«Teniendo en cuenta el pronunciado freno económico en la región, la inflación más alta de lo esperado, la caída de la confianza de los consumidores y los bajos precios de las materias primas esperamos un crecimiento del 0,7% en 2016 y de 1,5% en 2017″, indicó la agencia en un comunicado.
A pesar de la rebaja de la perspectiva, S&P mantuvo en ‘BBB’ su nota (‘rating’) a largo plazo, dentro de las consideradas como inversiones estables.
El freno de la economía en Uruguay, que creció 1% 2015, provocará según S&P la ampliación del déficit del país.
La rebaja también se justifica según la agencia por la debilidad de sus dos principales socios comerciales, Argentina y Brasil, cuyas economías se contraerán en 2016 según sus previsiones en 3,6% y 0,5%, respectivamente.