«El teléfono que me robaron – Samsung Gt-i5500- me costó apenas Bs 600 en octubre de 2012 y mi laptop $1.300 en noviembre de 2014 en Estados Unidos, que al cambio me salió en Bs 15.600, súper económica, porque la adquirí con mi cupo viajero –tasa Sicad a Bs 12 por dólar-«, recordó.
Según publicaciones del portal web de ventas Mercado Libre, una laptop Apple MacBook Pro de 13.3 pulgadas de 8GB de Ram usada cuesta Bs 1.200.000, un alza de 7.592,30%, y nueva Bs 1.840.000, un incremento de 11.694,87%. Mientras que el teléfono usado tiene un costo de entre Bs 6.000 y 16.000, un aumento entre 900% y 2.566,66%.
Andrés, quien gana mensualmente Bs 40.000, se desempeña como redactor freelance de una revista web pero como ahora no tiene equipo para trabajar desde su casa, debe asistir a diario a la sede de la empresa para poder cumplir con sus funciones, situación que afecta su presupuesto pues debe gastar en transporte.
«Con los precios de hoy me es imposible comprar una nueva laptop y en cuanto al teléfono, quizás pueda comprarme un smartphone de baja gama, pero debo reunir dinero por más de 2 meses pues los precios rondan entre Bs 50.000 y 80.000″, dijo decepcionado de la situación económica actual.
Este tipo de historias se ha vuelto común para muchos venezolanos. Gabriel López, licenciado en Comunicación Social, fotógrafo y quien también trabaja como freelance, le dijo a El Estímulo que luego de no encontrar el pin de carga para su HTC One S, tuvo que desempolvar un teléfono que sólo envía y recibe mensajes de texto y hace llamadas.
“Ese equipo lo compré hace dos años con el cupo electrónico y me costó Bs 3.700 al cambio”, apuntó. De acuerdo con una publicación en Internet, un equipo como ese, pero usado, cuesta entre Bs 24.000 y 85.000, un alza entre 548,65% y 2.197,29%.
Gabriel contó que pudo comprarse un nuevo equipo, un Motorola G de segunda generación, en $160 gracias a que tenía una giftcard.
«Es lamentable que la inflación esté acabando con la capacidad de compra del venezolano y más en el caso de los jóvenes profesionales con aspiraciones y ahora es imposible adquirir un simple artefacto electrónico. Ya cada día nos cuesta más conseguir bienes porque son sumamente costosos».
Gabriel se queja de la situación. «Para poder comprar un celular de baja gama tengo que endeudarme con las tarjetas de crédito o pedir prestado y esa no es la idea», dijo.
Otro factor que reduce las opciones de compras para muchos venezolanos es la suspensión del cupo electrónico, el cual lleva más de ocho meses bloqueado tras la publicación de la providencia 011.
“Recuerdo que mi cámara fotográfica Nikon D3100 me costó $400, Bs 2.520 con el cupo electrónico de Bs 6,3 por dólar, y un flash Yongnuo YN560-II en Bs 1.500 hace tres años. En ese entonces, yo hacía dos o tres sesiones fotográficas y podía comprarme accesorios nuevos. Ahora eso es imposible”, expresó.
En Internet una cámara Nikon D3300 usada, equivalente a un equipo D3100, cuesta entre Bs 322.000 y 430.000, un alza entre 12.677,77% y 16.963,49%.
Mauricio Briceño hace tres meses tuvo que comprarse a través de la caja de ahorro de su mamá un teléfono Iswag, un equipo celular de baja gama, después de que no consiguiera la pila para su Sony Xperia L. “Jamás había escuchado esa marca pero fue el smartphone más económico que encontré”, agregó.
El valor del equipo es de Bs 31.000, al que se le deben sumar Bs 10.600 por intereses que le cobrarán en 2 años y 8 meses, tiempo para cancelar la totalidad del precio del celular a través de cuotas mensuales de Bs 1.300.