De Interés

Caso La Grita: "Si cuentan algo, pereceremos todos"

Antes de irse al presunto retiro espiritual a una montaña de La Grita, Rosa García dejó claras las condiciones para asistir al encuentro: "No podemos contarle nada a nadie. Si uno mete la pata, pereceremos todos". ¿A quién le dijo eso? ¿Por qué señalaba a la Iglesia? En esta nota hay respuestas

Publicidad

«Mi nombre es Rosa García (…) quiero aclarar que nosotros no estábamos desaparecidos, nosotros estábamos en un retiro de oración, solamente rezando el rosario (…) pidiendo por la santa madre Iglesia, por el papa, por la salud de los enfermos y por toda la humanidad», eso es lo que expresó la «guía espiritual» de las familias reportadas como desaparecidas en La Grita luego de que el CICPC los ubicara el jueves 8 de septiembre.

La mujer habló convencida, pero un audio que compartió una fuente a El Estímulo generó un cuestionamiento en la familia materna de uno de los niños: ¿Realmente decía Rosa García la verdad en el video? ¿Por qué nadie podía conocer su paradero? ¿Es verdad que fueron a rezar por la humanidad y el papa? ¿Ya se cerró el caso? Esto es lo que se sabe.

Advertencias antes de partir

«Por favor, no pueden comentarle lo que estamos haciendo, lo que estamos viviendo, lo que hemos escuchado a nadie, pero absolutamente a nadie y menos a personas de la Iglesia. Cuidadito porque todos pereceríamos», así comienza la grabación de 3:28 minutos que envió Rosa García a una mujer llamada Betania.

«Acuérdese de que nos tienen perseguidos. Estoy haciendo un llamado a todos en general porque ya empezaron los ataques conmigo en la Iglesia. La persona que me atacó dijo que todos los sacerdotes del Táchira están conectados (…) los grupos de apostolado son a los que tenemos que tenerles más miedo (…) ellos son nuestros enemigos número uno», explica Rosa sobre las razones para no decir a dónde irían.

«No podemos contarle nada a nadie. Solamente esto es para nosotros solos. Si uno solo mete la pata, por ese vamos a perecer todos«, sentencia la mujer.

Contrario al fervor que muestra en el video del CICPC, Rosa señalaba en la grabación que ni el papa podía enterarse de su plan porque la institución eclesiástica ya la había amenazado: «No le podemos comentar a nadie de la Iglesia sobre los mensajes, sobre lo que la virgen nos dijo (…)Si el papa nos llegara a preguntar algo, no podemos decirle porque ellos en estos momentos no están en capacidad de entender absolutamente nada«.

García indicó que sería la misma Iglesia y las familias quienes los perseguirían. Además expresó que había que seguir el ejemplo de la virgen: «La virgen María y San José todo lo guardaban en su corazón y así les estoy diciendo a todos, que todos sean ese San José y la virgen María».

En el audio, Rosa asegura que cualquier duda que se presentara debían resolverla únicamente con ella y repitió: «(…) con la gente de la Iglesia no nos podemos confiar porque he tenido graves problemas con la gente que yo creía que realmente eran santos (…)».

¿Se cerró el caso?

Posiblemente. Una persona cercana a la familia materna de Dickson Luna, uno de los menores que la familia Luna Roa llevó al encuentro religioso, dijo a El Estímulo que el caso de La Grita podría no investigarse a profundidad debido a las declaraciones de Douglas Rico, director del CICPC: «Nuestra Constitución establece la libertad de culto y de religión (…) pudimos determinar que efectivamente ellos se encontraban en ese momento espiritual. Mi llamado es a hacer buen uso de las redes sociales y no generar tantos fakes news».

Los miembros de la familia no están de acuerdo debido a lo que se escuchaba en el audio que envió Rosa García a una miembro de su grupo de oración. Sin embargo, la fuente no duda en decir lo que la mayoría repite en redes sociales: «Por lo menos el niño está bien».

La madre de Dickson Luna, Lissette Gutiérrez, declaró a la prensa el jueves 8 de septiembre cómo se desarrolló la situación: «Me siento engañada porque confíe en la abuela de mi hijo y en sus tías. Ellas se llevaron al niño con mi consentimiento, pero no a los que ellas me decían. Se lo llevaron bajo engaño. Ella me habló de (que se irían) una o dos semanas, por eso no pensé en colocar una denuncia».

Gutiérrez puso la denuncia luego de que Richard Luna, el padre de Dickson, le insistiera en que debía hacerlo: «No era un show (…) tantos rumores (…), tantos comentarios que su propio papá y los familiares me dijeron… Yo me desesperé».

Yeilen Gutiérrez, hermana de Lissette, resaltó lo siguiente a la prensa: «No era un juego. Era un niño que estaba desaparecido. Un niño que vino a pasar unos días con su familia paterna y jugaron con el sentimiento de nosotros».

«No sabemos qué cosas el niño pudo haber visto. No sabemos qué tanto le pudieron haber dicho al niño. No sabemos en qué grado pudo haber sido afectado porque yo no soy psicóloga», resaltó la tía de Dickson Luna.

Los usuarios de redes sociales concuerdan con ellas y se preguntan: «Si no los hubieran encontrado, ¿habrían vuelto por su propia cuenta?».

Lo último que dijeron las autoridades

Hasta ahora, los detalles de lo que estaban haciendo las dos familias que fueron al encuentro religioso al momento en que el CICPC los encontró no son públicos: solo se sabe que estaban orando. Durante la rueda prensa, las hermanas Gutiérrez expresaron que la información la manejaba a profundidad Richard Luna, padre del niño Dickson Luna.

¿Las personas están bien? Sí. Las 16 personas fueron encontradas en buenas condiciones físicas. De hecho, la preocupación por si los niños estaban en un contexto vulnerable se disipó: cada uno tenía abrigo, incluida la bebé cuya madre se llevó con ocho días de nacida al encuentro religioso.

Publicidad
Publicidad