Según el reporte de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), de las escasas 387 unidades vendidas el mes pasado, 108 correspondieron a autos importados, de las cuales 100 fueron camiones con el sello Scania, empresa que hasta ahora ha tenido una participación modesta y centrada en autobuses para el transporte extraurbano.
No obstante, es oportuno señalar que el repunte de las importaciones es un efecto rebote dado por la casi nula venta de autos llegados de otros países en enero 2015, cuando solo se colocaron 4 unidades importadas.
El reporte de Cavenez revela que enero tuvo el peor registro en más de 60 años, tras una caída de 43% frente a los números del ya precario enero 2015. De hecho, las ventas de enero pasado apenas representan 10% de lo comercializado en enero de 2003, cuando el país se encontraba sumido en un paro general que provocó el desplome de 10 puntos del PIB al cierre de ese año.
En el apartado de autos nacionales, la caída superó 58%, toda vez que solo se vendieron 284 autos ensamblados en el país en contraste con los 679 vendidos en enero 2015.
Ford Motor, una de las dos ensambladoras que han podido importar material de ensamblaje con recursos propios (la otra es Mack), lideró las ventas mensuales al colocar 213 vehículos, todos ellos comercializados en dólares tras el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo el año pasado.
La venta conjunta de Ford y Scania representó 81% de las colocaciones totales en enero, mientras que de las restantes 43 marcas presentes en el país, solo siete lograron vender alguna unidad en enero.
Las 387 unidades vendidas en enero revelan una contracción intermensual de casi 74% frente a las 1.470 colocadas en diciembre de 2015; contracción que sube a 80% si se toman en cuenta los 1.465 autos nacionales vendidos en el último mes del año pasado.
