Deportes

De Sport Plus a Gol TV: Nueve años de interés de la TV por el fútbol

Me he propuesto olvidar los largos trasnochos para ver jugar a la Selección en TV diferida. Después del noticiero de las 11:00 pm y luego obligarme a sortear extenuantes capítulos de novelas, la "dicha" de que no existiera en aquellos tiempos la Internet, ni mucho menos las redes sociales, hacía que se disfrutara el choque tal cual fuera en vivo, siendo poco probable que alguien se mandara un "spoiler" de adelantarte un resultado. Eran los tiempos del oscurantismo mediático del fútbol venezolano.

Publicidad

Luego de la explosión Vinotinto, el balompié criollo comenzó a ser atractivo para los medios de comunicación masiva. La experiencia europea de la comercialización de los derechos de transmisión televisiva hizo que la apuesta a lo mismo en el país rondara la idea de algunos inversores.

Lo exitoso que había sido para la extinta RCTV la transmisión en directo de los encuentros de la Vinotinto (altos índices de sintonía y grandes ingresos publicitarios), no podía quedarse en el limbo tras la salida del aire del canal de Bárcenas en 2007. Algo había que hacer para no desaprovechar un espectáculo que superaba en interés al mismísimo béisbol.

De esta manera nació Sport Plus, canal de señal por cable formado por el talento de producción deportiva de la afectada Radio Caracas Televisión, canal pionero en ofrecer recursos a la FVF por la exclusividad de la transmisión de los encuentros de fútbol del campeonato local y de selecciones. La jugada de esta empresa de la cablera Inter, fue realizar una negociación centralizada por los derechos. Los equipos de Primera División, a partes iguales y vía Federación, recibían por vez primera recursos monetarios por la televisación de sus juegos. La Copa América de 2007 con sus nuevos estadios y la expansión del torneo fomentaron la riesgosa apuesta, que terminó por fracasar al ser superada las capacidades de producción por las necesidades de cobertura de un evento de alto calibre.

La falta de un plan de comercialización conjunta entre la TV y el ente organizador del torneo no generó los mínimos ingresos por publicidad que siquiera sirvieran para recuperar la inversión. Escenarios deteriorados, disminución progresiva de la asistencia de público a las canchas, violencia y bajo nivel en el juego, fueron y siguen siendo los mismos motivos por los cuales “vender” el torneo profesional ha sido una odisea.

En el tambaleo de Sport Plus (hoy también desaparecido como RCTV) en escena entró la cadena satelital Directv Sports, quien con una mejor capacidad organizacional apostó por el fútbol bajo los mismos criterios de contrato que lo había hecho su antecesor (acuerdo con la FVF), pero con una plataforma tecnológica que contaba con el respaldo de una empresa con prestigio en la calidad de sus producciones. Presentando en su grilla hasta dos partidos por jornada, la compañía satelital ha mantenido un vínculo de relaciones amistosas con la FVF e incluso otros canales que no poseían los derechos (Tves, Meridiano, TeleAragua), permitiendo la convivencia en las transmisiones.

La llegada de Gol TV al fútbol venezolano ha caído como maná del cielo para los equipos que hacen vida en él. Con la sinceridad que requiere el caso, sin ser un espectáculo de masivo interés a nivel continental, el balompié criollo se suma para entrar en el juego de equilibrio de fuerzas que busca establecer la transnacional del uruguayo Paco Casal, en su afán de posicionarse por encima del dominante monopolio de Fox Sports y su productora Torneos en los eventos futbolísticos de Sudamérica (no fue en vano que en la pasada edición de la Copa Sudamericana todas las vallas publicitarias eran de Gol TV).

La avanzada de Gol TV por contar con el mercado televisivo futbolero de Venezuela tuvo más de un año en negociación. La recientemente creada Asociación de Clubes Profesionales de Primera División y su enconado intento de transformar la pálida cara del campeonato, encontró en la empresa con sede en Estados Unidos un sólido respaldo económico y de difusión. Hasta tres millones de dólares ha sido la oferta presentada a los clubes (ahora la transacción es con los equipos directamente y no con la FVF) con la garantía de transmitir hasta cinco encuentros por fecha y proyectar el campeonato en los países de Latinoamérica y Estados Unidos donde opere la cadena, amén de brindar la experiencia en este tipo de coberturas. Será un ambicioso ensayo.

En su momento y mucho antes de la explosión del “FIFAGate”, Rafael Esquivel quiso promover una contraoferta por los derechos con la entrada en juego de de Fox Sports, la misma compañía televisiva que mantiene un estrecho lazo con Conmebol para la transmisión de sus competiciones. El escándalo de corrupción y la detención de Esquivel debilitó esta opción, dando carta abierta a los clubes para finiquitar el vínculo con Gol TV.

La alianza TeleAragua – Meridiano Televisión irrumpió con mucho peso en las transmisiones deportivas nacionales y el fútbol no ha quedado ajeno. Esa misma entente se acercó a Gol TV y emprendieron un manejo de cooperación que hoy deja en la unión de televisoras venezolanas la ejecución del contrato, quedando la transnacional con algunas tareas pendientes, como la de incorporarse en las grillas de las cableras y operadoras satelitales del país, cosa que no es tarea fácil: Sport Plus no pudo lograrlo en sus cortos seis años de existencia.

Mientras Gol TV encuentra su lugar en la televisión nacional, la unión TeleAragua – Meridiano recibirá las directrices y asesoría de la empresa internacional para la producción y transmisión de los partidos. Para la primera fecha del Torneo Apertura 2016 ya se han anunciado hasta cuatro encuentros televisados, ajustados a horarios presentados por quienes poseen los derechos, un avance enorme. Sin embargo, algunos cabos sueltos, como la vigencia del contrato que alguna vez suscribiera Esquivel con Directv Sports, aún quedan por solucionar.

El fútbol sigue buscando quien lo quiera de verdad y esta es la tercera novia que encuentra. Que ese amor prospere dependerá exclusivamente de lo que el entorno permita que alcance la alianza. Si todos los involucrados no se esfuerzan por mejorar e invertir en crecer, los tres millones de verdes habrán sido lanzados al pipote de basura.

Publicidad
Publicidad