Elecciones 2024

Lula y Petro se ladillaron

Si Lula no ha hablado con Maduro desde antes del 28, ¿con quién dialogan esos mandatarios que dicen querer ayudar a resolver el conflicto postelectoral en Venezuela? Hoy hablan de cohabitar y de repetir los comicios. Esa gente se cansó de que no le paren en Miraflores

Publicidad
lula

Habría que ir perdiendo ya la esperanza de que esto de Petro, Lula y López Obrador logre algo aceptable. Y no sólo por ellos, sino porque tiene que ser obvio para todos que entre Miraflores y Fuerte Tiuna no hay disposición de publicar ni de verificar resultados de la elección, ni de hacer auditorías, ni de aceptar a ninguna de las voces calificadas que señalan irregularidades y que demandan transparencia. Lo que existe ahí es la pura voluntad de seguir adelante con la historia del triunfo, del golpe, del terrorismo, del ataque cibernético y con la estrategia de que todo se resuelva con una sentencia.

De ahí no los saca ni el diablo que venga a darles consejos.

Eso, para estar claros desde el principio. Porque por otro lado, la verdad es que el desempeño de los tres presidentes tampoco es que haya sido como para aplaudir y hacer la ola. O al menos no, considerando lo que se ha hecho público.

Al principio -salvo en el caso previsible de López Obrador- sobre todo Lula lucía firme en advertir acerca de la importancia de la transparencia, de que no quedara duda alguna y demandó lo que se ha estado pidiendo desde el mismo 28: que se conozcan los resultados de las votaciones mesa por mesa.

Este jueves, cuando ya los del trío parecen hastiados, en unas palabras en las que no se ha puesto mucho foco, el mandatario brasileño reconoció que no habla con Maduro desde antes del 28 de julio cuando le recordó que hacer unas elecciones confiables le allanaría el camino al levantamiento de las sanciones. En todo lo que ha ocurrido luego del 28, ni una palabra, según él. Eso nos da una idea de lo mucho que deben estar escuchando a Lula en Caracas…

Por eso debe ser que hoy lanzaron unas cartas ahí sobre la mesa, como para que no se les reproche que no lo intentaron. Petro dice que un acuerdo de cohabitación y que alternarse el poder temporalmente entre el chavismo y la oposición, como si estuviéramos en 2024 en medio de una disputa entre dos partidos políticos y no entre un régimen autoritario y una ciudadanía que quiere que sus votos se cuenten como debe ser y que valgan y se cumplan las leyes. También dice el exguerrillero que el acuerdo incluya que se levanten las sanciones, porque -claro- hay que apostar siempre al chorro petrolero y a decir cosas que caigan bien entre los camaradas.

Petro, hermano, ¿en qué cabeza cabe que el chavismo cohabite o comparta gobierno con alguien? ¿No has entendido nada o te haces el inocente?

Y Lula, bueno… decidió jugar al abuelo que es un poquito más malo con frases así: «Maduro sabe que le debe una explicación al mundo». Pero también soltó lo de repetir las elecciones. López Obrador, que ya se desmarcó antes de la «gestión», dijo que no está de acuerdo: tal parece que prefiere comerse la decisión inminente del TSJ. Es la posición más cómoda.

Lo más cuestionable de esta evidente muestra de fastidio y guabineo -ninguno se atreve a terminar de llamar a las cosas por su nombre- es que deja la impresión de que decidieron remar lejos del tema fundamental: que ya se hizo una elección y que el organismo responsable de dar a conocer el detalle de los resultados se niega a honrar sus obligaciones.

Publicidad
Publicidad