Ciencia

Especies invasoras: un enemigo real que también ataca ecosistemas en Venezuela

Biólogo José Leonardo Castañeda Riera levanta las banderas de alarma sobre un tema olvidado: especies foráneas que se propagan en nuestras aguas y acarrean granees daños ambientales y económicos.

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Especies foráneas en el Lago de Maracaibo

Las especies exóticas invasoras son reconocidas como una de las mayores amenazas para la biodiversidad a nivel mundial, también tienen graves impactos económicos, ambientales y de salud, inclusive en las áreas marinas y costeras han sido identificadas como una de las cuatro mayores amenazas a los océanos del mundo junto con las fuentes terrestres de contaminación marina; la sobreexplotación de los recursos marinos vivos, y la alteración física o destrucción de hábitats marinos.

Venezuela no escapa y hoy el mar Caribe venezolano sufre una tragedia ambiental ocasionada por especies no nativas de corales, moluscos y crustáceos principalmente.

El biólogo José Leonardo Castañeda Riera, quien se ha especializado en Gestión de las Aguas de Lastre, alerta que en Venezuela “en la actualidad no se sabe con exactitud el número total y distribución de las especies foráneas invasoras en las costas de la nación. Muchas de ellas llegan a nuestro país en las aguas de lastre que traen los buques de carga. Uno de los problemas principales radica en la falta de recursos, tanto humanos como materiales para determinar y cuantificar el daño que han generado las especies foráneas, ya que la principal estrategia para combatir especias invasoras es la prevención”.

Cangrejo nadador (Charybdis helleri)

El biólogo zuliano, con larga experiencia en inspecciones de buques en materia de aguas de lastre, explica:

“Si bien el agua de lastre es crucial para la operación segura de los barcos, los estudios han demostrado que cuando se sube a bordo agua de lastre, los organismos que viven en esa agua (bacterias, microbios, pequeños invertebrados, huevos, quistes y larvas de distintas especies) también son absorbidos por los tanques y que dependiendo de la duración del viaje y otros factores, muchos de estos organismos son capaces de sobrevivir y posteriormente son liberados en las aguas del puerto de destino, lo que puede plantear problemas ecológicos, económicos y de salud graves una vez que estas especies se establecen el medio de acogida, y se convierten en especies foráneas invasoras capaces de imponerse a las nativas y proliferar hasta alcanzar proporciones de plaga”.

El camarón tigre ataca en Zulia

Castañeda asegura que uno de los casos más conocidos de daños a los ecosistemas venezolanos se encuentra en el Lago de Maracaibo, donde se ha establecido una especie foránea invasora conocida comúnmente como camarón tigre (Penaeus monodon), cuya introducción se cree está relacionada a las descargas de las aguas de lastre transportada por buques provenientes del Océano Pacífico Occidental.

“Más allá de cuál fue su mecanismo de introducción, queda claro que su presencia en los ecosistemas venezolanos genera un desequilibrio en las poblaciones de las especies nativas, a tal punto que su presencia y proliferación en el Lago de Maracaibo está afectando a las poblaciones del cangrejo azul y camarones nativos del lago”-

José Leonardo Castañeda

El camarón tigre es una especie carnívora y muy voraz, que crece hasta los 30 centímetros. Los expertos alertan que al alimentarse de larvas y huevos de otras especies como el cangrejo azul, se vuelve una amenaza a los ecosistemas nativos.

Camarón tigre (Paneus Monodon) se ha instalado a sus anchas en el Lago de Maracaibo.

“Este camarón tigre está compitiendo con las especies nativas por alimento y espacio, llegando a alimentarse, en muchas ocasiones, de las nativas, disminuyendo sus poblaciones; adicionalmente como este no es su hábitat de origen, no tienen depredador natural, por lo que se favorece su propagación en otras áreas geográficas, esta especie también tiene el potencial de transmitir enfermedades virales, por ejemplo la mancha blanca a especies nativas de camarón”, precisó Castañeda.

El biólogo explica que la presencia del camarón tigre se ha convertido en una amenaza real para las comunidades pesqueras.

«Considero que la mejor estrategia a seguir es que el Estado venezolano, junto con el sector privado, trabajen en pro de desarrollar una estrategia de atención de esta especie invasora para su control”, señaló.

Invasores de concha dura

Otras especies que están que impactan los ecosistemas venezolanos y que pueden afectar a la pesca y el turismo en el corto plazo son el Percebe Rayado (Amphibalanus amphitrite), Mejillón verde (Perna viridis), Cangrejo nadador (Charybdis helleri) y el Mejillón Japonés (Musculista senhousia). Todas estas especies son originarias de la región del Indo-Pacífico y han sido observadas tanto en las costas orientales como occidentales de Venezuela.

El biólogo José Leonardo Castañeda en trabajos de campo sobre especies invasoras

Graves consecuencias

En caso de que las poblaciones de especies foráneas invasoras sigan creciendo a un ritmo elevado y constante, sin que se tomen medidas de control, las comunidades pesqueras, en especial las artesanales, se encontrarán en la necesidad de cambiar sus planes de manejo de la pesquería tanto en el Lago de Maracaibo como en el Golfo de Venezuela, para poder paliar los efectos negativos de la invasión de estas especies foráneas, advirtió el experto.

De no lograrlo, estos pescadores podrían enfrentarse la disminución de los niveles poblacionales de especies locales a tal punto que sus actividades económicas puedan desaparecer, dejando así a los sectores económicamente más vulnerables de la ciudadanía sin su principal fuente de ingreso.

Percebe Rayado (Amphibalanus amphitrite)

Soluciones

Como parte de la solución, Castañeda plantea que para conocer mejor la realidad actual y futura de la presencia de especies foráneas en nuestros ecosistemas costeros, “el Estado debe crear y mantener estudios de línea base biológica portuaria a nivel nacional a fin de proporcionar inventarios de vida marina en y alrededor de los puertos comerciales, frecuentados por los barcos que transportan agua de lastre, para determinar la presencia, abundancia y distribución de especies no autóctonas que pueden haber sido introducidas por el transporte marítimo, así como por otros vectores. Finalmente el éxito del control y la gestión de las aguas de lastre en Venezuela depende en parte de la capacidad de evaluar los riesgos de transferencia de especies”.

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