La cámara observa con preocupación las consecuencias del cierre. Señala que el intercambio comercial, que durante el primer semestre cayó 38%, hoy se ve más afectado por el cierre que ya hace 15 días se ha venido ejecutando en la frontera entre el estado Táchira y el Departamento Norte Santander, lugar por donde transita cerca del 60% del comercio formal binacional.
“De esta manera, se evidencia que el impacto negativo en lo económico y social es profundo, pues las razones que motivan la medida como el contrabando y la acción de grupos irregulares siguen existiendo y continúan empobreciendo a ambas naciones, y la medida de cierre no soluciona dichos flagelos, pero si acentúa el deterioro económico, social y cultural de nuestra frontera”, indica el texto.
Añaden la necesidad de “la concertación conjunta de una serie de políticas orientadas a la promoción del comercio formal y el empleo digno en pro del mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de frontera, que son ciudadanos decentes y trabajadores en su gran mayoría”.
La Cámara ve con optimismo el llamado a reuniones emprendido por la Autoridad Militar Única para las Zonas de Estado de Excepción, para restablecer la normalidad en la zona.