«Nuestros principales socios comerciales están en problemas. Europa, nuestro principal socio comercial, apenas saca la cabeza del agua. Japón está estancado. Brasil y Venezuela coquetean con una posible depresión», dijo el presidente de la cámara Tom Donohue al pronunciar un discurso sobre las perspectivas económicas de 2016.
«Creo que esta es un área muy importante para Estados Unidos», dijo Donohue posteriormente a reporteros refiriéndose a ambos países. «Y la cámara está poniendo tiempo y recursos extraordinarios en ella».
El Banco Mundial pronosticó este mes que América Latina y el Caribe registrarán en 2016 un crecimiento económico nulo, en buena parte debido a la prolongada desaceleración de Brasil (que este año se contraerá 2,5% para crecer 1,4% en 2017) y de Venezuela, que tras caer 8,2% en 2015 decrecerá 4,8% este año y 1,1% en 2017 para llegar a un crecimiento nulo en 2018.
Donohue se refirió a los dos países latinoamericanos como fuentes de la incertidumbre que afecta a los comerciantes estadounidenses, entendiéndose la depresión en economía como una debilidad profunda y prolongada.
«Empresas grandes y pequeñas no tienen mucho que celebrar al comenzar el año nuevo. Estamos entrando el séptimo año de la recuperación económica más débil desde la Gran Depresión. Los riesgos a la baja son muchos y los factores positivos son escasos», señaló.
La Cámara de Comercio espera que la economía estadounidense crecerá este año un 2%.
Por otra parte, el empresario calificó como «muy significativo» el incremento de la actividad comercial y de viajes con Cuba desde que restableció sus relaciones diplomáticas el año pasado.
Admitió que «aún hay actividades importantes que deben ser atendidas» y se mostró escéptico ante la posibilidad de que el Congreso emita legislación este año sobre Cuba.
Si bien el gobierno del presidente Obama ha reducido restricciones, solo el Congreso puede anular el embargo comercial vigente sobre la isla comunista desde 1962.
Donohue adelantó que este año electoral se concentrará a apoyar a candidatos que prevalezcan al sector privado por encima de las regulaciones gubernamentales y llamó «moralmente equivocado y políticamente estúpido» a las críticas que precandidatos presidenciales estadounidenses han realizado a sectores de la población por motivos étnicos y religiosos.