Los teléfonos inteligentes generan un estrés continuo con consecuencias patológicas como el llamado «burn-out» o síndrome de agotamiento.
«No sorprende que mucha gente enferme de «burn-out» si uno tiene en cuenta cómo se vive hoy en día», dijo el científico de la Universidad de Stanford, y agregó que los dispositivos móviles tiene su parte en ello en la medida a que llevan a la conectividad permanente.
«Ya nunca estamos ilocalizables, siempre estamos de guardia y a través del correo electrónico tenemos contacto minuto a minuto con nuestro trabajo. A largo plazo eso no puede ser bueno», aseguró.
Südhof recomienda hacer pausas en el uso del teléfono inteligente, puesto que al experimentar un estrés continuo se pueden generan transformaciones en el cerebro.
«Eso es algo que nos dice el sentido común. Todo lo que nos distrae ayuda, sea deporte, yoga, un buen libro o música», enfatizó.
Irónicamente, Südhof recibió la noticia de que había recibido el Nobel de Medicina a través de su teléfono móvil cuando estaba de camino a un congreso.
El neurólogo afirmó que él mismo se impone límites al uso de los aparatos electrónicos y recalcó en la necesidad de descansar del uso de los teléfonos inteligentes.