Consumo

Purolomo, cómo es la discreta empresa líder en negocios de pollo, huevos y carnes

De ser un proveedor industrial a gran escala en el sector de la agroindustria, Purolomo se ha diversificado de forma vertical y horizontal y hoy sus productos finales están en la mesa de miles de hogares y restaurantes en toda Venezuela. Es la más importante en este estratégico sector de la alimentación básica.

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Purolomo, planta y edificio administrativo

Purolomo es una empresa familiar que durante los últimos 56 años ha construido una marca y una organización integrada verticalmente y horizontalmente, con presencia firme en varios estados de Venezuela. Ahora avanza en una nueva fase aumentando el reconocimiento de sus productos comerciales en los mercados finales de pollos, huevos, carnes de cerdos y bovinas.

Bien entendida por sus clientes en el mundo de la agroindustria aguas arriba, Purolomo es poco conocida a escala del consumidor final, aunque es bastante probable que hoy por hoyde alguna u otra forma los productos de esta corporación estén presente en la mesa o en las viandas de los venezolanos en cualquier momento del día.

Es por ejemplo uno de los actores más importantes en la compra de cereales producidos en Venezuela, así como un importante importador de ciertos rubros, explican sus directivos David Somoza y Ricardo Montenegro, en entrevista con El Estímulo.

Purolomo es hoy un conglomerado que reúne a más de 4.000 empleados, 25 puntos de producción entre granjas y plantas, que abastece el 54% de la producción de pollo nacional, 35% de huevos de consumo, 15% de la fabricación de embutidos y 60% de la elaboración de alimento balanceado para animales.

Sus instalaciones están ubicadas en Guárico, Portuguesa, Aragua, Carabobo, Cojedes, Zulia, Yaracuy y Falcón.

Recientemente entró al negocio de la molinería con alimentos complementarios de la canasta básica, a través de un paquete accionario de la empresa Granos La Lucha CA.

También producen los embutidos Hermo en exclusividad para la firma colombiana Nutresa, propietaria de esa marca.

Somoza pertenece a la segunda generación de la familia fundadora de Purolomo, cuyos orígenes se remontan a una cría de cerdos a pequeña escala en Fila de Mariches, estado Miranda, como destaca la empresa.

La Lucha es una marca bien conocida entre los venezolanos del centro del país por sus productos gofio canario, funche, fororo, y arroz. Con este nuevo impulso Purolomo se propone aumentar las ventas de estos cereales molidos e inclusive estudia incorporar leche en polvo en algunos de ellos.

También poseen Milpa, harina precocida, una de las 47 marcas que se disputan junto con PAN el atomizado mercado de este producto fundamental en la dieta de los venezolanos.

Un grupo en expansión

En la carretera nacional Cagua-Villa de Cura destaca una enorme instalación de silos, plantas y galpones de cría en la ladera de un caluroso cerro. Filas de gandolas graneleras suelen estar a las puertas de este complejo, prestas para descargar granos y otros insumos usados en la formulación de alimentos balanceados.

Otros camiones salen con toneladas de alimentos concentrados, a granel y en sacos, para ser colocados en todo el país.

Esta es una de las instalaciones más visibles de Purolomo y su construcción en los últimos años, así como las filas de camiones llaman la atención de los viajeros. Como la empresa ha mantenido un bajo perfil público en medio de este crecimiento continuo, muchos especulan acerca quienes son sus verdaderos propietarios, en un país de desinformación, no pocas sorpresas y una economía emergente basada en las importaciones masivas con bajos aranceles.

Pero ahora la familia Somoza parece dispuesta a contar su historia de casi 60 años y a relatar un poco más acerca de su diversificación.

En maíz blanco el consumo de Purolomo es 100 por ciento nacional, «ya desde el año pasado no importamos», explica Somoza en la sede de la empresa en Caracas. En este año están apuntando a llegar a cubrirse con la compras ya hechas hasta que llegue la próxima cosecha nacional.

En amarillo el abastecimiento siempre es deficitario, «mitad y mitad», en la proporción entre importado y nacional, agrega.

«La situación en general de este sector en Venezuela es positiva, mejorando y creciendo”, dice Somoza para pasar a relatar los avatares de un mercado que se volvió precario en medio de la dura crisis venezolana, cuando ha caído con fuerza el consumo de proteínas de origen animal, desplazada por un aumento en la ingesta de carbohidratos.

“Lo que nosotros creemos es que la gente va a ir migrando de los carbohidratos a las proteínas, como lo hizo en la época de la pauperización (también depauperización, empobrecimiento general de la población) que lo hizo de las proteínas a los carbohidratos”.

David Somoza, Purolomo

El grupo maneja un amplio portafolio de unos 100 códigos de productos y comienzan a dirigirse más al consumidor final.

«Siempre fuimos grandes productores de commodities (materias primas), siempre fuimos grandes abastecedores de la industrial.Entonces los clientes nos conocen mucho, saben perfectamente quiénes somos, pero el consumidor como tal, no», explica.

David Somoza, tercera generación al frente de Purolomo.

Un mercado en leve recuperación

Somoza señala que han detectado en los últimos años una recuperación del consumo per cápita en el mercado interno que por su puesto no es automático.

Después de haber caído a un mínimo histórico en el año 2018, el consumo se ha estado recuperando, tomando como referencia el año 98, cuando era cerca de 20 kilos per cápita en pollo.

Ese 2018, en el pico de la crisis, colas, desabastecimiento y eclosión de la pobreza generalizada, en bobino el consumo era de cinco a seis kilos per cápita.Cerca de 80 unidades de huevos per cápita y como 12 kilos per cápita de cerdo.

En el año 2013-2014 fue el pico histórico, con 43 kilos de carne de pollo anuales per cápita; 23-24 kilos de carne bovina; cerca de 200 huevos per cápita y 12 kilos per cápita de cerdo, explican las fuentes.

Luego vino lo que la industria llama «la pauperización» en los niveles de consumo. En el promedio de Venezuela eso supuso una caída a cerca de siete kilos per cápita de pollo, en huevos a 60 unidades per cápita, en bovinos a quizá tres kilos.

«Nosotros pensamos que máximo el año que viene ya vamos a llegar a los consumos per cápita del año 98, por lo menos en pollo. En Huevo ya pasamos de largo del año 98. Estamos en 110 huevos», explica Somoza.

La evolución del grupo Purolomo tiene que ver con grandes estrategias de negocio y con decisiones oportunas y con lo que en un estudio del caso gerencial daríamos en llamar capacidad de adaptación y evolución en un entorno siempre complejo.

Lo explica de otra forma Ricardo Montenegro: después de ser inicialmente un consumidor de alimentos balanceados para animales, en una trayectoria de 40 años Purolomo pasó a ser un productor de estos alimentos para competir directamente en ese mercado y comercializar materias primas (commodities), antes de ir más allá y empezar a comercializar los alimentos balanceados ya elaborados.

La empresa con esta vocación y trayectoria en el sector agro industrial era Alimentación Balanceada, en los años 90. De allí comienza el proceso de transformación de ese pie de cría o de esa producción primaria porcina en un producto de mayor valor agregado, para la agroindustria.

En los primeros años, cuando el país era distinto, esa expansión se apoyó en financiamiento interno. En los últimos años ha recurrido al músculo propio y ahora al financiamiento externo porque el interno es excesivamente costoso, explica Somoza.

En los años 80 se detectó necesidad en el sector industrial, básicamente en el área de embutidos y se comenzó a entregar carnes procesadas que demandaba cada industria. Hoy el 90% del cerdo que se produce en Purolomo básicamente va para la industria de embutidos.

Teniendo esa columna vertebral del área de alimentos balanceados o materias primas y toda esa estructura que es común para todos los sectores primarios relacionados, la empresa incursiona en otras áreas donde el primer objetivo después del cerdo fue la parte avícola.

Este negocio de las aves se divide en dos ramas: una llamada de genética liviana que es la que produce los huevos de mesa y fértiles y otra, llamada de genética pesada, que es la que produce el pollito que se engorda y que lleva después a la mesa una vez beneficiado en sus propios mataderos industriales.

Entre mediados de los años 90 y principios de los 2000 entran en el negocio avícola de genética liviana , en sociedad con una empresa colombiana y la casa matriz alemana para representar en Venezuela la genética Lohmann-Braun (una de las gallinas ponedoras más usadas en la industria de huevos a escala mundial).

Entonces levantan un centro genético aquí en Venezuela para producir la pollita que va a abastecer a las granjas de gallinas ponedoras del país. Establecen este complejo en los llanos centrales, en una zona apartada pero segura desde el punto de vista de enfermedades. Predominó la bioseguridad aunque se necesita consumir mucha energía para mantener frescas y propicias las instalaciones, en un negocio tan complejo donde un grado de temperatura puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de miles de animales.

Ejemplar suelto de gallina ponedora Lohmann-Braun, preferida por la agroindustria.

Ese se hizo en otros tiempos, cuando no había crisis de energía en Venezuela, no se conocían los cortes de luz ni el uso a gran escala de plantas eléctricas de emergencia movidas a diésel, ni había problemas de gasolina o diésel para el transporte a largas distancias.

Purolomo entonces tuvo que adaptarse a esos grandes cambios del entorno en un sector donde el manejo eficiente de la energía es determinante.

Hoy esta línea del negocio de huevos fértiles de Purolomo aporta el 80% de todas las pollitas bebé que se convierten en gallinas ponedoras de Venezuela, donde hay unas 14 millones de estas aves convirtiendo el alimento concentrado en huevos de consumo final, explican los representantes del grupo.

Más allá del pernil de Navidad

En avícola pesada, es decir pollos de engorde, también incursionaron con inversiones en plantas propias después de estar también en el negocio del alimento concentrado y de comenzar en unidades alquiladas a terceros (modalidad que todavía emplean).

Sus pollos, que salen al mercado entre los 32 y los 45 días de nacidos, levantados y engordados, se encuentran en supermercados bajo las marcas San Blas y Purolomo. También atienden restaurantes como los de la cadena KFC, principal competidora de Arturo’s y los que venden pollos a la brasa. Hoy tienen en torno a un tercio de esa parte del mercado.

«El consumo va creciendo y nosotros no lo podemos cubrir todo y hay gente potente, realmente es aspirativa en ese sector. Llegamos a ser 50 cuando se recompuso el mercado y entraron nuevos competidores», algunos de ellos son empresas que ya tienen sus granjas y se han ido activando poco a poco, señala Montenegro.

Purolomo también se dedica a la agroindustria porcina en las tres áreas de maternidad, desarrollo y ceba. En bovinos tienen un plantel de 30.000 reses.

Trabajo y oportunidad

¿Cuáles serían entonces algunas claves del éxito de esta empresa?

Apartando la pauperización que vivimos se trata de un trabajo continuo. «Definitivamente, esto es un tema de constancia. Claro, tienes que optimizar aquí los detalles, que son hiper importantes. O sea, un punto de mortalidad puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso», explica Somoza.

«Los costos juegan un papel fundamental y si no lo tienes medido y controlado puedes pagar caro. Aquí es un tema de productividad, pero todo viene de la dedicación y trabajo continuo», agrega David Somoza Mosquera, quien está al frente del negocio familiar desde el año 91. «Hemos sido de bajo perfil y queremos seguir siendo de bajo perfil», advertía al comienzo de la entrevista.

Hermanos Somoza Rodríguez, en un evento social.

«Nuestro objetivo, evidentemente, es el mercado y queremos llegar con un portafolio importante para que nadie se niegue a comprar nuestro producto. O sea, queremos ser una empresa de referencia en el sector agroindustrial. Eso es lo que nosotros estamos tratando. Pero no es de hoy, es de siempre. Es nuestra visión de hace 20 años más o menos», aclara.

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