La inflación en España sigue imparable y alcanza nuevo récord en 37 años
El aumento promedio de precios fue, en marzo, de 9,8% en los últimos 12 meses, una cifra que no se había alcanzado desde 1985 y que el gobierno socialista de Pedro Sánchez no puede achacar del todo a la guerra en Ucrania
La inflación en España escaló en marzo a 9,8% su nivel más alto en 37 años. Aunque los precios en ese país tienen muchos meses en aumento constante, esta vez el gobierno de Pedro Sánchez responsabiliza del salto al alto costo de la energía debido a la guerra en Ucrania.
La cifra se ubica más de dos puntos por encima de la inflación en España registrada en febrero, cuando también batió récord de 7,6%. La tasa de marzo es «la más alta desde mayo de 1985», detalló el Instituto Nacional de Estadística (INE) en un comunicado.
«Es un mal dato que afecta nuestra economía, nuestra sociedad, en particular a los colectivos más vulnerables», reconoció el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez.
Aunque ya venía aumentando escandalosamente, la cifra de este mes se explica principalmente por la explosión de los precios de la electricidad y los carburantes, pero también por el alza del costo de los alimentos, inflamados por la invasión rusa en Ucrania.
Subió todo
La inflación subyacente, aquella que no toma en cuenta algunos precios fluctuantes como los de la energía, progresó un 0,4 para llegar a 3,4%, precisó el organismo público.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, había antic
ipado el martes este «repunte de la inflación muy significativo» debido a la guerra en Ucrania, que ha producido «una especie de ‘shock’ energético».
En este contexto, «el país es más pobre que hace unos meses, porque hay una serie de productos energéticos que España no produce pero que necesita para producir el resto de bienes y para el consumo final, y esos productos hoy son más caros», explicó Hernández de Cos.
Subsidios directos
Para intentar amortizar el impacto de la guerra, el gobierno de Pedro Sánchez adoptó el martes un plan de ayudas directas por 6.000 millones de euros (6.580 millones de dólares) para hogares y empresas.
El plan incluye una subvención de 20 céntimos de euro sobre los carburantes, un alza del 15% en el importe del ingreso mínimo vital para las familias más vulnerables, y una prórroga hasta el 30 de junio de las reducciones de impuestos en vigor desde el verano pasado, destinadas a aligerar la factura de la luz.
«Estamos convencidos desde el gobierno que el plan nacional de respuesta y sobre todo el acuerdo logrado en Bruselas para poner un precio de referencia al gas, nos permitirá en los próximos tiempos doblegar la curva. Esperamos estabilizar la evolución del coste de la vida», dijo Pedro Sánchez.
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