Cine y TV

5 razones para no perderse "La Casa del Dragón"

"La Casa del Dragón" no solo es un paso de considerable importancia en la mitología desarrollada por George R.R. Martin. También, es una vuelta de tuerca a los puntos más llamativos de su universo que, sin duda, se convertirá en uno de los grandes sucesos televisivos del año 

"La casa del Dragón"
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El final de la serie “Game of Thrones” dejó un sabor amargo. La que suele llamarse “la reina de las series” culminó su trayecto por la televisión con una octava temporada plagada de desaciertos, inconsistencias y un giro argumental que decepcionó a los fanáticos. Como si eso no fuera suficiente, convirtió la gran mitología de George R.R. Martin en una fórmula superficial, a mitad de camino entre la espectacularidad y un giro hacia el entretenimiento puro sin mayor trascendencia.

Pero la fascinación por Westeros y sus personajes, no disminuyó. A casi un lustro de su capítulo final, todavía hay extensos debates sobre “Game of Thrones”. A pesar de sus traspiés, la serie se convirtió en referencia de la fantasía épica. Para HBO se trató de uno de los puntos más altos de su fórmula para crear historias inolvidables. Por lo que no sorprende que después de varios intentos fallidos, el canal encontrara la manera de brindar una nueva dirección al fenómeno.

Sin duda, la precuela “La Casa del Dragón” se ha convertido en uno de los grandes sucesos televisivos del año. La serie explora desde una nueva y opulenta mirada, el complicado universo de Martin. Pero si “Game of Thrones” apelaba a una atmósfera oscura, contenida y cruel, la nueva producción es una brillante aproximación a un reino suntuoso y que retoma los mejores puntos de la serie que le precedió y le lleva a un lugar memorable.

Tanto si amaste “Game of Thrones”, como si eres parte de ese pequeño porcentaje que insiste nunca haberla visto, te dejamos las cinco razones por las que deberías dar una oportunidad a la serie.

1) Dragones, por supuesto

En “Game of Thrones” los dragones eran mitos. O en el peor de los casos, cuentos de horror repetidos por los enemigos de los extintos Targaryen. Las tres criaturas que acompañaban a Daenerys (Emilia Clarke) en su largo periplo por recuperar el Trono de Hierro, eran apenas sobrevivientes de una raza extinta. Pero en “La Casa del Dragón” toman toda la asombrosa relevancia que los fanáticos esperaban ver. Símbolos con una estatura de dioses salvajes, la serie incluyó a los dragones como parte de una sociedad próspera y de asombrosa solidez. 

La historia de los Targaryen les brinda un lugar preponderante. Los dragones ahora surcan los cielos de Westeros, llevan en sus lomos a reinas y reyes, pero sobre todo se muestran en su fascinante plenitud.

2) Por cada dragón, un Targaryen 

El argumento de“Game of Thrones” insinuó siempre que el reinado de los Targaryen fue una época dorada y cruel en la historia de Westeros. Después de todo, la casa con fuego de dragón en las venas conquistó el continente con violencia y a fuerza de convertir en cenizas a sus adversarios. De modo que su recuerdo estaba entremezclado entre el asombro y el terror. “Locura y grandeza son dos caras de la misma moneda y cada vez que un Targaryen nace, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caerá”, llegó a decir el rey Jaehaerys II Targaryen, aterrorizado por la crueldad de sus parientes más cercanos.

Para la última temporada de la serie, Daenerys Targaryen se convirtió en el símbolo trágico del destino de su linaje. De liberadora y reina colmada de ideales, terminó por arrasar la ciudad de King’s Landing en un arrebato de locura. Para buena parte de la audiencia, la alargada sombra de las desgracias familiares terminó por alcanzarla y convertirla en un nuevo ejemplo de la brutal concepción del poder de su dinastia.

En “La Casa del Dragón”, Westeros vive su mejor momento y los Targaryen son el espíritu vivo de la prosperidad. El reino es una robusta dinastía de hombres y mujeres extraordinarios, más cercanos a un semidiós que a un ser humano. Con sus características melenas color platino, los Targaryen son una dinastía espléndida con una genealogía enmarañada. Pero en particular, son el rostro de un territorio floreciente por completo distinto al reino bajo el puño Baratheon que conocimos en “Game of Thrones”. 

3) Ofrece una nueva mirada al hogar de los reyes

“Game Of Thrones” se ubicaba en un estrato de lo fantástico épico y se analizaba bajo la concepción de lo mágico en su variante más tétrica. En contraste, “La Casa del Dragón” tiene un aire marcadamente medieval que asombra por su riqueza de detalles y despliegue de lujos. King’s Landing es una ciudad que se extiende a lo largo de la costa de Blackwater con una pujante vida comercial y cultural. Muy lejos del reducto de superstición y todavía con las heridas abiertas de las sucesivas guerras y conquistas que veremos cien años después, la serie muestra a una capital pujante, en plena expansión. Y por supuesto, llena del poder de la dinastía que gobierna desde la colina. 

Más allá de las narraciones de traiciones y regicidios que sustentaron “Game of Thrones”, su precuela es más sofisticada y elegante. Rhaenyra Targaryen (Milly Alcock, en su adolescencia, Emma D’Arcy de adulta), nació con un destino predestinado: reinar en Poniente. Con todo el esplendor de la casa de sus ancestros a sus espaldas, es la primogénita de un regente poderoso y a la vez, es la demostración del vínculo con el fuego ancestral de la casa en que nació. El personaje tiene un marcado aire de heroína trágica que comprenderá la desgracia de su privilegiada posición más bien pronto.

House of the Dragon

4) Hay nuevos villanos para odiar 

Por supuesto, Daemon Targaryen (Matt Smith) es el centro de interés del argumento. El personaje es un villano temible y retorcido. Smith le retrata desde cierta bravuconería canalla que logra dotarle de varias aristas a su violenta insatisfacción. Déspota y destinado a la crueldad, es probablemente el personaje más intrigante de la nueva mirada a la monarquía de Westeros.

También de enorme interés y complejidad resulta “La mano del rey”, Sir Otto Hightower (Rhys Ifans) que moverá el mecanismo de la manipulación. Por otra parte, Alicent Hightower (Emily Carey de adolescente, y Olivia Cooke, de adulta), es un personaje rodeado de pequeños secretos argumentales. La futura reina, tiene toda la portentosa dureza de una joven Cersei, pero desde una naturaleza mucho más taimada y por tanto peligrosa. Durante los primeros capítulos, el guion no aclara sus lealtades ni le interesa hacer otra cosa que mostrar el camino al poder de una reina de corazón indescifrable.

5) Porque es una digna sucesora

“La Casa del Dragón” hace un despliegue cuidadoso de su escenario que anuncia una temporada intensa, brutal y que marcará historia. ¿Será tan formidable como lo fue “Game of Thrones”? Es muy pronto para responder, pero sí es evidente que la producción lo intenta con todas las armas a su disposición.

Con una apuesta que dobla la violencia explícita, el sexo, las argucias del poder y la fastuosidad, “La Casa del Dragón” intenta sorprender. Y lo logra en algunos de sus mejores momentos. ¿Es la narración de una historia independiente o el escenario que contextualiza a un hecho mayor? Todavía no hay nada muy claro. Pero sí un punto de considerable envergadura: “La Casa del Dragón” está escrita a fuerza de leyendas. Y a ellas se atendrá para crear su universo. 

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