Economía

Sólo 20% de los dólares oficiales irán a medicinas y alimentos

El gobierno venezolano puso en vigor este jueves un nuevo sistema cambiario flotante con el que busca "capturar" divisas, como parte de un plan para reactivar la industria nacional, que trabaja al 25% de su capacidad, dijo a AFP el vicepresidente de Economía, Miguel Pérez Abad, en una entrevista donde dio detalles de la fuerte devaluación del ya debilitado bolívar.

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FOTOGRAFÍA: AVN

«Este sistema es para la captura de nuevas fuentes de divisas, para la captación y para la administración. Está contemplado para que nuevos actores ingresen al sistema cambiario», indicó el también ministro de Industrias y Comercio.

En el nuevo sistema, anunciado por el presidente Nicolás Maduro en febrero, rigen dos tipos de cambio -antes eran tres-: uno de divisas protegidas, a 10 bolívares por dólar, para importar alimentos y medicinas; y el otro para el resto de bienes e insumos, que arrancó a partir de 206,92 bolívares por dólar.

El gobierno espera ofertar entre 6.500 a 7.000 millones de dólares este año en el sistema flotante, en el que podrán participar empresas mixtas, empresarios privados, exportadores, inversionistas y los ciudadanos, precisó Pérez.

El ministro precisó que 80% de los dólares estarán en el mercado fluctuante y 20% se destinarán a medicinas y alimentos, lo que cambia radicalmente la asignación de divisas, pues antes más de 90% era para esos rubros esenciales.

«Lograr esa tasa de equilibro va a permitir que los precios se ajusten hacia la baja y que el empresario pueda funcionar y tener su rentabilidad», indicó el ministro en entrevista con la AFP.

La reforma cambiaria es parte de un paquete de medidas con las que el país petrolero busca enfrentar la severa crisis económica que golpea a Venezuela, por el derrumbe de los precios del crudo.

«Tenemos plantas industriales que pueden producir muchísimo más. Nuestra propia industria nacional está al 25% de su capacidad, o sea tenemos un margen muy amplio para resolver la coyuntura», estimó.

En ese sentido, comentó que Venezuela «no tiene un problema de solvencia, de activos», sino «de flujo de caja».

Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, de 180% en 2015, y una fuerte escasez de productos básicos. La economía y la vida diaria están trastocadas por el mercado negro cambiario, donde el dólar sobrepasó los 1.100 bolívares por unidad, 100 veces más que la nueva tasa oficial más baja.

Pero el ministro confía en que las medidas serán para «mejorar los niveles de abastecimiento y no para que crezca la inflación».

«En este momento la inflación está marcada por uno de los instrumentos de destrucción masiva más eficientes que tenemos en la guerra económica que es el dólar paralelo», manifestó.

Economistas independientes atribuyen la existencia del mercado negro y la falta de acceso a divisas al régimen cambiario adoptado en 2003 por el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013) y al control de precios.

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