Venezuela

Con cohetones y toque de diana inició Maduro una cuestionada jornada electoral

Con fuerte presencia militar y el ruido matutino que contrastó con el silencio del Consejo Nacional Electoral se inició la votación. Hasta la noche del sábado no se había informado sobre la cantidad de mesas electorales, testigos y máquinas instaladas para un proceso cuyos resultados ya se conocen: el chavismo ocupará formalmente un Poder Legislativo cuyas funciones reales han sido aniquiladas porque está en manos de la oposición.

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cohetones 6D
Archivo

Con cohetones y toque de diana militar, al filo de la madrugada, inició el gobierno de Nicolás Maduro la jornada de unas elecciones que la oposición y gran parte de la comunidad internacional consideran ilegítimas y fraudulentas. La votación es producto de un proceso irregular dominado de antemano por el propio chavismo en el poder.

Históricamente las elecciones en Venezuela son organizadas por el Consejo Electoral con apoyo de la Fuerza Armada, a través del llamado «Plan República». Pero este 6D esa presencia es más fuerte y evidente, bajo la excusa de garantizar la seguridad. También,  de hacer cumplir los protocolos para combatir la expansión del nuevo coronavirus, que provoca la covid-19.

Antes de las seis de la mañana comenzó a sonar una retahíla de explosivos por toda Caracas que fue aumentando de intensidad. Duró unos 15 minutos.

En barriadas de Caracas y el interior del país sonó la diana militar. Según reportes oficiales a través de la red social Twitter, se escuchó también en estados como Aragua, Carabobo, al centro de Venezuela, Falcón y Mérida al Occidente.

cohetones
Foto AVN

Con los cohetones y el sonido grabado de las trompetas militares, el gobierno de Maduro mantiene la práctica militar del toque de diana instaurada por el comandante Hugo Chávez en los procesos electorales.

«¡Llegó la hora, a votar por la paz, por la patria, por el futuro!», soltó la cuenta de Maduro en Telegram.

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Sin embargo, tanto ruido matutino contrastó con el silencio del Consejo Nacional Electoral, cuyos rectores son afectos al chavismo. Según informó el periodista especializado Eugenio Martínez, hasta anoche no habían informado sobre la cantidad de mesas de votación, testigos y máquinas instaladas para un proceso del que ya se conocen los resultados generales.

Control militar

Es tan obvio el control de estas elecciones por parte del gobierno de Maduro que el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino, escribió en su cuenta de Twitter que iba a «pasar revista», para supervisar las elecciones personalmente. Salió dirigiendo un jeep militar escoltado por hombres en traje de combate y portando fusiles.

Ese tuit es otra prueba más de la estrecha vinculación militar con las autoridades electorales, práctica inconcebible en las verdaderas democracias del mundo.

Una puesta en escena

Las elecciones, impulsadas y hechas a la medida del gobierno de Maduro, buscan renovar la totalidad del parlamento. Hace cinco años fue conquistado por la oposición con mayoría absoluta y calificada de todos los escaños. Pero, a través de argucias políticas, nunca se le permitió ejercer el poder de legislar, menos de servir de contrapeso al Poder Ejecutivo.

En este proceso de destrucción, Maduro nombró una asamblea paralela, la Nacional Constituyente. Con ella gobierna por decreto, con «leyes constitucionales» y poderes absolutos.

La constituyente, con poderes «soberanos y originarios» fue armada con la excusa de reformar la Constitución. Pero nunca presentó ni siquiera un proyecto o un artículo reformado de la Carta Magna.

Esta votación del 6D, en la que se prevé una fuerte abstención, tiene previsto entregar formalmente a Nicolás Maduro el control de la Asamblea Nacional.

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