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Balenciaga: ¿por qué señalan a la marca de promover la pedofilia?

La marca asegura que no hizo la campaña publicitaria con el fin de sexualizar a los niños y la eliminó de todas sus plataformas: ¿Quién aprobó la propuesta? ¿Qué dicen los críticos? ¿Balenciaga lanzó otras campañas que respaldan el abuso sexual de menores? Aquí te contamos

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Bolsos de osos de peluche vestidos con accesorios de sadomasoquismo en manos de niños: esa fue la imagen que eligió Balenciaga para su última campaña publicitaria de la colección primavera – verano de 2023 cuyo nombre era Balenciaga Objects.

Se habla en pasado porque la marca eliminó cada fotografía de sus redes sociales tras las miles de críticas que surgieron de lo que parecía obvio: las imágenes sexualizaban a los niños.

Ahora hay más preguntas que respuestas, pues se habla de que Balenciaga ha hecho apología a la pedofilia en esta y campañas anteriores: ¿Qué dicen los críticos? ¿Qué ha expresado la marca? ¿Qué dicen las personas que participaron en la campaña? ¿Qué antecedentes vinculan a la marca con la sexualización de niños? El Estímulo da los detalles en esta nota.

¿Por qué empezaron las críticas?

Las críticas iniciaron horas después de que Balenciaga hiciera pública su campaña en redes sociales. La distribución de objetos que hacen referencia al bondage, una práctica erótica que inmoviliza a una persona, fue lo que desató la ola de comentarios: «Balenciaga sexualiza a los niños», «¿Quién aprobó la dirección de arte y el trasfondo de la campaña?», «Esto es aberrante».

¿Qué dijo Balenciaga y su equipo?

El martes 22 de noviembre, Balenciaga anunció a través de sus redes sociales que eliminaría la campaña y ofreció disculpas: «Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que nuestra campaña navideña pueda haber causado. Nuestros bolsos osos de peluche no debieron ser presentados con niños».

CNN se comunicó con el fotógrafo de la campaña, Gabriele Galimberti, quien a través de un comunicado indicó que él no era responsable de la dirección y el rodaje.

«No estoy en posición de comentar (sobre) las elecciones de Balenciaga, pero debo enfatizar que no tenía derecho de ninguna manera a elegir los productos, ni los modelos, ni la combinación de los mismos», dijo Galimberti. No obstante, todas las piezas se inspiraron en su obra Toy Stories.

«Solo se me pedía que iluminara la escena dada y tomara las fotos de acuerdo con mi estilo característico», indicó a CNN el artista.

¿Por qué se habla de pedofilia en otras campañas?

A raíz de esta polémica, se difundió también que en la campaña de Balenciaga junto a Adidas, que se lanzó a principios de noviembre de 2022, se hizo referencia a la pedofilia.

En una de las fotografías de la campaña hay varios documentos sobre una mesa, uno de ellos era una hoja donde se leía la página 11 de la sentencia Ashcroft v. Free Speech Coalition. A través de esta resolución la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la prohibición de la pornografía infantil, ya que según los jueces no era obscena ni real.

No paso mucho tiempo para que Balenciaga reaccionara a este señalamiento: «Pedimos disculpas por mostrar documentos inquietantes en nuestra campaña. Nos tomamos este asunto muy en serio, y estamos tomando acciones legales contra las partes responsables de crear el conjunto e incluir artículos no aprobados para nuestra sesión de fotos de la campaña Spring 23».

Gabriele Galimberti volvió a desligarse de la producción de esta campaña.

¿Se cumplen las palabras de Kanye West?

Hace pocas semanas, Balenciaga rompió su relación comercial con Ye (Kanye) West después de que hiciera comentarios antisemitas y criticara el poder de la industria de la moda y Hollywood.

Antes de cortar relaciones, West habló de la participación de los niños en el modelaje y resaltó que Elon Musk lucharía contra la difusión de pornografía infantil en Twitter una vez comprara la red social.

Hasta los momentos, revistas aliadas de esta marca como Vogue o GQ no se ha pronunciado sobre esta situación. Solo un periodista de Fox News, Tucker Carlson, dijo algo al respecto: «(…) Los adultos cruzan la línea, y siempre ha sido una línea muy clara, hacia una intervención bastante profunda en la sexualidad de los niños. Eso siempre ha sido, y debe seguir siendo en una sociedad civilizada, lo más prohibido (…)»

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