"Alice in Borderland": respondemos todas las preguntas que dejó de la segunda temporada

La segunda temporada de «Alice in Borderland» es una delicia para todos los amantes del gore. No solo mueren más personas que en la primera entrega, también lo hacen de manera más explícita, incluso con mayor sadismo. Ahora bien, al mismo tiempo que los cadáveres – o parte de ellos- quedan regados en este apocalíptico mundo, se multiplican las preguntas.

Para todas las personas que se perdieron con el paso de los capítulos y no lograron comprender el final, vamos a explicar en las siguientes líneas, de la manera más sencilla, lo ocurrido en la segunda temporada y también lo que nos quieren decir con ese extraño cierre.

Obviamente, haremos spoilers de la serie que dirige Shnsuke Santo («I Am A Hero»), así que si todavía no has visto la exitosa serie de Netflix, lo mejor es que regreses a este espacio luego de que lo hagas.

¿Qué pasa en el final?

Como hemos visto, cada juego para sobrevivir tiene a un ser humano que lleva el nombre de una carta de barajas. Debido a la inspiración en «Alicia en el País de las Maravillas», la batalla final solo podría ser ante la Reina de Corazones, mejor conocida como Mira (Riisa Naka). Dato importante: ella era la que se veía en la pantalla en la sala de control abandonada en la primera temporada.

Arisu (Kento Yamazaki) y Usagi (Tao Tsuchiya) continúan luchando hasta este punto, con algunas heridas. La batalla con el Rey de Picas en el Episodio 7 dejó muchas bajas y Kuina (Aya Asahina), Ann (Ayaka Miyoshi), Aguni (Sho Aoyagi), Akane (Yuri Tsunematsu) y Chishiya (Nijirô Murakami) ya no están o apenas tienen aliento para sobrevivir algunas horas. De hecho, Mira espera que el sangramiento Usagi empeore y por eso usa tácticas dilatorias.

En este contexto, los personajes principales continúan haciéndose la pregunta más relevante: si se sobrevive al último juego, ¿es posible regresar al mundo real? Como hemos visto en cada uno de los retos, hay ciertos personajes que repiten que la realidad es la propia competencia. Esto es porque los jugadores se convirtieron en «ciudadanos». En otras palabras, pasaron de pelear por sus vidas, a actuar como anfitriones del juego.

Arisu espera que Mira tenga la respuesta, pero ella no quiere decirle la verdad. Por eso, trata de convencerlo de que todo fue una ilusión generada por un trauma: haber perdido a sus dos grandes amigos, Karube y Chota en un accidente automovilístico. En consecuencia, él sería un paciente más de un instituto psiquiátrico y ella la médica tratante. Hay cierta cadencia hipnótca en esta secuencia, pero Usagi se corta la cara para demostrar que no se trata de una fantasía. En este momento se rompe la última esperanza de la Reina de Corazones, los protagonistas muestran sus verdaderos sentimientos y Miran es atravesada por el rayo de la muerte que viene del cielo, aceptando su final, aunque sin revelar mucho más.

Arisu es el gran ganador porque nunca se dio por vencido. Al final, eso es lo que premia el sistema. De tal manera que a los jugadores que sobreviven se les ofrece una opción: aceptar la vida en este mundo o volver al que llaman «real». Como es natural, el psicópata Banda (Hayato Isomura) y su nuevo amigo Yaba (Katsuya Maiguma), deciden quedarse mientras que el resto pide regresar.

¿Realmente regresan?

Como vemos, después de que cada jugador decide su destino, el grupo principal despierta en el conocido hospital. Arisu se entera de que un meteorito cayó en Tokio, destruyéndola parcialmente. Quienes no murieron, fueron enviados a Borderland, un lugar que cumple la labor de purgatorio.

Sin embargo, hay un detalle clave: han olvidado cualquier pasado juntos. Es por ello que Arisu y Usagi ya no tienen un vínculo, pues en esta realidad son dos desconocidos. Aún así, al encontrarse en la máquina expendedora, pareciera que mantienen un vínculo que no pueden explicar. ¿Seguirán juntos? No hay manera de saberlo, pero los guionistas lo dejan allí como una posibilidad.

¿Habrá una tecera temporada?

Una escena final ha generado muchas preguntas. La brisa desordena una series de cartas que están en una mesa y solo permanece la del comodín o Joker. Esto se interpreta como el nuevo enemigo del grupo. Es decir, que de alguna manera, el juego no ha terminado aún.

Si no eres aficionado al mundo de los naipes, debes saber que el Joker siempre puede cambiar el juego. Es una carta muy especial. Puede mejorar una muy mala mano o incluso potenciar una muy buena. Por supuesto, la imagen siempre nos llevará al personaje de Batman, el rey de las triquiñuelas y los acertijos. Entonces podríamos suponer, por ejemplo, que el grupo que sobrevivió aún no está en la realidad y fue engañado.

El final de la serie no es muy diferente al que se puede ver en el manga de Haro Aso, en el que se basa. Según la página SK Anime, la gran diferencia es que el Joker tiene un encuentro enigmático con Arisu, mientras que en el show de Netflix solo se insinúa. Esto hace suponer que los productores se guardan una carta por si se aprueba una temporada más. La palabra final, como suele suceder con el servicio de streaming, la tiene el espectador.