Antiguo número 1 mundial, vencedor de Wimbledon 2002 y del US Open 2001, ahora Hewitt se convertirá en el capitán del equipo australiano de Copa Davis, debutando en la primera ronda ante Estados Unidos, en marzo en Melbourne.
«Jugó demasiado bien esta noche, es uno de los ocho mejores en el mundo, un par de veces semifinalista aquí. Ha jugado muy bien en estas condiciones y está en el mejor momento de su juego», dijo Lleyton Hewitt, emocionado por la ovación de sus compatriotas en la Rod Laver Arena, sobre Ferrer.
«Lo di todo, no dejé nada en los vestuarios y es algo de lo que siempre estaré orgulloso. En toda mi carrera siempre he dado el 100% y he amado salir aquí (Rod Laver Arena) y competir», añadió.
El australiano, que fue número uno mundial con veinte años y con dos títulos de Grand Slam, nunca se rindió pero acabó por confirmar su despedida, emocionado y vitoreado. Le acompañaron sus hijos, que bajaron junto a él a la pista, y su mujer, muy emocionada, dejó escapar lágrimas de sus ojos, como el propio Lleyton.