El tema de desacuerdo son etiquetados que Estados Unidos colocaba en los paquetes de bistec y de otros cortes de carne, y en que se especificaba su lugar de origen, crianza y matanza.
La OMC ya antes había hallado que los etiquetados dejaban en desventaja al ganado mexicano y canadiense. El lunes falló que Canadá tiene derecho a imponer aranceles por 780 millones de dólares, y México por 228 millones.
Los etiquetados, con los cuales los consumidores podían saber de dónde provino el producto, contaban con el apoyo de los ganaderos estadounidenses que compiten con Canadá. Sin embargo, los empacadores se oponían, arguyendo que les exigía una excesiva documentación.
«Estamos decepcionados por esta decisión y su potencial impacto en el comercio con nuestros socios de Norteamérica», declaró Tim Reif, asesor legal de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
La decisión de la OMC deja el asunto en manos del Congreso en Washington, que está debatiendo introducir, en un proyecto presupuestario, la revocatoria de la norma sobre el etiquetado.
El presidente de la comisión de agricultura del Senado, el republicano Pat Roberts, declaró el lunes que estará atento a «todas las oportunidades legislativas» para revocar la ley de etiquetado.
«Tenemos que evitar estas represalias, y tenemos que hacerlo antes de que estas sanciones surtan efecto», dijo Roberts.
La ley sobre el etiquetado fue incluida en los presupuestos agrícolas de 2002 y de 2008, a pedido de ganaderos de estados del norte de Estados Unidos que compiten con los ganaderos de Canadá. También contaba con el apoyo de activistas por los derechos de los consumidores, que argumentan que las etiquetas permiten a la gente saber de dónde provino un producto.