Un manejo inadecuado en los procedimientos para traer las semillas al país, denuncian los productores, por lo que exhortan al Ministerio Público a aclarar la situación que envuelve a Agropatria y la trasnacional Di Jenkins Ingham.
Di Jenkins Ingham, empresa transnacional encargada de gestionar la importación de semillas de papa desde el puerto de Summerside, en Canadá, para la posterior cosecha en suelo venezolano, fue denunciada ante la Fiscalía 12º del Ministerio Público contra la corrupción, acción que abre un proceso sobre un supuesto mal manejo de las negociaciones entre la referida empresa y la estatal Agropatria.
Poca información se tiene sobre Di Jenkins Ingham, según señalan directivos de la Federación de Productores de Papa y Hortalizas (Fenaphort), quienes aseguran que la compañía tiene negocios con el gobierno nacional desde hace mucho tiempo atrás.
No poseen una dirección fiscal ni registro de identificación fiscal (RIF) conocido en el país. Tampoco cuenta con un representante jurídico visible en Venezuela, ni una data de negociaciones conocidas. Aun así la transnacional Di Jenkins Ingham se ganó la confianza del gobierno para que le sean otorgados a través de Agropatria, millonarias contrataciones para la importación de semillas, sin medir el daño que ha traído a la producción nacional.
“Desde que el Estado asumió la importación de semillas con esa empresa, todos los años tenemos problemas con la semillas. Llegan en mal estado, contaminadas, tarde o sencillamente sucede como este año que no llegó a pesar que se pagó una cantidad importante de dinero y existe un remanente que no sabemos si la empresa lo devolvió al Estado, si fue debitado o sencillamente el dinero desapareció”, dijo Enmanuel Escalona, directivo de Fenaphort.
Agregó que el gremio quiere saber qué pasó con una negociación que permanentemente se ha ocultado y que hoy los convierte, junto a los consumidores de papa en los principales afectados ante las poco claras negociaciones.
Un estimado de $8.650.000 dólares se concretó en agosto de 2015 para la importación de semillas del tubérculo. La empresa Di Jenkins Ingham, recibió un anticipo de 40% ($3.460.000) para el despacho de 3.700 toneladas de semillas.
Posteriormente, Agropatria transfirió un 30% adicional ($2.595.000), con lo cual solo faltaba cancelar 30% ($2.595.000), para la entrega de la carga, según fuentes de la Federación Nacional de Productores de Papa y Hortalizas.
– Caen las caretas –
A pesar de los diferentes anuncios del gobierno nacional asegurando la existencia de suficientes semillas de papa para sembrar en el país, los productores venezolanos, lo desmienten.
“Es falso que en Venezuela los productores tengamos suficientes semillas para cubrir la demanda. En el país se depende de la semilla importada para poder renovar la genética o el germoplasma de la papa. La importación de semillas es vital para la producción de papa en Venezuela”, detalló Escalona.
Un balance de Fenaphort sobre cómo ha venido decayendo la producción del tubérculo en el país, ratifica que hace cinco años se producían unas 600.000 toneladas de papa en Venezuela, cifra que hoy en día se ha reducido a 60.000 toneladas por año.
Al menos dos kilos de papa se consumen por persona anualmente, cuando el consumo hace 30 años era de 30 kilos de papa al año y hace cinco estaba por el orden de los 20 kilos anuales por habitante.
Detalló el productor que por cada dólar que se invierte en producción de alimentos en Venezuela (papa), se estarían ahorrando 10 dólares en la importación de alimentos.
Precisó que la negociación final con la semilla de la papa no se concretó supuestamente porque el Estado venezolano no estuvo de acuerdo en cancelar unos 800.000 dólares que quedaron pendientes para poder traer la semilla. “Luego dijeron que la semilla no garantizaba calidad y después dijeron que no tenían dinero para comprarla”.
– Luz verde a los productores –
El Ministerio de Producción Agrícola y Tierras, aprobó a las diferentes asociaciones de productores de papa del país, la importación directa de semillas para cumplir con el periodo de siembra norte verano.
Está decisión, considerada como acertada por el gremio productor, viene a beneficiar a 7.000 productores de los estados Mérida, Táchira y Trujillo, que requieren de 3.000 toneladas para cumplir con los periodos de siembra. De igual manera, se beneficia la industria papera y a las asociaciones de los estados Lara, Carabobo y Aragua con 6.000 toneladas de simientes.
Los productores del tubérculo de Táchira, a través de la Asociación de Productores de Papa –Apropatáchira- presentaron al gobierno la solicitud para tramitar los permisos necesarios y traer las semillas desde Colombia, pagándolas en bolívares, teniendo en cuenta que este tipo de pago es aceptado por los colombianos.
La solicitud de los permisos sanitarios fue aprobada por el viceministro de Agricultura, José Gregorio Aguilera, con la condición de que sea el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, (INIA), el Servicio Nacional de Semillas (Senasem) y Agropatria, los que avalen la importación, a fin de cumplir con los estándares y normativas de importación.
En el caso de las semillas de papa para la cosecha en los estados Carabobo, Aragua, Lara y para la industria comercial, también se permitirá a los productores tramitar la permisología necesaria y optar por el dólar Dicom, para comprar el simiente en el mercado canadiense.
Para Aldemaro Ortega, directivo de Fenaphort, Agropatria y demás instituciones rectoras del Estado se convierten en operadores logísticos de las importaciones. Mientras que las asociaciones de paperos serán los encargados de aportar el capital para concretar la transacción comercial.
De acuerdo con Ortega, tanto para la zona andina como para los demás estados del país está asegurado el cumplimiento de los periodos de siembra.
En 15 días se podría estar iniciando la importación porque la semilla esta a disposición y muy cerca. Solo se espera cumplir con los tramites requeridos.
Mientras tanto las semillas que se requiere para los estados de centro y la industria (Carabobo, Aragua, Lara), cuentan con el tiempo suficiente para la siembra que se cumple en el mes de diciembre.
No descartaron las asociaciones de los estados centrales que si en Colombia, les garantizan la papa blanca y las toneladas que necesitan, buscaran quedarse con la semilla colombiana, quedando descartada la importación desde Canadá, explicó Ortega.