En aquel momento dijo: «se espera que la inflación disminuya porque habrá ‘menos circulante en billetes’”.
«Esto permitiría reducir la cantidad de billetes en circulación en la economía al incrementarse la denominación de los billetes, con lo cual el valor del dinero en circulación en forma de billetes puede mantenerse en los niveles que requiera la economía en tanto la liquidez monetaria agregada se mantiene en los niveles que establezca el BCV. Al haber menos restricciones al acceso de efectivo, algunas transacciones que no se están realizando podrían incrementarse afectando algunos sectores particulares que depende en mayor medida de esta modalidad de intercambio», detalla el informe de ODH Consultores.
La firma explica que «la inflación está vinculada con los niveles agregados de liquidez monetaria y no tanto con los niveles de efectivo, el cual representa una fracción relativamente pequeña del total (aproximadamente 8%)».
En 2016, la liquidez monetaria ha aumentado en más de 90%, incremento que ha estado alimentado, entre otras cosas, por el financiamiento del BCV a Pdvsa, que creció más de 120% entre julio y octubre. Además, la decisión del Ejecutivo de reducir el encaje legal de la banca libera más dinero, aumentando así la liquidez.
Al cierre del 11 de noviembre, data más reciente ofrecida por el BCV, la liquidez monetaria se ubicaba en Bs 7,85 billones, un aumento de 2,90% esa semana.
«Todo esto, unido al pago de aguinaldos y otras bonificaciones tradicionales de finales de año, hace que las personas tengan mayor demanda de dinero pero pocos productos que comprar dada la difícil situación por la que atraviesa la economía venezolana, poniendo presión adicional sobre los precios y la demanda de efectivo», subraya el reporte.
El gobierno insiste a través de sus distintos voceros en desconocer sus errores en política monetaria y fiscal y prefiere endosar la responsabilidad de los desequilibrios a una supuesta guerra económica de parte del sector privado con apoyo internacional.