El estante de cereales en los supermercados de la Venezuela de antes era una explosión cromática. Había cereales para todos los gustos y, especialmente, para el público infantil. Kellogg’s era la marca principal en este segmento y sus personajes, uno por cereal, eran conocidos por todos los niños.
Los cereales infantiles de Kellogg’s acompañaron a los niños venezolanos al despertar, en los desayunos antes de ir al colegio; en las meriendas, con sus cajitas (que luego se convirtieron en bolsitas metálicas) con porciones individuales, y en una que otra tarde en la que, para matar el hambre, metíamos la mano en la caja guardada en la despensa y comíamos algunos cereales, o los servíamos en una tacita para comer secos, sin leche.
A veces, los cereales aparecían en un postre, como aquellas bolitas que se hacían con Corn Flakes, Zucaritas o Choco Krispis, con leche condensada, y que eran como trufas crujientes y algo pegostosas que a los niños les encantaba. (Si quieren acordarse de cómo eran, pueden ver el video de la receta aquí)
El más famoso de todos los personajes era el Tigre Tony, imagen de Zucaritas, la primera versión infantil del Corn Flakes, al que le añadieron extra de azúcar. En los años 90 apareció en una atractiva versión con cacao, llamado Chocozucaritas.
Empezando el nuevo siglo, el Tigre Tony dejó su imagen infantil y se convirtió en un atlético felino, que se la pasaba haciendo deportes porque su cereal le daba extra energía.
Pero también estaban Sugar Pops, de caja amarilla y el vaquero y que luego derivó en Corn Pops, borrando al cowboy y a la palabra «azúcar»; Choco Krispis, de Melvin, el elefante, que pintaba la leche de marrón y Rice Krispis, de caja azul y tres duendes con pinta de traviesos que, además, invitaban a comerlo con cambur. Un poco más nuevos están el Sugar Smacks, de la ranita en la caja roja; Choco Pops, que era un Corn Pop con chocolate y un monito como personaje; Speedy Loops, de caja anaranjada y con una abejita sonriente pues estaban hechos con miel; y Froot Loops, con Sam, el tucán multicolor. También aparecían en las despensas, ocasionalmente, cereales importados como Apple Jacks o Mini Wheats.
Todos acompañaban al gallo Cornelio, el primero de todos, imagen del Corn Flakes original, visto como un cereal para adultos.
De vez en cuando, sobre todo en épocas de eventos deportivos como los mundiales de fútbol y las olimpíadas, los personajes se transformaban en juguetes coleccionables, que venían dentro de las cajas.
(Foto: Taringa)
Kellogg’s les dio muchas opciones también a los adultos venezolanos. Además del Corn Flakes aparecieron Special K con mucha fibra (y sus muchas versiones con fruta deshidratada o chocolate oscuro); All Bran, con todavía más fibra, Raisin Bran (para fanáticos de las pasas) y los Müsli natural, de manzana y de chocolate.
Kellogg’s es una marca que ha acompañado las mañanas de generaciones de venezolanos, tras más de 50 años presentes en el mercado local. En los últimos años, intentaron adaptarse a la crisis reduciendo el costo de sus empaques, y reduciendo su oferta a pocos productos como Corn Flakes, Zucaritas y, eventualmente Musli y Special K.
(Foto: Domestika)
No pudieron. Hoy, 15 de mayo, decidieron cerrar operaciones, liquidar a sus empleados, y cerrar las puertas de su planta en Maracay, estado Aragua. Los desayunos ya no serán lo mismo para muchos venezolanos.
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