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Dudamel va en el camino correcto, pero nada va a cambiar

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Contra Brasil yo esperaba una debacle mayor. Si usted no ha visto la evolución (o diferencia) desde que llegó Tité, seguramente se sorprenderá. Pero paso a paso, se ve que hay una intención en la Vinotinto. Después habrá tiempo para analizar si el técnico la concluye o no.

Porque lo más fácil es resguardarse. Esperar y defender con las nalgas, si es posible. Hay errores puntuales, sí. Las obvias y no forzadas (Hernández) y las pasivas (Rolf). Eso sucede porque Venezuela no es un equipo; sigue siendo un compendio de individualidades.

Partido a partido se nota que los desenlaces de los juegos que dirigió Noel Sanvicente no son solamente resultado de alineaciones. Que esto es lo que hay. Que habrá que jubilar antes de tiempo a algunos y abrir el ensayo y error con otros. Que los jóvenes son los más arriesgados y menos traumados -Peñaranda y Añor por nombrar a algunos-. Pero también hay veteranos que pueden cambiar la rutina, como Guerra. Al menos, digo, para golpear a rivales encopetados como Argentina y Brasil.

Debo advertir que ya he analizado que el fútbol venezolano tiene un problema de raíz y no de técnicos. Aquí pueden leerlo. Aún así cuesta mucho explicarle al fanático venezolano que esto es el desenlace de un fútbol atrasado, anacrónico y dirigencialmente irresponsable.

El tema no es quién falló. El tema es quién realmente quiere cambiar esto de fondo. Las elecciones son en 2017 y hasta ahora, haga lo que haga Dudamel, la tendencia es que gane el pasado.

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