Deportes

Esto no pasaba con Esquivel

La maquiavélica frase retumba en todos los mentideros del fútbol nacional de un tiempo para acá. Por las redes sociales, periodistas y trabajadores de medios de comunicación deportivos la pregonan, incluso algunos que enfilaron baterías contra el hoy detenido por la justicia suiza, han echado de menos al Presidente (¿?) de la Federación Venezolana de Fútbol emitiendo esta vacilante oración de cinco palabras. Hasta el propio seleccionador Noel Sanvicente la recordó en su último encuentro con los representantes de medios. ¡Vaya que andamos mal!

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Se acaba el 2015 y resulta inaudito que aún el Consejo de Honor del ente rector del fútbol nacional no ha podido imponer su criterio para hacer valer el reglamento del Torneo Adecuación 2015.

¿Qué tanto evalúa e interpreta si la regla es clara sobre los criterios de suspensión de jugadores con acumulación de amonestaciones? Un equipo que cometió una falta grave como alinear un futbolista suspendido, trata de sobrevivir a un resonante error personal porque se lo permite las reglas de juego, está en su derecho, pero lo que no tiene razón ni explicación ninguna es que el retraso en una resolución se demore ya quince días.

En el sorteo de la primera fecha del Torneo Apertura 2016, en medio de un espectáculo muy bien preparado y producido por la Asociación de Clubes Profesionales de Fútbol Venezolano, aparecía ese manchón (por no llamarlo de otra manera) federativo donde aún no se sabe si entre los 20 equipos que arranquen el próximo campeonato, sea JBL o Metropolitanos el que complete esa lista. Un bochorno nunca visto.

Misma situación que padece Tucanes, otro perjudicado de los fallos errados de la FVF que había decretado su permanencia en Primera División y luego decidió mandarlo a Segunda, al más puro estilo de Steve Harvey con la Señorita Colombia en el Miss Universo. Los amazonenses introdujeron un recurso de apelación por el fallo y la contestación, luego de un mes de espera (fuera de todos los tiempos legales establecidos), fue que “tendrán respuesta en el momento oportuno”. Una carcajada en la cara.

¿Que estos casos, así como la sublevación de jugadores en la Selección de Venezuela, no hubieran ocurrido si Rafael Esquivel estaba al mando de la Federación es cierto? Pues sí, probablemente sea cierto, pero solo por la magnificencia de su poder y los métodos absolutistas, alcanzaba un status quo de control permanente que lógicamente se quebrantó en su ausencia, provocado por su propia influencia de impedir el crecimiento gerencial de todos los que trabajaban en su entorno. La habilidad de transformar a sus rivales en súbditos fue su mejor mecanismo para perpetuarse en el poder.

El fútbol venezolano va en un bólido intentado adelantar en una carretera de un solo sentido a un vetusto camión de la FVF que le impide el paso. Toda la espectacularidad con la que la ACPFV presentó el nuevo campeonato y sus ambiciosos proyectos pueden encallarse si no se deslastra de la relación federativa.

Las próximas elecciones en Sabana Grande son la esperanza para que el ente rector resucite (indudablemente soy de los que cree que no se puede estar peor), pero hasta ese momento, año 2017, queda en manos de los clubes no perder el norte de lo que vienen haciendo. La reducción progresiva del número de equipos en Primera División es ya un enorme avance.

El fortalecimiento de la Asociación de Clubes y su peso en la organización de la competición sí es un paso adelante, uno que “no pasaba con Esquivel”. Y es que los avances concretados por la agrupación de directivos han sido logrados luego de la detención del ex Presidente, quien durante su gestión no fue claro sobre el rol que jugaría la FVF en la disposición de los torneos locales.

«Un hombre que quiere ser bueno entre tantos que no lo son, labrará su propia ruina», decía Maquiavelo. Yo tengo fe que en el caso que aquí nos corresponde, esto no se cumpla. Pero la frase está ahí, desde 1513.

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