo y lograron darle al país un impulso social y espiritual, igual al que le dieron quienes fundaron a Venezuela como una República única, ejemplo para toda la América.

Fernando Venturini, el guionista del documental, logra llevar al espectador por un periplo de avatares políticos y económicos, que por momentos hace pensar que el proyecto, concebido desde la época de Medina Angarita, quedaría inconcluso. El proyecto se logró, y se logró integrando no solo las más modernas concepciones arquitectónicas, artísticas y sociales, sino bajo una concepción única, original y propia para el crecimiento de una nación grande, libre y democrática. Pero lo que realmente lograron ese grupo de venezolanos de diferentes generaciones, fue escalar otro tramo en ese proyecto histórico nacional, de formar una sociedad libre, democrática y de avanzada. El documental nos revela cómo la dictadura de Pérez Jiménez quiso usar el proyecto de la Ciudad Universitaria, como el escenario de su supuesta grandeza. Jamás podía prosperar ninguna dictadura, por más desarrollista que fuera, ante una sociedad que a pesar del autoritarismo, construyó en su cara un espacio para el encuentro ciudadano y el pensamiento libre.

Gracias al empeño de Claudia Salazar, se presentó en el Teatro Teresa Carreño la obra “Los Miserables”. Durante muchos años y con inquebrantable tenacidad, Claudia Slaazar insistió en hacerlo. Comenta @ligiamvelasquez, que “todo el casting lo hicieron en Venezuela, pero fue enviado afuera para ser aprobados por la casa matriz. Claudia, consciente del potencial que tenía con la Orquesta Sinfónica, solicitó partituras para ser interpretados por la orquesta o por más instrumentos que los que están en las partituras originales. No obtuvo respuesta rápida hasta que le confesaron que ese musical estaba compuesto para un reducido número de instrumentos. Sin embargo, después de toda la información que la casa matriz había recibido, de todo el talento qué hay en el país, el nivel de la Orquesta, las posibilidades y muchas cosas más, decidieron hacer, por primera vez en la historia de este musical, una excepción y readaptar las partituras para más instrumentos, 32 para ser exactos.

Por esa razón, Claude Michel Schönberg, compositor del musical en 1980, vino a Venezuela para verificar los últimos detalles de estos arreglos y presenciar tan especial momento. La fuerza, la intensidad y el talento es algo que tenemos que aplaudir en un país que está en constante cambio y que está decidido a luchar por la excelencia y calidad. Todo el elenco es de altísimo nivel y que el productor Cameron Mackintosh valore y apoye estas readaptaciones habla muy bien del buen trabajo que se hace.”

Más allá de la admiración y orgullo por esos logros, que están vivos como un mandato permanente, nos preguntamos, ¿qué hicieron esos venezolanos para que entre tantas vicisitudes, limitaciones y cambios, hayan logrado semejante conquista? ¿Qué podemos aprender de ellos en este momento crítico de Venezuela, en el desasosiego que invade a los venezolanos?

Fueron venezolanos que soñaron con la transformación de Venezuela y de los venezolanos; fueron venezolanos empeñados en demostrar de lo que es capaz un gentilicio, que a pesar de sus defectos, pueden ir más allá de lo esperado. Antes y ahora, han sido venezolanos que en primer lugar lograron unir a las mejores voluntades, y en segundo lugar se han unido sin egoísmos alrededor de un propósito común, donde el objetivo no es la gloria personal de nadie en particular, sino lograr un éxito en función del país y de la integración de los venezolanos, sin importar su origen, nivel social o vinculación política. Concebir la Ciudad Universitaria hace 70 años o producir Los Miserables en la Caracas de hoy, eran dos imposibles.

El mensaje es claro y demandante, nos toca a los venezolanos de hoy, unir a las mejores voluntades, sin importar su origen ni vinculación política, para hacer frente común y lograr lo que algunos conciben como imposible, que no es otra cosa que recuperar la democracia y volver a concebir un ambicioso proyecto nacional que coloque a Venezuela y a los venezolanos entre las naciones más importantes del hemisferio.

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