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El Meldonium, la pesadilla de Sharapova que también vino del frío

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La modelo y jugadora de alto desempeño ahora ve su carrera amenaza con el fin de millonarios patrocinios, por el escándalo que pone en jaque una reputación labrada durante años en la elite mundial del deporte blanco.

El primero en llamar la atención sobre el uso de esta sustancia fue el laboratorio antidopaje de Colonia, ya que sus expertos «la encontraban regularmente cuando se buscaban otras sustancias» al analizar muestras de deportistas, explicó a la AFP Michel Audran, profesor de biofísica de la Facultad de Farmacia de Montpellier (Francia) y consejero en materia antodopaje de numerosas federaciones deportivas.

En 2015 se inició un estudio que acabó de convencer a los especialistas en el uso del Meldonium con fines dopantes: de las 8.320 muestras analizadas por el laboratorio del profesor Wilhelm Schänzer, un 2,2% (unas 180) dieron positivo a esta sustancia. Muestras que pertenecían a atletas con el corazón, a priori, en plena forma.

Este ratio aumentaba a más del 15% en deportistas rusos, ucranianos, bálticos… llegaba a un 67% en deportistas de fuerza y en un 25% en aquellos de especialidades de resistencia, según reveló Pierre-Jean Vazel, exentrenador de atletas franceses como Christine Arron y Ronald Pognon, en su blog, el pasado 4 de marzo, es decir, solo tres días antes del anuncio de Sharapova, que atribuyó su positivo a un «gran error».

Unos resultados que pueden calificarse de normales puesto que el Meldonium es un producto puro de la farmacología soviética. Inventado en 1975 por el profesor Ivars Kalvins en lo que ahora es Letonia, nunca fue autorizado más allá de lo que fueron las repúblicas soviéticas, donde se sigue utilizando con el nombre de Mildronate para la prevención de infartos de miocardio y en el tratamiento de sus secuelas.

– Resistencia y recuperación -Según el profesor Audran, también se prescribe en la Europa del Este para el tratamiento de «la arritmia cardíaca, la arterioesclerosis y la diabetes». «Disminuye el ritmo cardíaco y lleva más oxígeno al corazón. Y lo que es bueno para el músculo cardíaco es bueno para el resto de músculos. Aumenta la resistencia y tiene efectos en la recuperación».

Unas virtudes que recuerdan mucho a las de la EPO, otro medicamento usado con fines dopantes.

Alertada por los resultados de ese estudio llevado a cabo por el laboratorio de Colonia, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) inscribió en septiembre de 2015 el Meldonium en la lista de sustancias prohibidas a partir del 1 de enero de 2016 argumentando que es un producto «utilizado ampliamente por atletas sin justificación médica y con el único objetivo de aumentar su rendimiento».

Desde la entrada en vigor de su prohibición y hasta Maria Sharapova, es decir, apenas dos meses, una docena de deportistas han sido controlados positivos a esta sustancia: la atleta sueca de origen etíope Abeba Aregawi, campeona del mundo de 1.500 m en 2013, el ciclista ruso Edouard Vorganov, la patinadora rusa Ekaterina Bobrova, los biatletas ucranianos Olga Abramova y Artem Tychtchenko, el maratoniano etíope Endeshaw Negesse, así como seis luchadores georgianos.

Suficientes casos como para poder hablar de epidemia, sobre todo teniendo en cuenta que numerosos laboratorios occidentales están analizando muestras sospechosas.

El Meldonium se comercializó ilegalmente en Occidente durante mucho tiempo sobre todo por lo atractivo de su precio (menos de 20 euros la caja en internet). En 2010, el Mildronate formaba parte de los medicamentos incautados al doctor canadiense Anthony Galea, médico de numerosas estrellas del fútbol americano.

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