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Sidor: vocero de las protestas denuncia detenciones y persecución de compañeros

Los empleados de Sidor no han parado de reclamar mejoras salariales. César Soto, miembro del movimiento de trabajadores Unidad en la Coincidencia y profesional con 32 años experiencia, denunció la detención de al menos siete compañeros y persecución a otros sindicalistas de sidoristas y de CVG Bauxilum. Esto es lo que ha pasado hasta ahora

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Los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) tienen cuatro días protestando para conseguir mejoras en sus sueldos y denunciar la explotación laboral y exposición a riesgos. Desde el lunes 10 de enero hasta este jueves 12 de enero la respuesta de la directiva de la empresa y las autoridades ha sido detener y perseguir a empleados y, en algunos casos, despedir a varios más.

No es la primera vez que los trabajadores de Sidor se unen para reclamar injusticias. No obstante, esta manifestación ha tenido un elemento nuevo: la generación de noticias falsas por parte de sectores oficialistas para generar caos en la población de Guayana y Bolívar. Además de la persecución y detención de varios trabajadores.

La situación ha hecho que varios de los sindicalistas se mantengan en el mismo lugar de protesta: el elevado del portón IV de Sidor, una vía de acceso principal a la empresa.

El Estímulo conversó nuevamente con César Soto, miembro del movimiento de trabajadores Unidad en la Coincidencia y trabajador de Sidor desde hace 32 años, para conocer lo que ha pasado hasta este jueves 12 de enero.

Trabajadores de Sidor el martes 10 de enero. Foto cortesía: Luis Alfonzo

Persecución y detenciones

Soto, que habló el martes con El Estímulo, denunció este jueves que sus familiares y los de sus compañeros han recibido múltiples llamadas para amenazarlos.

En su caso, la persecución inició durante la noche del martes 10 de enero. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y un presunto fiscal laboral del Ministerio Público se acercaron a su casa para entregar una «notificación». A varios compañeros les llegó el mismo anuncio y en realidad se trataba de una medida cautelar.

César Soto dijo a El Estímulo sobre la situación: «Ellos le dijeron a mi esposa: ‘La próxima vez vengo a llevármelo preso’. Por eso es importante que la gente lo sepa, que ustedes (los medios) nos ayuden a difundir la verdad».

Los vecinos y familiares de Soto le pidieron que se mantuviera en el lugar de protesta, pues la urbanización Villa Acero, donde vive, está rodeada de patrullas.

Pero el sindicalista no es el único afectado. De acuerdo con Soto, hay varios compañeros de Sidor y CVG Bauxilum detenidos e imputados por delitos de hostigación, asociación para delinquir, agavillamiento y alteración al orden público. Sus nombres son: Juan Carlos Arias, Remys Ramos, Over Ramos, Juan Mendoza, Nery González, David Torres y Luis Coro.

De este grupo, denunciaron la desaparición de Juan Carlos Arias. La información la compartió la periodista Pableysa Ostos a través de Twitter luego de recibir la información de parte de familiares del trabajador.

Del mismo modo, el medio Efecto Cocuyo maneja más nombres de empleados detenidos: Fray Soteldo, Avilio Manrique, Deinis Torres, Manuel Palacios y Ronald Rodríguez.

Y César Soto también indicó que trasladaron a un comando de la GNB, ubicado en Palua, al esposo de una trabajadora de la empresa luego de que le dejara alimentos y bebidas en el sitio de protesta.

Desmentir a las autoridades

Soto desmintió lo que se ha dicho redes sociales de que el grupo de trabajadores de Sidor no deja pasar emergencias y gandolas de gasolina. El sindicalista aclaró que si bien el lunes 9 de enero las restricciones eran más fuertes para transportistas de materiales y gasolina, se abrió un canal humanitario para ambulancias y civiles.

«Abrimos un canal humanitario. Dejamos pasar a personas con emergencias y después a gandolas de gasolina para Bolívar. Nosotros hablamos con seis gandoleros de gasolina y nos dijeron que un alto jefe de PDVSA les pidió que no pasaran por esta vía (elevado del portón IV de Sidor). A ellos les hicieron pasar por una trocha para Bolívar. Por eso es una manipulación lo que dicen de que no los dejamos pasar, lo que se está difundiendo en redes sociales», explicó el trabajador.

Hay videos, compartidos por periodistas y residentes de Guayana este jueves, donde se ven las gandolas de gasolina vía a las minas, justo en el cruce de la avenida 45 de San Félix. Es decir, no pasan por la ruta habitual (incluso estando libre), pero sí por caminos alternos.

No dejar las calles

Desde el lunes, César Soto ha mantenido su posición: «No hemos abandonado los espacios porque, hasta el momento, no ha venido absolutamente nadie a darle respuesta a las exigencias que están haciendo los trabajadores».

«Los trabajadores quieren sentar una mesa donde se hable de salarios. La propuesta que ha tenido (la directiva de Sidor) para paliar el tema de lo poco que se gana es un bono. La empresa, Sidor, ofreció el día de ayer 100 dólares para pagar hoy y 100 dólares cuatro días después para que los trabajadores dejaran la acción de lucha que se tenía. Ellos dijeron que no porque eso es pan hoy y hambre para mañana», expresó Soto.

Los compañeros de Soto quieren ver cambios salariales que tengan incidencia en las vacaciones, prestaciones y las utilidades.

No es solo un reclamo de Sidor

A la avenida, donde no para la protesta de los empleados de Sidor, también llegaron alrededor de 300 trabajadores de Maderas del Orinoco, Alcasa, Venalum, y Carbonorca el lunes 9 de enero. Todas las industrias reclamaron lo mismo: derechos laborales y salariales dignos. Además prometieron mantenerse en las calles hasta conseguir una propuesta clara y adecuada para todos.

Amenazas y señalamientos

César Soto explicó que más allá de la propuesta del bono de 100 dólares, han llegado mensajes de amedrentamiento debido a que los choferes de Sidor se sumaron a la protesta y se movilizaron con las unidades de transporte al lugar.

Ante esto, la directiva de la industria básica señaló que estas personas dañarían los buses y otros vehículos, pero Soto lo niega: «Las unidades de transporte y han permanecido en la avenida, protegidas y cuidadas por los choferes. Aquí no corren ningún peligro. El peligro que corren es que el mismo ‘patrón Estado’ mande a sabotear, como ha pasado antes, para achacarle la culpa a los trabajadores».

Buses de Sidor en la avenida que pasa bajo el elevado del portón cuatro de Sidor. Foto cortesía: Luis Alfonzo

Hablar desde la experiencia

César Soto tiene 32 años trabajando en Sidor. Es delegado departamental de Sidor y con el tiempo se convirtió en vocero de los derechos laborales de los empleados. A pesar de su experiencia, la directiva de la industria lo dejó fuera del grupo de trabajadores «requeridos en planta», una figura que se inventó para privar de sus labores a aquellas personas que difieren de las formas impuestas.

Esa situación, que ha profundizado el conflicto y las diferencias entre empleados, ha hecho que César Soto cobre ahora %25 o 30% del salario que le corresponde. Eso sin sumar la realidad económica: todos los sueldos se han devaluado desde el último ajuste entre marzo y abril de 2022.

Todos reclaman lo mismo: salario digno. Foto cortesía: Luis Alfonzo

«(…) una persona que salía de vacaciones (a partir de marzo de 2022) sacaba alrededor de 2800 dólares. En el transcurrir hasta esta fecha, un trabajador está sacando de $400 a $300 de vacaciones. Para aquella fecha, el salario mensual de los activos en planta, porque a los que estamos afuera nos cancelan únicamente el 30% del salario, estaba entre $400 y $500 y a esta fecha ha mermado tanto que no llega a $60 y con eso no se come», expone Soto.

«En mi caso, que cobro 30% o 25% del salario, una quincena pueden ser 15 o 20 dólares», detalla.

Cobrar sin claridad

Soto recuerda que hace varios años recibía un listín o recibo de pago con detalles de cómo se dividía el sueldo y el total. Hoy eso ya no existe: «Nosotros no sabemos cuánto ganamos porque no entregan el listín de pago (…) Nosotros hemos hecho la solicitud de la entrega del listín, que nos muestren la fórmula de cálculo nuestro salario, y los representantes de la empresa, el mismo presidente de la CVG, Pedro Maldonado, dicen que no están autorizados para decirnos».

De acuerdo con los manifestantes, razones para pedir estos comprobantes sobran, pero la más obvia es la explotación a la que varios de sus compañeros activos en planta son sometidos: «Lo exigimos porque hay trabajadores que ponen a trabajar en el turno de 7:00 am a 3:00 pm, y después les dicen que sigan hasta las 7:00 pm, y esas horas adicionales, no se las reconocen. No les pagan el sobretiempo. Ellos dicen que tampoco están autorizados para pagar sobretiempo porque eso lo manejan la Onapre y el memorándum 2792».

Este último documento, aprobado en 2018, eliminó los contratos colectivos y los derechos y beneficios que se conquistaron en el sector público durante años.

Evitar la confrontación

Soto ha dejado claro, varias veces, que se mantendrán en las calles de forma pacífica. Para el miércoles 11 de enero, compañeros de otras empresas básicas prometieron unirse a los de Sidor y con motivos: la directiva de la CVG pidió marchar para defender el modelo oficial.

Esa marcha ocurrió, pero la mayoría de los asistentes eran miembros de otras instituciones y grupos progobierno. Por ejemplo, trabajadores del IPASME y miembros de la Unidades de Batalla Hugo Chávez.

Sin unidad ni resultados

Una de las cosas más evidentes para César Soto, en su experiencia como vocero sindicalista, es que las políticas de la directiva de Sidor buscan acentuar las diferenciaciones para que los empleados no estén unidos en el reclamo de sus derechos.

«Ellos imponen que no se puede reclamar. Los trabajadores tienen que someterse a las condiciones de ellos. No permiten que trabajen representantes sindicales de ninguna corriente ni delegados de prevención, no los quieren en planta porque han ocurrido incidentes donde se ha visto afectada la salud de los trabajadores y no se responsabilizan. Si reclaman, nos ponen en cuarentena y quitan «el gran beneficio» que dicen ellos, que son las bolsas de comida y las proteínas (pollo, carne, sardinas en lata y mortadela). Si reclamas, pasas a ser un trabajador rezagado que cobra 30%», dice Soto. 

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