«Los altos cargos corruptos de BPA y los débiles controles contra el lavado de dinero han convertido a la entidad en un vehículo fácil para encaminar fondos procedentes del crimen organizado, la corrupción y el tráfico de personas a través del sistema financiero de EEUU», dijo Jennifer Shasky Calvery, directora de la Red de Lucha contra las Crímenes Financieros (FinCen), una oficina dependiente del Departamento del Tesoro.
La BPA es una de las cinco entidades financieras de Andorra y la mayoría de estas operaciones denunciadas por EEUU fue supuestamente llevada a cabo desde su sede central en la capital andorrana.
De acuerdo con el comunicado emitido por el Tesoro, los ejecutivos de BPA diseñaron «servicios financieros a medida» para que los intermediarios de clientes que buscaban blanquear capitales pudieran «enmascarar los orígenes del dinero».
A cambio, recibían pagos y otros beneficios por parte de estos clientes, señala.
Entre estas actividades, FinCen describe cómo un gerente de BPA aceptó «comisiones desorbitadas» para procesar transacciones relacionadas con intermediarios venezolanos, que incluían la creación de empresas pantalla y complejos procesos financieros para canalizar fondos desde la petrolera estatal Pdvsa «de cerca de $2.000 millones».
Asimismo, desde la entidad andorrana se facilitó el acceso a cuentas estadounidenses para el lavado de dinero de los fondos procedentes de organizaciones criminales internacionales con base en Rusia y China, señala FinCen.
Como resultado de esta investigación, la agencia federal estadounidense ha abierto un plazo de 60 días para analizar medidas contra BPA, que podrían suponer la prohibición de operaciones financieras a través de cuentas de BPA con EEUU.]]>