Consumo

Poder de compra caerá 40% al cierre de año, según Datanálisis

En rueda de prensa este viernes, Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, expresó preocupación sobre la posibilidad de que el país empiece a abastecerse a través de la importación de contrabando.

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El índice de escasez medido por Datanálisis en 2016 promedia 82,8% en los comercios de la ciudad de Caracas, mientras se agotan los inventarios de la familias.

Aunque se ha deteriorado exponencialmente en los últimos dos meses, el desabastecimiento en los hogares es menor que en los comercios, porque las personas hacen cola o resuelven comprando los productos a los revendedores, explicó León. 67% de la población reconoce que compra total o parcialmente su cesta básica en el mercado negro.

Indicó que la semana pasada, antes del aumento reconocido por el gobierno, un kilo de harina de maíz era vendido en más de Bs 1.000 por los «bachaqueros».

«El precio es el marcador de abastecimiento», dijo.

Añadió que es probable que el mercado empiece a surtirse a través de importación de contrabando, lo cual elevará los precios muy por encima de los mercados internacionales y lesionará terriblemente la capacidad de compra. Datanálisis calcula que entre marzo de 2015 y marzo de 2016, los venezolanos perdieron 23,5% de su poder de compra, mientras que al cierre de año se espera que esta caída sea de 40%.

96,1% de la población indica que consigue pocos o ninguno de los productos que buscan. Los principales lugares donde compran son supermercados de cadena, independientes y el mercado informal. Mercal aparece de quinto en cuanto a menciones de los encuestados. 82,6% admitió que siempre consigue colas al ir a comprar.

Los cinco artículos más escasos según la encuesta son leche, azúcar, café, aceite y salsa de tomate. 92,5% de los consultados dijo estar limitado al momento de comprar.

«La pregunta es: ¿es esto o no un racionamiento de alimentos?», cuestionó el experto.

95% de la población indica que hoy en Venezuela hay menos variedad de productos y de marcas. «En economía esto significa una reducción severa en la calidad de vida y en la capacidas de selección», dijo.

En cuanto al discurso oficial sobre la escasez, el estudio arroja que la credibilidad en el presidente Nicolas Maduro es 22%, es decir, menos de 1 de cada 4 venezolanos le cree al mandatario nacional. Mientras, 88,9% confía en el mensaje de Empresas Polar sobre las causas del desabastecimiento.

Las razones que identifica la población son falta de producción (25,8%); el hecho de que gobierno no busque soluciones (20,1%); y los problemas de divisas 17,8%.

Dos tercios de los venezolanos (65,9%) indican que el control de precios genera escasez en Venezuela. Para el analista esto es revelador, pues se trata de un principio económico que es difícil de explicar. Esta percepción ha cambiado con el paso del tiempo. En 2008 había un empate porcentual entre los que creían que las regulaciones causaban escasez y los que consideraban que la mejoraba.

71,8% considera que el argumento de la guerra económica usado por el gobierno para explicar la crisis es poco o nada creíble. En noviembre de 2013, este mismo porcentaje creía en este argumento.

«El gobierno se ha quedado en un argumento que no es potable para la población y además lo mete en problemas porque quien lo cree ha pasado 4 años escuchándolo mientras empeora la situación. Maduro es el único presidente que inventó una guerra que está perdiendo. La población que lo cree puede pensar que es necesario cambiar el general», sostuvo.

En cuanto a la distribución de culpas, 71% asigna responsabilidad al gobierno del desabastecimiento. La población también identifica algunas soluciones: apuntan a que el gobierno debe poner a producir sus plantas y apoyar al sector privado (88,9% y 87,6%, respectivamente).

Entre abril de 2015 y abril de 2016, la percepción del efecto negativo que tienen las expropiaciones en los precios pasó de 46,8% a 70,1%. 91,8% de las personas cree que las empresas nacionalizadas producen menos. Es por eso que 92,2% de la gente dice que consigue más marcas privadas que públicas.

-Contexto adverso-

«Hay una correlación entre los precios del petróleo y las crisis en Venezuela. Pero eso que fue verdad en el pasado no parece suficiente para explicar la magnitud de la crisis que estamos viviendo. No es solo una crisis de producto interno bruto, sino que involucra una gran cantidad de variables que no habíamos visto, todas desequilibradas en paralelo», explicó.

Este año, el gobierno espera recibir entre 30% y 35% de los ingresos que percibió en 2014, y un poco menos de la mitad de lo que recibió en 2015.

Sin embargo, dijo que esta crisis de ingresos no se traduce en desabastecimiento ni inflación para otros países petroleros que, a pesar de la situación, siguen creciendo con la excepción de Rusia.

Por esta razón, opina que la causa del colapso de la economía venezolana es mucho más profundo. «Se cae el argumento de que la crisis es resultante del problema petrolero», sostuvo. El motivo es el modelo de intervencionismo y controles aplicado por el gobierno, añadió.

Uno de los más severos es el control de cambio, que se rige por varias tasas oficiales inmensamente sobrevaluadas. En este sentido, señalo que el problema del recién creado Dicom es que no hay oferta, sino un simple desplazamiento de la tasa. «Se rumora que quieren dejar que llegue hasta Bs 600-Bs 650, lo que consideran un valor justo».

Los estimados indican que el gobierno debe estar entregando menos de $3 millones diarios a través del sistema flotante, cuando Simadi en su mejor momento entregaba $40 millones diarios. «El planteamiento de una flotación limpia no es apropiado para el Dicom, que sube por fijación del gobierno y no por presión de demanda», dijo.

También mencionó el control de precios. «En este momento no hay productos no necesariamente porque no tiene dólares sino porque vender el producto significa perder dinero», aseveró. Esto impide desarrolle el negocio. «No se puede perder plata permanentemente», añadió.

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