Agosto cerró con 10.058,2 millones de piezas entre billetes y monedas en circulación, de las cuales 2.176,9 millones corresponden a billetes de Bs 100, un salto de 1.020% u 11,2 veces la cantidad que circulaba en agosto de 2011 (194,2 millones), de acuerdo con el Banco Central de Venezuela.
La impresión de bolívares sin respaldo en la economía continúa su avance sin que el gobierno dé señales de detener el financiamiento monetario a Petróleos de Venezuela y otros organismos del Estado, que es la principal causa del crecimiento exponencial del circulante.
La emisión del papel de mayor denominación en la economía venezolana ha registrado un alza de 46,1% en lo que va de año, el tercero después de los billetes de Bs 2 con un incremento de 114,6% (al pasar de 406 millones de unidades al cierre de 2014 a 871,3 en agosto) y de Bs 50 con una variación de 70,3% (de 834,4 millones de piezas a 1.421,4 millones).
Sin embargo, el comportamiento anualizado le devuelve el puesto de honor al billete marrón con un brinco de 123,47% entre agosto de 2014 y agosto de 2015. Le sigue el papel de Bs 2 con 116,84% y el de Bs 50 con 91,95%, en el período.
En los ocho meses que han corrido de 2015 el BCV no ha dado a conocer la cifra de inflación, que de acuerdo a estimaciones de bancas de inversión y economistas independientes ya pasó la barrera del 100%, apuntando a cerrar el año con la cifra más alta desde que el BCV hace la medición.
El billete de Bs 100 es el de mayor demanda dado el incremento desmedido de los precios producto de las distorsiones causadas por los controles de precios y de cambio.
Los llamados «bachaqueros» (revendedores) pagan hasta Bs 140 por el papel marrón en Cúcuta, en tanto que en Maicao ofrecen 8 bolívares más sobre su valor nominal,
Dado los desequilibrios en los precios de productos subsidiados, los billetes de Bs 100 se hacen apetecibles para adquirir bienes que son comercializados formalmente a precios tasados al tipo de cambio de Bs 6,30 por dólar, incluso al del Simadi (Bs 199), tomando en cuenta que el cambio en la frontera (mercado negro) es de alrededor Bs 700.
La demanda del billete de Bs 100 es tal, que el BCV se quedó sin papel de seguridad para imprimirlo y abrió el mes pasado una licitación internacional para imprimir más billetes de Bs 100 y Bs 50.
Analistas consideran necesario ampliar el cono monetario con unidades de Bs 500 y Bs 1.000, en virtud de la velocidad con la que la inflación erosiona el poder de compra de los venezolanos.
Bloomberg reseñó la semana pasada que el gobierno prepara la emisión del billete de Bs 500 para después de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
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