Admitió que el consumo de alimentos ha venido cayendo, pero afirma que «no hay hambre». «En Venezuela hay un proceso de escasez, creo que nuestro pueblo sigue comiendo, quizás no en los volúmenes que quizás lo tuvo en la época de bonanza», expresó durante una entrevista conducida por Vladimir Villegas, en su programa Vladimir a la 1, transmitido por Globovisión.
En este sentido, señaló que el consumo de kilocalorías se había reducido a 900 gramos por persona y que, en términos de abastecimiento, el mes de mayo había sido el peor de todos. «Creemos que en junio va a haber una respuesta importante (…). Vamos a tener mayor cantidad de insumos y materia prima para productos elaborados que se ha ido comprando», agregó.
Para él, al tiempo de buscar mecanismos para elevar los niveles de producción, es necesario revisar el patrón de consumo, pues los venezolanos tienen la costumbre de comer productos como enlatados, dejando de lado otros rubros como las hortalizas. «Tenemos suficientes alimentos para alimentar a nuestro pueblo, lo que tenemos es que distribuirlo de manera adecuada», sostuvo.
Considera que la crisis ha obligado al país a voltear su mirada al campo, donde afirma se han logrado importantes avances. Indicó que la entrega de insumos para los cultivos de maíz y arroz ha superado las necesidades por hectárea.
«De 142 mil hectáreas de arroz que se programaron, se han entregado insumos para la producción de 174 mil hectáreas», ejemplificó. También afirmó que se ha hecho un esfuerzo para traer soya y maíz amarillo para elaborar alimento balanceado para pollo y cerdo.
– Los CLAP no discriminan –
Castro Soteldo afirmó que uno de los mecanismos que ha ideado el gobierno para mejorar la distribución de alimentos son los Comités Locales de Abastecimiento y Producción. Aunque reconoció que utilizar al partido para repartir alimentos «tal vez fue un error», afirmó que estas instancias no discriminan políticamente a los beneficiarios.
«No hay distinción política de ninguna índole. Lo que sí sabemos es que con la misma cantidad (de alimentos) que llega a la red convencional de supermercados atendemos a muchísimas más personas» a través de los comités populares, dijo.
Reveló que Empresas Polar se ha incorporado al programa, vendiéndole a los comités una porción de su producción.
Consultado sobre los altos costos de las bolsas de comida repartidas en el interior del país, Castro Soteldo explicó que no tienen una estructura permanente. «Se llenan con lo que haya y se calcula para 15 días. Por eso tampoco tienen un precio fijo», sostuvo.
– Debate sobre el modelo –
El ministro opina que si el gobierno ha cometido errores es porque no existe una teoría económica y política clara sobre la transición de un modelo capitalista a uno socialista, y que los tropiezos vienen de «pretender creer que construir el socialismo es una cola sencilla».
Aunque Villegas lo confrontó sobre la asociación histórica que el modelo tiene con las colas y la escasez, Castro Soteldo respondió que también en España hay colas terribles. «Hay una asedio desde hace 17 años que tú lo viviste como ministro nuestro en una oportunidad de todo lo que ha sido el ataque contra Venezuela. ¿Y cómo no vamos a cometer errores?», expresó.
«Sobre la base de ese escenario tan hostil, llevar una gestión de esa manera no es fácil. Es innegable que se han cometido errores vinculados al tema financiero, fiscal y monetario (…). El gran debate que queremos dar es el modelo, si es el camino o no es el camino», añadió.
Afirmó que, sea como sea, «no es el capitalismo la vía para resolver los problemas».
– Azúcar en proceso –
La escasez de azúcar, tanto de mesa como industrial, ha sido tema de debate las últimas semanas con la paralización temporal de la planta de Coca Cola por la ausencia de este insumo, y los bajos inventarios de Pepsi que pronto llevarían a la empresa a padecer una situación similar.
No obstante, se ha logrado recuperar parcialmente el suministro. Sobre el tema, el titular del despacho de Producción Agrícola y Tierras explicó que, producto del retraso en las lluvias, la cosecha de caña este año resultaba insuficiente por lo que se tuvo que recurrir a la importación de azúcar cruda.
«Se quedaron 5.200 hectáreas en el campo que no se van a poder cultivar, pero se está sustituyendo con azúcar cruda que ya se está procesando en los centrales», aseveró.