Es un documental escondido en Netflix, del que se ha hablado poco, pero detrás de él hay un caso que conmovió a todo un país y que muestra todas las desigualdades de la sociedad sudafricana en la actualidad
Senzo Robert Meyiwa estaba en el mejor momento de su carrera: capitán de la selección de Sudáfrica y de Orlando Pirates, disfrutaba de su reciente paternidad con la famosa cantante y estrella de televisión Kelly Khumalo. Pero el 26 de octubre de 2014, en la casa de la madre de la pareja, recibió un disparo que acabaría con su prometedora carrera.
¿Qué había pasado? ¿Un robo? ¿Un sicariato? Estas preguntas aparecen en «Senzo: murder of a soccer star» que se puede ver en Netflix. Por medio de los amigos más cercanos, la familia de Senzo y la propia pareja, Khumalo, la directora Sara Blecher recorre las diferentes versiones sobre lo que sucedió la fatídica noche de la muerte del portero.
«Senzo: El asesinato de una estrella del fútbol» tiene un gran valor no solo por lo que cuenta directamente, sino por lo que se ve en un segundo plano. La corrupción policial, la manera en la que población negra concibe la justicia y la violencia intrínseca de un país con unas desigualdades sociales profundas. «Confío porque son blancos, los blancos no se dejan comprar», dice, por ejemplo, la madre del portero, Irene Meyiwa al contratar a un famoso abogado.
En un principio se calificó el crimen como la consecuencia de un robo con allanamiento de morada. En teoría, dos hombres había ingresado a la casa de la familia Khumalo con la intensión de robar a los presentes, pero algo salió mal y Senzo, tratando de defender a los suyos, recibió el disparo. Los antisociales salieron de la casa sin llevarse nada.
Cuando las autoridades llegaron a esta casa, empezaron las dudas. “Nunca encontramos ninguna bala o cartucho”, dijo un investigador, mientras que otro señaló que “el caso de Senzo se rompió en esa escena del crimen”. El padre de Senzo, Samuel, fue más allá y aseguro: “La persona que mató a Senzo era uno de los que estaban en la casa”, y señaló con el dedo específicamente al amigo de su hijo, Tumelo Madlala.
La realidad es que todo fue tan extraño, que ni la pareja de Senzo, y madre de su hijo, Kelly, quedó libre de sospecha. Primero, porque se negó a colaborar de manera plena con la policía. Tampoco permitió que su hijo, que vio directamente el crimen, fuera interrogado por una especialista.
Las autoridades tampoco consiguieron resultados de inmediato. Primero, inculparon a un inocente. Después, parecían no encontrar ningún camino que los condujera hacia una explicación razonable de lo sucedido en la casa donde estaban los amigos de Senzo. Esto llevó a la familia del portero a contratar a Gerry Nel, quien hasta enero de 2017 fue fiscal de la Autoridad Fiscal Nacional (NPA) de Sudáfrica.
A Nel se le conoce como «Bulldog», por su capacidad de resolver casos difíciles. De hecho fue el fiscal principal en el juicio de Oscar Pistorius en 2014, por el asesinato de Reeva Steenkamp. De manera que se concluía que Nel era un hombre incorruptible, por haber conseguido que condenaran a un joven blanco, millonario y muy querido en su país.
En el documental, Nel asegura que tras revisar el expediente descartó a los que estaban presentes en la casa cuando ocurrió el asesinato. Así que dirigió la mirada hacia otras pequeñas pistas que eventualmente, con la ayuda de otros investigadores y funcionarios estatales, llevaron a la detención de cinco delincuentes que ya habían sido condenados por anteriores crímenes.
El documental de Netflix termina con la acusación a cinco personas. Pero lejos está el caso de haberse solucionado. Primero, hay dudas sobre la responsabilidad de estos hombres en el asesinato. Sifiso Meyiwa, hermano mayor de Senzo, decidió dejar de contar con Nel porque no creía en las conclusiones de su investigación, mientras que dos hermanas del asesinado siguieron trabajando con el fiscal porque creen en su versión.
El pasado 2 de agosto, el juicio se detuvo. ¿La razón? Un abogado de cuatro de los detenidos acusó al juez Tshifhiwa Maumela de usar brujería para «desestabilizar» a la defensa. El juez respondió: «Tengo un médico que se llama Jesús, y no necesita aumento».
El hecho ocurrió durante un aplazamiento destinado a resolver la representación legal, después de que el abogado Malesela Teffo, que representaba a cuatro de los acusados, se retiró como abogado defensor. Teffo escribió una carta al Estado en la que alegaba que Maumela había obtenido los servicios de un sangoma, un tipo de curandero sudafricano tradicional, para hechizarlo. De manera que el juicio se retomará en septiembre.
Puede parecer rocambolesco, pero el tema de los hechizos y rituales está muy presente en la vida de los sudafricanos. De hecho la primera pareja de Senzo y su esposa oficial, Mandisa, tuvo un altercado con Kelly acusándola de haberle robado el amor del portero mediante «hechizos». Y no termina allí. La propia Kelly conseguiría un nuevo amor, tras la muerte de Senzo, luego de consultar a un sangoma, quien se convertiría eventualmente en su pareja.
Si todo esto te parece realmente extraño, debes ver el documental. Solo así podrás entender cómo 8 años después de su muerte, aún no se sabe quién, ni por qué, Senzo ya no está con nosotros.
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