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Vinotinto: La renovación adelantada

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Noel Sanvicente sostiene que las matemáticas aún le permiten aspirar a clasificar al Mundial de Rusia. Mientras los números dejen soñar, la consideración es válida, pero otras estadísticas, son lapidarias y desesperanzadoras. El seleccionador ahora piensa en algo más allá del próximo Mundial de 2018, aun cuando su continuidad dependerá de lo que haga en esos seis días de este mes de marzo ante Perú y Chile. Preparó un plan a corto plazo, que puede servir para el largo plazo.

El llamado de 27 jugadores para esta doble fecha no es una exageración en cantidad. La ausencia de Luis Manuel Seijas, Roberto Rosales y José Manuel Velásquez por sanción para el primero de los dos choques obliga al técnico a encontrar recambios, además de tener en cuenta que hay hasta cuatro jugadores apercibidos de suspensión que, de ser amonestados ante Perú, no estarán ante Chile, entre ellos, titulares como Tomás Rincón y Salomón Rondón.

La Crisis de Noviembre, de la que surgió la carta de los quince firmantes que exigían la salida de la directiva de la Federación Venezolana de Fútbol y en la que manifestaban públicamente el descontento en la relación de esos jugadores con el seleccionador, condicionó la confección de esta lista. La jugada magistral del ente federativo de anunciar que ya no habrá premios onerosos a quienes sean convocados y que la aceptación de asistir quedaría “a criterio de los que amen la camiseta”, dejó en el aire la posibilidad de considerar como mercenarios a aquellos que no quieran montarse en un avión comercial para encarar los compromisos eliminatorios. Ante tal escenario, los que estamparon su firma, recularon.

Partiendo de ese contexto (que se aleja absolutamente de las consideraciones deportivas que también son materia pendiente para una Vinotinto que cuenta sus presentaciones en eliminatorias por derrotas), sorprende de esta lista la ausencia de tres futbolistas que, por diversas razones, se estimaba pudieran estar incluidos. Alejandro Guerra y Ronald Vargas, los volantes ofensivos titulares en el inicio de la era Sanvicente, desaparecieron del mapa, a pesar de cumplir con uno de los criterios exigidos por el estratega para conformar la convocatoria: estar en plena forma. Guerra, figura en un Atlético Nacional que declaró ya su intención de ser campeón de la Copa Libertadores y Vargas, asentado nuevamente en Europa luego de mucho tiempo, casualmente han sido los señalados por rumores de tener enfrentamientos individuales con “Chita”.

El caso de Santos es muy particular. Exigido por la afición, logró convertirse en el compañero indiscutible de Salomón Rondón en el ataque nacional a punta de goles, pero nunca dejó de ser una duda para el cuerpo técnico. Ahora, con complicaciones de continuidad en su club por temas económicos y de paso siendo uno de los firmantes contra la FVF con menos tiempo en el proceso de Selección Nacional, era susceptible de ser dejado fuera. Y así pasó.

El tener que desgranar caso por caso de por qué está o no cada uno, desnuda la crisis que aún rodea el ambiente de la Selección. Lo innegable es que el panorama ha permitido a los más jóvenes una oportunidad (antes de lo previsto) de ser parte de este nuevo proceso. Decretado está que ya pasó el tiempo de los “Maestrico” González, Franklin Lucena y Gabriel Cichero y se mantiene la columna vertebral con los “caballos”: Alain Baroja, Roberto Rosales, Oswaldo Vizcarrondo, Luis Manuel Seijas, Tomás Rincón y Salomón Rondón. A partir de ahí, hay seis puestos en el once titular que se disputará la nueva savia.

La zona de volantes ofensivos será inédita. Al no contar ya Sanvicente con quienes en su momento fueron las “niñas de sus ojos” (Vargas y Guerra), echa mano del buen momento que atraviesa la juventud nacional en esa zona de la cancha. Adalberto Peñaranda, Juanpi Añor, Rómulo Otero, Yeferson Soteldo y Jhon Murillo, los chamos que más ilusión generan entre los aficionados, se jugarán cuatro puestos en la formación con otros con más recorrido, pero de menos actualidad como Josef Martínez, Mario Rondón y Richard Blanco.

La presencia de once futbolistas del campeonato local en la hoja del listado es otro aspecto que ha tenido que asumir, en su dialéctica contradictoria, el seleccionador. Exigente en su momento de la más alta competitividad (algo que queda en entredicho con los clubes venezolanos cuando son expuestos a la escena internacional), ahora, obligado por la necesaria tala, las alternativas vienen de los futbolistas que atraviesan por su mejor momento en el país, dado que no hay más de donde echar mano. El espaldarazo que le dan los de acá cuando les toca defender la camiseta en los amistosos fuera de fecha FIFA los hace ganadores de una oportunidad y les ha llegado el momento a los Wilker Ángel, Daniel Benítez, Ángel Faría, Carlos Cermeño, Arles Flores y Arquímedes Figuera. “No podemos menospreciar nuestro campeonato”, es el discurso que ahora maneja el DT.

Hay sorpresas en la convocatoria, sí, pero pudieron ser mayúsculas. Noel Sanvicente se juega su supervivencia con condiciones favorables para él. Los jugadores de mayor jerarquía decidieron recular a sus exigencias (tragando grueso) y los chamos que hacen vida en el fútbol extranjero aterrizarán en Lima en su mejor momento, pero con la inexperiencia de haber consumido pocos minutos vestidos de Vinotinto. Ahora, con numerosos cambios, solo habrá razones exclusivamente futbolísticas para saber si la Selección puede enderezar el rumbo en plena competencia.

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