La firma de inversión Barclays señala en un informe que la providencia 011 sobre los cupos de viajero y electrónico representa "lo último en una serie de restricciones a las divisas". Detalla que la medida puede representar para el gobierno un ahorro de $2,8 mil millones de dólares en 2015.
Para Barclays, este monto no es despreciable y puede inyectar algo de alivio al apretado flujo de caja de Venezuela. «Sin embargo, esto también muestra que las autoridades están decidiendo mantener un régimen cambiario ineficiente, que necesita de estos dolorosos ajustes», sostiene.
Las asignaciones a los viajeros pueden caer de $3,8 mil millones en 2014 a menos de $1 mil millones en 2015. Si se asume que el número de viajeros se mantiene y solo se toma en cuenta la reducción proporcional en el total de divisas asignadas, de acuerdo con la cantidad de restricciones según destino, puede significar un recorte cercano a 60%, debido a que la mayor cantidad de viajeros van a a los Estados Unidos y el cupo hacia este país fue uno de los que más se contrajo (72%).
No obstante, la firma destaca que el número de viajeros ya ha ido bajando desde el año pasado. En 2014, «el gobierno prácticamente prácticamente detuvo la asignación de divisas para comprar boletos aéreos, que en el pasado los viajeros podían adquirir a la tasa oficial sin afectar su cupo de divisas para su viaje», señala.
Barclays cita los datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), los cuales revelan que el número de viajeros desde Venezuela ha declinado a casi la mitad en el último año. Destaca que en muchos casos, las asignaciones de divisas son tan bajas para ciertos destinos que hacen que sea imposible pagar los gastos en el exterior.
«El gobierno parece estar intentando enfocarse en el costo del ajuste. La principal beneficiaria de las divisas para viajeros ha sido la clase media, que no constituyen la base de apoyo para el gobierno, de acuerdo a las encuestas (ej. Datanálisis). Por lo tanto, esta fuerte medida podría tener un costo político muy limitado para el gobierno y podría permitir un recorte en las adjudicaciones totales de divisas y una menor reducción en las asignaciones para importaciones, que sí podría afectar más a la base política del gobierno», señala el texto.
No obstante, los analistas de la firma creen que sobrecargar a un sector de la población con una alta porción del costo del ajuste puede ser una «estrategia riesgosa». «Subsidiar los viajes al extranjero vendiendo divisas baratas claramente no era una política eficiente; sin embargo, limitar la capacidad de las personas para escoger a dónde viajar tampoco lo es, desde nuestra perspectiva», sostienen.
Consideran que la medida es el resultado de una régimen cambiario extremadamente ineficiente que ha ampliado la brecha a casi 4.000% entre la tasa más baja y la más alta, lo cual crea grandes oportunidades de arbitraje y corrupción.]]>
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