Cine y TV

"Obi-Wan Kenobi": el capítulo final era lo que esperábamos... más o menos

Ha terminado la serie que prometía contarnos la gran aventura entre el maestro Jedi y su exalumno, Darth Vader, mientras Leia daba sus primeros pasos como princesa. ¿El resultado? En el capítulo final volvemos a encontrar lo mejor y peor de un producto muy irregular

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«Obi-Wan Kenobi» ha llegado su final, con largas y grandes discusiones entre los más acérrimos fanáticos de Star Wars que la defienden, aduciendo que solo el verdadero seguidor de este universo comprende el humor y otros detalles que han sido declarados como decepcionantes por una parte de la crítica. La pregunta de fondo siempre es: ¿qué hace que una serie sea buena? ¿Cómo lo podemos medir?

Responder a las anteriores interrogantes es complejo cuando el producto representa a un universo tan conocido con millones de fanáticos en el mundo. El fan service (elementos diseñados para divertir o atraer al público) tiene un gran peso en Disney+. Después de todo, no le importa tanto la crítica como sumar personajes y objetos que triplicarán el valor de producción de cada nueva serie. Basta recordar lo conseguido con Baby Yoda para tenerlo en cuenta. Supongo que en estas navidades, las muñecas basadas en la princesa Leia se venderán como pan caliente.

Sin embargo, por más fanáticos que seamos de una marca conocida como Star Wars, todo trabajo audiovisual se juzga individualmente. Es decir, por más que nos emocionemos por ver a Darth Vader de regreso, si no hay una historia que justifique su presencia, que sustente sus motivaciones como uno de los mejores villanos de la historia del cine, es natural que el espectador se sienta frustrado. Y eso es lo que ha sucedido en «Obi-Wan Kenobi».

El sexto capítulo que cierra la entrega es un ejemplo de los caminos errados que tomó el equipo de guionistas y la directora, Deborah Chow. Los diálogos, la tensión, la tristeza que sucede a los enfrentamientos entre Obi-Wan (Ewan McGregor) y su exalumno, convertido en Darth Vader (Hayden Christiansen) es lo mejor del último capítulo y de toda la serie. Pero para llegar a esto hemos pasado por un tiempo prescindible, viendo correr a Leia sin ningún sentido y al maestro Jedi en una versión niñera, como Arnold Alois Schwarzenegger en «Kinder Cop».

No me mal entiendan, amo a Lyra Blair. Es adorable en su traje de Leia, aunque solo tenga la funda del Bláster. Pero habían miles de situaciones más interesantes en la que podían haber mostrado, sin tener que subrayarlo, ese duro carácter que se vio por primera vez en 1977. Se les hizo tan difícil cargar con este personaje, que los guionistas tuvieron que meter casi la misma línea en los diálogos de Obi Wan con varios socios circunstanciales porque realmente no podía cuidar a la pequeña.

El protagonista le pide primero a Tala (Indira Varma) y luego a Haja (Kumail Nanijani) que se encarguen de la niña, en ambos casos porque debe enfrentar a Vader. Si lo vemos en retrospectiva, el Jedi no cumple su única misión: devolver personalmente a la pequeña, una solicitud directa del senador Bail (Jimmy Smith). Hay un paralelismo con «The Mandalorian» en este sentido. Din Djarin (Pedro Pascal), debe mantener con vida a Grogu, aunque aquí es una decisión personal. El mandaloriano se la juega por un desconocido, Obi-Wan no. Obi-Wan sabe lo que significa Leia para el mundo. Y no solo eso, Obi-Wan, por descuido, pone en riesgo el futuro de Luke.

Y entonces tenemos esa paradoja que vemos en la pantalla: cuando Kenobi hace de niñera, la serie decae completamente. Pero cuando se enfrenta a Vader, sube como un ascensor sin paradas. ¿Y qué hay en el medio? ¿Qué podría haber enriquecido la producción para que no se mueva en estos polos? Ll historia de la inquisidora Reva (Moses Ingram). Este es el mejor personaje del spin-off, lamentablemente es desaprovechado y deambula en los últimos capítulos como un capricho de los guionistas para generar una tensión alterna al encuentro Kenobi-Vader.

¿Qué motiva a Reva a dirigirse hacia el pequeño Luke? Luego de descubrirse que realmente quiere vengarse de Vader y quedar herida en el duelo con el villano, ¿encontrará consuelo en aniquilar a otro niño que no tiene idea de su procedencia? ¿Por qué? ¿Causarle dolor a Kenobi porque Vader no tiene conciencia de lo sucedido? ¿Justicia ante el mundo? Es tan difícil de encontrarle una explicación a esto que los escritores se ven en la obligación de verbalizarlo. «Por justicia», eso es lo que dice Reva antes de emprender el camino a Tatooine. La confesión no es proporcional a la justificación y todos nos sentimos perdidos en este giro que se sella de una manera muy deficiente.

Entendemos que con Reeva el equipo quiso hacer el viaje opuesto de Vader. Es decir. Mientras el villano solo profundiza en la oscuridad, por más que su maestro aún le tiene fe, la inquisidora pasa del resentimiento a la empatía. Al final no puede matar a Luke y lo devuelve a su familia. Obi-Wan le dice que la razón es porque en el fondo, ella no es la persona que creía ser. Sin embargo, la maldad de Reeva fue lo mejor que tuvo la serie en los primeros capítulos.

Después, hay otros detalles que son muy discutibles, como el «entierro» con piedras con el que Vader cree haber ¿matado? ¿Herido? a Obi-Wan. Para alguien que tiene tanta sed de venganza, que es capaz de aniquilar pueblos, ayudantes, y olvidar a la resistencia por un solo hombre, es poco verosímil esta decisión. Sí, en cambio, es más entendible que el Jedi decida no acabar con la vida del malherido contrincante. Es en este momento, en esos diálogos entre maestro y alumno, que echamos de menos una apuesta más arriesgada, algo como lo sucedido con Wanda en la serie de Marvel.

Personalmente extraño un tono definido en «Obi-Wan Kenobi». Si pensamos, la idea de un enfrentamiento entre el monstruo y su «creador», permitía el experimento de una versión más oscura, de algo más próximo al terror. Si «The Mandalorian» era un western, ¿por qué esto no podría haber sido una obra en la que se mostrara más el dolor de Vader y la tristeza de Kenobi? Apostar por esto, en lugar del tono Indiana Jones hubiera sido original. Sin embargo, se buscó abarcar a la mayor audiencia posible y explotar el fan service, lo que derivó en esa insatisfacción que nos embarga cuando Qui-Gon Jinn dice las últimas líneas de la serie: «Vamos al infinito y más allá». Bueno, no dijo eso, pero casi.

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