A puerta cerrada y pasando a los usuarios en grupos de 10 personas, trabaja la banca en la frontera. Mientras que quienes permanecen en las filas deben presentar cédula de identidad a funcionarios del Saime, debidamente identificados que fiscalizan los depósitos.
Al tratar de abordar a los funcionarios del Estado sobre el operativo de fiscalización que cumplían, respondieron a El Estímulo que se trataba de una orden devenida desde Caracas.
Quienes pretendieron depositar este martes en las poblaciones de frontera, sumas de dinero superiores a los 500.000 bolívares tuvieron que hacer una declaración de ingresos y su procedencia.
Solo titulares de cuenta eran autorizados para realizar el pago en billetes de 100 bolívares en las entidades bancarias y no se estaban permitiendo depósitos a terceros.
Luis Contreras, de profesión transportista, y que madrugó para realizar el depósito de 127.600 bolívares en un banco de San Antonio, catalogó la decisión gubernamental como de arbitraria.
“Las cosas no se debieron hacer así, el plazo para recolectar los billetes debió ser más largo porque hay muchísimos billetes en el país. Yo me siento perjudicado con esta medida porque hoy estoy dejando de trabajar por estar en esta cola desde las cinco de la mañana”, señaló Contreras.
Los vendedores ambulantes de jugos y alimentos que no poseen cuenta se quejaban en las calles por no saber qué hacer con el dinero de muchos días de venta.
María Villamizar, vende dulces en la avenida Venezuela y relató a El Estímulo que desde la apertura fronteriza el 13 de agosto hasta el día de ayer lunes 12 de diciembre, logró reunir 57.000 bolívares y “ahora no me lo reciben. No quiero perder mis ahorros”.
Durante las largas colas que cumplían los usuarios de la banca privada y nacional, se acercaron algunos funcionarios de los cuerpos de seguridad (Cicipc) y pretendieron ingresar en una caja presuntamente papel moneda de 100 bolívares, sin hacer la fila.
La acción que fue repudiada por quienes aguardaban a las afueras de los bancos y en medio de abucheos, y consignas en contra del Gobierno fueron obligados a desistir del propósito.
Pasado el mediodía aún las colas persistían en las entidades bancarias de la frontera.