Investigación

Ni becas ni un sebillo por firmar contra Maduro

Fundalossada suspendió 833 becas de estudiantes zulianos una semana luego de la revalidación de firmas en pro de un referendo contra el Presidente. Una grabación furtiva confirma la exclusión por razones políticas, pero la Gobernación lo negó. Ahora, por el estruendo de la noticia, se admitió el "error" y se suspendieron sus efectos

Composición fotográfica: Andrea Tosta
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A Angélica Pérez, joven estudiante del tercer trimestre de Psicología en la Universidad Rafael Urdaneta del estado Zulia, la llamaron fuera de su salón el martes 28 de junio para comunicarle la noticia. “Te suspendieron la beca de Fundalossada. A ti y a otros 40 y pico de muchachos más acá”. La revelación, que interrumpió su clase de Psicofisiología, provino de un vocero de la institución privada. Era su primer año de curso y solo había registrado buenas notas manteniendo un promedio de 16 puntos, casi nunca había faltado a clases, era respetuosa y amable con compañeros y profesores. No entendía nada. Solo lloraba.

Las lágrimas le brotaban casi al mismo ritmo de su respirar. No hallaba consuelo al truncamientode su intención de graduarse en su segunda carrera. La primera, el periodismo, le aporta a diario satisfacciones en la Redacción del diario Versión Final como reportera de la fuente cultural y del espectáculo, pero el oficio de la información aún está lejos de aportarle suficiente dinero como para cancelar un trimestre que ronda los 70 mil bolívares.

Junto a otra compañera de estudios afectada, decidió visitar de inmediato Fundalossada, organismo dependiente de la oficialista Gobernación del Zulia que otorga becas a miles de estudiantes de segundo nivel en el estado desde los tiempos de Manuel Rosales (2004). Las atendió un vocero de la oficina de Atención al Ciudadano. Su instinto de periodista le llevó a encender el grabador de su celular para registrar la conversación de manera furtiva. Confirmó que su beca se fue por un caño por una infamia de naturaleza política.

“Tengo dos formas de decirte esto: con anestesia o sin anestesia, ¿cómo lo quieres? ¿Sin anestesia? Bueno, aquí se tomó una orden que vino de arriba, de sacar a todos los estudiantes que firmaron para el referendo. Y se sacaron de varias universidades muchos estudiantes”.

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La Mesa de la Unidad Democrática(MUD) recaudó en abril 231.543 firmas de electores ganados a revocar al presidente Nicolás Maduro de su mandato. De ellas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) invalidó 69.398, aprobó 162.145 y 23.991 debieron autenticarse, según cifras de la plataforma opositora. Un alto porcentaje de esas rúbricas fueron de jóvenes hastiados de la crisis presente, afanosos por un futuro más promisorio. Angélica se cuenta entre ellos.

El funcionario se mostró siempreafable ante ella y su compañera, con el tono simpático de quien transmite malas noticias a sus mejores amigos:“Este gobierno —regional de Francisco Arias Cárdenas—tiene tres años y no había excluido a nadie, pero en este proceso lo tuvimos que hacer, porque, ¿cómo va a ser posible que el Gobierno te está ayudando, con la crisis económica que tenemos, y entonces después firmas en contra del proceso que los está ayudando?”.

De acuerdo con el empleado de Fundalossada, hubo una directriz en la región zuliana para execrar del programa de becarios a todo aquel que haya manifestado a finales de abril su voluntad de revocar al presidente Nicolás Maduro en un futuro referendo. Dio igual si el beneficiado validó o retiró su firma en los procesos electorales posteriores. “Lo que estamos  tomando en cuenta es la intención. No te estamos excluyendo, porque yo te puedo dar una carta para que te vayas inscribir en la Universidad Bolivariana o en la Universidad del Zulia”, concluía el representante oficialista tras una conversación de ocho minutos.

Dentro de Angélica se anidó ese sentimiento de desprendimiento que embarga a quien recién han asaltado. Le robaron uno de sus propósitos de vida. Le hurtaron de tajo aquella ilusión por la que madrugaba desde las 3:00 de la mañana para completar un trabajo o estudiar para un examen. Le reavivaron el trauma vivido por su familia a principios de siglo, cuando Petróleos de Venezuela (PDVSA) despidió a su padre, un supervisor de vieja data en la industria petrolera, por haberse sumado al paro del año 2002.

“Mi papá me lo dijo: ‘no firmes, que ya yo pagué por ti’”, contó a duras penas la periodista y aspirante a psicóloga mientras lossollozos la ahogaban, ya en una oficina contigua al departamento de redacción de su diario. La rodeaban tres compañeros de trabajo y dos de sus jefes. “Nosotros antes teníamos cinco carros y ahora mi papá anda a pie. Él me lo advirtió, me dijo que no firmara”, se lamentaba, cruzando sus brazos sobre sus ojos, abrazada a una silla, para intentar ahogar el llanto. El esfuerzo fue en vano durante 20 minutos.

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Escándalo y desmentido

Angélica autorizó a sus jefes y a José Julio Flores, periodista del departamento de investigación de Versión Final, a publicar la historia en la edición siguiente. El dato sobre las exclusiones ya había hallado su camino hacia la redacción del rotativo zuliano antes de su testimonio y grabación. El periódico abrió portada con el escándalo. A ocho columnas: “Suspenden a 233 becarios por firmar contra Maduro. Una nueva Lista Tascón trunca los estudios a universitarios zulianos”.

La indagación dio cuentas de la exclusión de estudiantesen las universidades Rafael Urdaneta URU), José Gregorio Hernández y Cecilio Acosta de Maracaibo. Sus rectores habían recibido una comunicación de Fundalossada donde se les detallaba los nombres de los estudiantes becados que ya no contaban con el auspicio del Gobierno. Las razones no se especificaban en el memo.

La publicación dio paso al bullicio en la opinión pública local. Avivó además el interés de agencias de noticias internacionales en Caracas. Luis Pérez, director de Fundalossada, ofreció una rueda de prensa donde confirmó la desincorporación de hasta 833 estudiantes del programa de becas. Su explicación distó de la aportada por sudelegado ante los estudiantes perjudicados en la URU: el alumno queda excluido por bajo rendimiento o porque ha estudiado entre ocho y 12 años en instituciones privadas gracias a la ayuda social sin lograr graduarse. Al menos 500 de los casos corresponderían a esta última razón.

El dirigente detalló que la medida obedece a un cambio en el reglamento de la fundación. Desde esa modificación, los becarios deben aprobar todas las materias inscritas para mantener su beneficio, cuando antes solo se exigía aprobar el 50 por ciento de las cátedras.“Yo, como presidente, tengo las atribuciones y competencias para ensayar medidas y luego decidir si se quedan o si se van”, dijo el vocero a la prensa, negando de plano que haya habido móviles políticos o electorales tras sus decisiones.

El mismo gobernador Francisco Arias Cárdenas debió responder las acusaciones. Lo hizo primero con un tuit en su cuenta @PanchoArias2012 y luego conversó con la prensa. “Las becas de Fundalossada hacen un aporte en la preparación académica de los jóvenes para garantizar el avance y el desarrollo del Zulia y solo son desincorporados del programa aquellos que son reprobados acatando el propio reglamento de la institución”. Tachó como falsas e infundadas las denuncias de exclusión por haber firmado en contra del Presidente.

Representantes de la oposición zuliana repudiaron el hecho. La condena pública la lideró Eveling Trejo de Rosales, alcaldesa de Maracaibo y esposa de quien inició el programa de becas hace 12 años con una fundación que llevaba el nombre de Jesús Enrique Lossada. “Las becas fueron creadas por Manuel Rosales para hacer realidad los sueños de miles. Nadie puede robarle el derecho a la educación al futuro del país. Los venezolanos quieren oportunidades de estudio para la superación y progreso de la nación. Los sueños de un joven no pueden ser truncados por el abuso y discriminación política”, rechazó en su cuenta en Twitter.

La funcionaria prometió revisar cada caso de los afectados para beneficiarlos con su programa municipal de becas estudiantiles, bautizado con el nombre original: Jesús Enrique Lossada(JEL). Voceros del partido de Rosales, Un Nuevo Tiempo, cifran en 896 los jóvenes afectados por la medida. Douglas Santana, secretario de organización, insiste en que la decisión no es más que “una persecución política”.“El gobierno de Arias Cárdenas trunca el futuro de los jóvenes del Zulia por pedir el revocatorio. Se ha encargado de acabar y sepultar el futuro y el progreso de los jóvenes y se ha dedicado a eliminar las becas JEL, porque sabe que es un bastión de la gestión de la democracia social y de Manuel Rosales”.

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Fundalossada ha reducido el número de beneficiarios desde que Arias Cárdenas asumió la dirección del Palacio de los Cóndores. De 27 mil estudiantes activos en 2012 en el sistema de becas regionales, hoy solo existen 5.000. Las gestiones de los opositores Rosales (2000-2008) y Pablo Pérez (2008-2014) dieron cuenta de al menos 75 mil beneficiados. La administración de Arias Cárdenas acusó al último de heredarle una deuda de 15 millones de bolívares en ese programa.

Según los reportes de UNT, en junio pasado hubo 103 expulsados del programa en la Universidad Dr. José Gregorio Hernández; 48 en la URU; 310 en la Universidad Rafael Belloso Chacín, 220 en la Universidad Santiago Mariño; 65 en Uniojeda; 89 en la Unica; y 61 en la Antonio José de Sucre.

Las denuncias llegaron a las instituciones públicas. El diputado Gerardo Antúnez expuso la moción en el Consejo Legislativo del estado Zulia, mientras estudiantes afectados y Alexis Artigas, director de las Becas JEL en Maracaibo, ventilaron la denuncia en el Concejo Municipal. El caso se elevará además a la Asamblea Nacional (AN) a través de la vocería de la diputada zuliana Nora Bracho.

El escándalo también movilizó a los estudiantes en la calle, aunque solo en una oportunidad. Decenas de afectados, apoyados por el partido Primero Justicia, marcharon hasta la Defensoría del Pueblo para entregar un expediente con la acusación. Romer Rubio, concejal, calificó como una “vil mentira” el argumento esgrimido por el gobernador y el director de Fundalossada. “Los diferentes casos presentaron pruebas de pertenecer al cuadro de honor de su respectiva casa de estudios y estar aún entre el lapso de los cinco años que exigen la fundación para culminar las carreras. Las altas calificaciones que Luis Pérez nunca pudo sacar en la universidad, estos muchachos las están obteniendo, pero por un capricho político quiere truncarles el futuro a estos excelentes estudiantes”.

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“Pensá un poquito”

Las explicaciones del Gobierno local no encajan en algunos casos públicamente conocidos. Uno de ellos es Diego González, estudiante de la URU e integrante del Cuadro de Honor de esa casa de estudios. Sus excelentes notas no fueron suficiente escudo para evitarque le mutilaran su beca.“Es injustificable, porque ninguno ha violado ninguna normativa que excuse la aplicación de esta medida. Yo soy un estudiante de ingeniería en Telecomunicaciones con reconocimiento del Cuadro de Honor, estoy estudiando desde el año 2012 y nunca he incumplido con las reglas de la fundación. Es injusto que por ejercer mi derecho a la participación me quieran torpedear mi carrera”.

Lilibeth Jiménez, del octavo semestre de Contaduría de la URU, se declaró decepcionada por la vendetta oficialista tras ejercer su derecho constitucional de exigir un referendo en Venezuela. Jackson Beltrán, del décimo trimestre de la misma carrera, explicó que el único factor que une a los excluidos es el haber firmado. Diego González se atrevió a identificar explícitamente ante la prensa a aquel vocero que le confesó a Angélica “sin anestesia” que la habían execrado del programa por firmar en contra de Nicolás Maduro: Andrés Pones, coordinador de Fundalossada en la Universidad Rafael Urdaneta.

La periodista, sin embargo, no quiere confirmar si se trata o no de ese vocero. Alega que por razones éticas no puede confirmar a una fuente que no dio su autorización para grabarle. Pero el audio y su testimonio quedan allí para la historia de una infamia que acumula la Lista Tascón, la Maisanta 2.0 y despidos de instituciones públicas por no ser “patria o muerte” con el Gobierno nacional.

Solo en aquella grabación se ha escuchado con claridad la razón clandestina de la extirpación de centenares de jóvenes zulianos: “El petróleo estaba a 20, subió a 40. ¿De dónde crees que salen los recursos para estudiar ustedes? Pensá un poquito”. Son los modales de los tiempos de revolución. Se otorgan dádivas a cambio de lealtades, se ordenan expulsiones como pago a las infidelidades y, como colofón, se pretende que se digieran como menú ordinario de una nueva democracia. “Pensá un poquito”, le dijeron… “pensá un poquito”.

El estruendo de la noticia fue tal, que la Gobernación retractó la medida el jueves 7 de julio. Giovanny Villalobos, secretario regional de Gobierno, dijo que la corrección se hizo por amor. “Desde el amor vamos a proteger a nuestros estudiantes piensen como piensen. Por órdenes del gobernador Arias Cárdenas quedan sin efecto todas las solicitudes para eliminar el subsidio estudiantil a los universitarios”. Extendió sus disculpas dos semanas luego de que se conociera públicamente un apartheid estudiantil que atribuyó a una “confusión”. “Nosotros no miramos a los estudiantes por su condición ideológica, somos amantes del respeto al ciudadano por eso vamos a asumir la responsabilidad de ese hecho”, sentenció, acotando que sí revisarán el reglamento de Fundalossada al final del semestre para aplicar medidas contra quienes no cumplan con las exigencias académicas necesarias. “Todo el mundo tiene la autonomía de pensar como quiera y el estado no puede imponer ideologías”.

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