Sexo

De boca en boca, de plaza en plaza

Hay  un refrán que reza: "el que busca una boca la encuentra". Otro un tanto más subidito de tono, quizá prosaico, pero siempre romántico, consagra: "un beso es como el agua: no se le niega a nadie". Lo cierto es que hoy es el día internacional del beso y los caraqueños lo celebran en los recodos y plazas de la capital

Fotografía de portada: Foto Archivo Coney Island (1950)
Publicidad

Par de bocas convocadas en dulce roce o tórrido regodeo. 90 por ciento de la gente del planeta –y quién sabe por qué el restante 10 por ciento, pobres, no lo han intentado ni una vez, cómo será frotarse las narices- sabe qué es un beso y lo tiene por embriagante ritual. Embelesada variante que derivaría de la costumbre ancestral de alimentar a la cría cuando la madre mordisqueaba los alimentos y los vertía reducidos de su boca a la de sus bebés –otra complacencia oral y afectiva- el beso, sin embargo, y aunque parezca inaudito, ha tenido que defenderse del acoso  de policías mojigatos, como en Guanajuato, ciudad mexicana donde no hay rima posible que junte, a estas alturas, prohibición y pasión.

Malabarismo de cíclopes, diría Julio Cortázar, jamás contraindicado, al contrario –es salud, y como buen ejercicio, quema calorías-, el beso se las ingeniará siempre para darse -el que quiere besar busca la boca-, y conseguirá resarcirse de odiosos decretos y moralismos de deslenguados. En algún lugar de Estados Unidos una hazaña dejaría a todos boquiabierta: dos bocas se mantuvieron adheridas una a la otra por 46 horas 24 minutos y 9 segundos. Luego de ganar la competencia del beso más largo del mundo, y quedar aquellos dos cansados, ensalivados, hambrientos, bizcos, entumecidos, enamorados, ojalá, quedó sellado el 13 de abril como el día internacional del beso. Celebración que va de boca en boca, el beso, en su día, será asunto tan íntimo como público. Se anuncia que besos van tras las comisuras de Caracas.

Gesto amoroso y tradición cultural, el beso también es un arte y de esa manera se expresará. Fantasía inspiradora de vallas publicitarias, lienzos, esculturas, fotografías, cine, así como Gustav Klimt lo empacó en dorada y espumosa pasión, y Robert Doisneau lo reveló como objeto de deseo cotidiano con las famosas fotografías que publicara la revista Life para ilustrar que, tras finalizar la guerra, París, y el mundo, retomaban la vida, la capital venezolana recibe hoy ocho besos en forma de versos en puntos precisos del escarceo literario y literal.

Porque el beso siempre ha sido contenido de la poesía y la poesía siempre ha actuado en su nombre y con la lengua. Lo que propone el poeta y creativo Juan Carlos Bertorelli es que nos creamos todos bajo el muérdago cómplice en cada esquina, en la plaza, en el andén. El besará la ciudad y, se sospecha, será un beso histórico. Como aquel primer beso del cine en 1896 -gran escándalo-, o como los que Madonna, en plan de novio, les diera a Britney Spears y a Cristina Aguilera en la entrega de los MTV Awards de 2003, considerado el mejor beso de la década pasada.

Jugoso, comprometido, atinado -besos insulsos han hecho fracasar más de la mitad de hipotéticos romances, no hay que desmayar- Juan Carlos Bertorelli propone el enamoramiento como solución para Caracas, y con otros artistas que llevan el mismo gusto de amar y besar, toma la iniciativa en red y así besan y se besan en Europa y América “con la voluntad de esparcir belleza”, dice a favor. “Lo hermoso debe poder ser accesible, porque el contacto con la belleza tiene el enorme poder de transformar positivamente”, se anima quien ve a Caracas como una chica aun seductora.

Y la belleza tendrá forma de poesía y de dibujo. Este 13 de abril, en la mañana, la ciudad será besada con ochos collages: en puntos clave de la Caracas se colocarán cajitas de poesía y dibujo para llevar. Ofrece pistas:

“Habrá kits en la plaza Libertador y la de los estudiantes, la de la libertad y la plaza colonial, en estas 4 plazas  serán colocados los presentes en la mañana del 13 de abril”

invitacion

Bertorelli –en la producción de proyectos culturales multiforma y también un militante de lo urbano y del fomento de ciudadanía. Desde el ágora que convoca se pregunta: “¿Por qué hasta ahora las ciudades como institución y la empresa privada y pública son quienes han venido incidiendo en la propagación de lo hermoso en los espacios públicos? ¿Por qué no nos involucrarnos como individuos dando belleza también nosotros?”.

Junto a él se han sumado la arquitecto y artista venezolana Alexandra De Kempf, desde Alemania. Carolina Chocrón, ilustradora y diseñadora gráfica, desde Buenos Aires. Ernesto Velazcoy Amalia Pereira, también diseñadores gráficos, desde Bilbao. Y Claudio Napolitano, desde Miami. Y participan como colaboradores de este performance de chasquidos inolvidables y urbanos: Nicanor García, en Barcelona; Mauricio de la Garza, Hans Kritzler y Patricia Hirschfeld, en México; Carmen Violich-Goodin, en San Francisco; Roti De Pavo, en Zaragoza; Adrian Vielleta, en San Juan De Puerto Rico; Amalia Caputo, en Miami; Manuel Pita, en Lisboa; y Kathaiana Cardona Reyna, en Caracas.

climax1besos climax2besos

“El arte es un impulso y un oficio pero, también, un compromiso”, consigna Bertorelli. “Y en la calle,  será una iniciativa sistemática que se implementará bimestralmente”. Así como sus kits también podrán ser adquiridos en la página de besadores de la ciudad –en Facebook: un encuentro en la calle-, besos habrá en la vía y en cada boca que quiera intercambio.

Publicidad
Publicidad