En base al refrán "eres lo que comes y comes lo que eres" compartimos con ustedes este test que la querida Norelys Rodríguez publicó en su libro Vida en Equilibrio para ayudarte a descubrir cómo es tu alimentación. Para este tipo de encuesta es importante que seas lo más sincero posible, selecciona la casilla de tu respuesta y luego solo debes sumar los puntos acumulados para obtener los resultados de tu evaluación. ¡Suerte!
En tu desayuno, ¿incluyes frutas ya sea en jugo o en trozos?
A media mañana, si sientes hambre optas por:
Si meriendas durante la tarde ¿qué prefieres?
¿Cuántas veces al día comes vegetales o ensaladas?
Si vas a un restaurante, sueles pedir:
¿Cuántas veces por semana comes pescado?
¿Qué tan seguido sirves en tu plato una porción de vegetales, carbohidratos y proteínas?
¿Cuántas veces a la semana consumes comida rápida?
Cuando tomas café o té, le agregas:
¿Cómo preparas tus comidas regularmente?
¿Cuánta agua tomas durante el día?
RESULTADOS
15 o más puntos: estás comiendo muy bien. Tienes buenos hábitos alimenticios y aunque alguna vez te salgas de tus patrones, sueles retomarlos rápidamente, lo que le da continuidad a tu dieta sana.
Entre 9 y 14 puntos: comes de manera satisfactoria, pero debes mejorar tus hábitos alimenticios para que tus comidas sean más saludables.
Menos de 9 puntos: tu rutina alimentaria es deficiente. Es necesario que tomes una decisión y comiences a equilibrar tu dieta.
Si sabes bastante sobre comida y estás todo el tiempo pensando en qué nuevo sitio gastronómico visitar, este artículo es el indicado para ti. ¿Acaso te estás convirtiendo en un foodie y no lo sabes? O, quizás, crees que eres un foodie y no es así.
El estreñimiento puede ser ocasional debido al cambio de rutina o cambios emocionales, así como a los cambios de horarios y tipos de alimentación. Las dificultades para asistir al baño suelen afectar a aquellas personas quienes llevan una inadecuada alimentación, con bajo consumo de fibra y pocos líquidos, llevar una vida sedentaria e incluso padecer de sobrepeso
Desde que le colocamos el adjetivo “saludable” a nuestra alimentación hemos tenido que aprender de una manera muy poco intuitiva, a reconocer lo que es bueno para nuestro cuerpo de lo que no lo es. Nuestro antepasados sólo debían seguir su instinto, el ciudadano de hoy debe aprender a descifrar complejas tablas y etiquetas con nombre que nisiquiera sabe pronunciar. Una utopía al mejor estilo de Thomas More
